Día de importantes decisiones
Mañana los chilenos participarán en la séptima elección presidencial desde el regreso de la democracia. Sin duda un momento histórico y que podría definir a quienes encabezarán la administración del país durante los próximos años. En el caso de Tarapacá, el proceso también traerá consigo la elección de dos senadores, tres diputados y 14 consejeros regionales.
A diferencia de sufragios anteriores, donde incluso hasta antes de la votación era posible aventurar buena parte de los resultados, las modificaciones que se incluyeron en la ley electoral durante los últimos años han generado cierto grado de incertidumbre, sobre todo en lo que respecta a la elección de las autoridades locales.
La región debuta como una circunscripción senatorial separada de Arica y Parinacota. En el caso de los diputados el distrito aumenta en un cupo, pasando de dos a tres parlamentarios. En cuanto al Consejo Regional, por segundo periodo consecutivo se conformará por 14 integrantes, no obstante, entre las provincias de Iquique y El Tamarugal se postulan 111 candidatos, la cifra más alta en el país.
A estos factores se suma uno de los más complejos: el voto voluntario, que desde su entrada en vigencia en las municipales de 2012 ha generado una baja participación en las urnas, con una abstención que ha llegado a bordear el 70 por ciento.
De acuerdo a la Encuesta Auditoría a la Democracia 2016 realizada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud), el 40% de quienes se abstuvieron en la última elección presidencial de 2013 argumentó que no votó porque no le interesa la política, mientras que el 20% dijo que "le dio lata", estaba enfermo, perdió el carnet o estaba lejos del lugar de votación. Además, el 12% expresó que con el voto no cambiaría nada, el 11% dijo que no le gustaba ningún candidato y el 3% comentó que lo hizo para protestar contra el sistema.
Como lo indica le ley, cada ciudadano tiene la libertad de participar en la elección, sin embargo, aún no se conoce una forma más efectiva de decidir el futuro de un país. No asistir a las urnas es dejar en manos de otros un tema tan relevante y que incide directamente en nuestra vida.
"El 40% de quienes se abstuvieron en la última elección presidencial de 2013 argumentó que no votó porque no le interesa la política".