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Armada argentina: submarino era apto para navegar

Anoche se alistaba el envío de un minisubmarino de EE.UU. para intentar dar con indicios de la nave.
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Mauricio Mondaca/Agencias - Medios Regionales

La Armada argentina enfatizó ayer que el submarino desaparecido hace 11 días en el Atlántico Sur estaba apto para navegar cuando partió de un puerto en el extremo sur del país y que no hay evidencia de que su aparente explosión haya sido provocada por un ataque externo o por armamento propio.

El ARA San Juan partió el 8 de noviembre desde Ushuaia, en el extremo austral del país, hacia su base en Mar del Plata, 400 kilómetros al sur de Buenos Aires, tras participar de un ejercicio de adiestramiento.

"Dos días antes del zarpe se hace un chequeo de todo el sistema operativo. El submarino no zarpa si no se hace eso. Si zarpó de Ushuaia es porque estaba en condiciones", explicó el portavoz de la Armada, capitán Enrique Balbi.

"No hay que asociar estado operativo por lo que pudo haber pasado en navegación e inmersión", agregó el portavoz durante una conferencia de prensa en la sede de esta fuerza en Buenos Aires.

Según AP, familiares de los tripulantes han apuntado a la antigüedad del submarino, que tuvo una reparación de media vida que tardó siete años hasta 2014. El único dato certero hasta el momento es que se produjo una explosión en el ARA San Juan cerca de la ubicación reportada por el submarino en su último contacto con tierra el 15 de noviembre.

Este incidente fue captado por micrófonos subacuáticos y sensores situados en el fondo del mar por la Organización para la Prohibición Total de Pruebas Nucleares (CTBTO por sus siglas en inglés).

Hasta ayer no se habían encontrado restos del submarino, ni en superficie ni debajo del mar. "Descartamos que el submarino esté en superficie por la cantidad de esfuerzo que hubo en la zona", comunicó el vocero.

La capacidad de oxígeno del submarino -un diésel eléctrico clase TR-1700 de fabricación alemana y botado en 1985- no supera los 10 días sin emerger a superficie, según los expertos, otro dato que resta esperanzas de supervivencia.

Pese a que se presume que los 44 tripulantes -entre los cuales está la primer mujer submarinista con rango de oficial en Sudamérica- están muertos, un operativo internacional con la más alta tecnología continúa la búsqueda de la nave en un área de unos 40.000 kilómetros cuadrados y con profundidades de 200 a 1.000 metros en torno a la zona marin en la que se detectó la explosión.

Un minisubmarino estadounidense de rescate estaba siendo preparado para zarpar anoche hacia la zona de búsqueda, dijo la Armada trasandina. El barco noruego "Sophie Siem" sería el encargado de botarlo al mar en la zona de búsqueda.