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Ex escolta de Juan Pablo II relata la paz de su presencia

Durante la visita del Santo Padre a Chile en 1987 fue parte del grupo de escoltas que el gobierno puso para resguardar la seguridad del líder del Vaticano.
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Mariela Cabello Venegas

Fue hace un poco más de 30 años que a Julio Castillo, funcionario en retiro de la Policía de Investigaciones, lo escogieron como uno de los escolta del Papa Juan Pablo II durante su visita a Chile en abril de 1987.

Un recuerdo que atesora en su memoria hasta el día de hoy, por ser momentos en que la cercanía con su santidad le hizo percibir la paz que irradiaba.

Según confiesa el expolicía, esa misión fue encomendada, tras haber aprobado un curso de protección para personas importantes (PPI), lo cual para él significó un verdadero reconocimiento a su labor.

"En esos tiempos estaba trabajando en la 8° comisaría policial en Santiago y me eligieron y me ordenaron a cumplir servicio", cuenta en contraste a lo que vivirá hoy como voluntario papal para la visita del Papa Francisco.

Caravana

Sobre la tarea como escolta, Castillo comenta que en su caso fueron sólo dos días, de los seis que duró la visita de Juan Pablo II.

"Nosotros lo acompañamos en el recorrido que hizo por Santiago. Estaban los escoltas de la policía y las diferentes Fuerzas Armadas y de Orden de Chile y también todo el equipo que viajaba con él", recuerda.

Su tarea fue acompañarlo en las caravanas de autos que seguían al Papamóvil.

"El vino 6 días en abril del '87, y estuvimos en actividades bien complicadas como la del Estadio Nacional, la del parque de La Bandera, el Parque O'Higgins, que fueron agitadas, pero logramos salir adelante sin problema".

En este sentido, el ex PDI señala que la presencia del Papa Juan Pablo II fue complicada en términos de política, pero no de seguridad.

"Había cierta agitación política y se aprovechó de esa situación", expresa.

La paz

Del recuerdo del emblemático Sumo Pontífice, a Castillo la primera palabra que se le viene es paz.

"Él transmite paz, la luminosidad de su blancura. Cuando uno lee la Biblia habla de la transfiguración del Señor, habla de una blancura y pureza, eso mismo lo viví yo", señala.

Al tratar de explicarlo, el ex escolta indica que puede que lo haya experimentado por ser cercano a la Iglesia, pero sin duda, dice que su visita lo tocó.

"No a todos les llega y ver esa luminosidad que es sobrenatural, la sensación, el estar cerca de él, a pesar de estar junto a todo el equipo que trabaja con él. Fue algo que viví", exclama.

Asimismo, reconoce que la experiencia lo llenó espiritualmente, y que se percibía "cuando la gente lo veía pasar, cuando se subía al Papamóvil, ese resplandor luminoso blanco, transmitía paz", recuerda.

Voluntariado

Ahora desde la otra vereda del voluntariado, Castillo comenta que con 30 años más en el cuerpo, la nueva visita papal la está viviendo de otra manera.

"Ahora soy voluntario y ofrezco mis servicios y mis conocimientos si es que les sirve", añade.

En este sentido, comenta que ya están en preparación junto a los otros voluntarios de Iquique, que buscan aumentar el número de personas se sumen a este servicio.

"La idea es llamar a más personas que se sumen a la campaña 1+1 = voluntarios que es la que está llevando a cabo el padre Guadalupe, porque nos falta gente. Con los inscritos no alcanzamos a llegar a lo que se necesita", comenta.

Respecto a la labor que cumplirán los voluntarios, se tiene contemplado su presencia en el campus Lobito y en otras zonas, pero con la cantidad actual, solo se considera la de la misa papal.

"Yo me preparo físicamente y mentalmente, porque es una actividad complicada la que se va a dar en Lobito", asevera.

Para Julio Castillo, la tarea " no es tan fácil, vamos a estar dos días en Lobito, el 17 y 18, porque vamos a estar en una vigilia y después en la actividad, y cuando pase todo esto, que el Papa venga a Iquique, venga a la Gruta y se retire de la ciudad, ahí recién nosotros vamos a poder volver a nuestras actividades normales", precisa.

Su experiencia

Con respecto a esta visita, y de acuerdo a su experiencia en términos de seguridad, el ex escolta manifiesta que se necesita mucha más gente, puesto que también es necesaria la presencia de personas que apoyen el recorrido que haga el Papamóvil por la ciudad.

"Lo importante es la voluntad de la gente, comúnmente la gente llega a última hora, pero la idea es que la gente esté preparada. Porque no sacamos nada que cuando llegue el momento en vez de apoyar al peregrino vamos a ser nosotros los que generen problemas", insiste.

El mensaje

Consultado por el mensaje que espera que el Papa Francisco deje en la ciudad, el ex policía y escolta de los ministros del interior, Belisario Velasco y Germán y Enrique Correa, manifiesta: "Que nos unamos todos y tiremos el carro todos para el mismo lado. Que traiga paz, y logre ponernos en sintonía a todos... Es un anhelo que se tiene y la fe mueve montañas".

"Ahora soy voluntario y ofrezco mis servicios y mis conocimientos si es que les sirve"

Julio Castillo,, escolta del Papa Juan Pablo II durante su visita Chile"

"La idea es llamar a más personas a que se sumen a la campaña 1+1= voluntarios".

Julio Castillo, ex funcionario de PDI, voluntario para la visita del Papa Francisco."