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Rodrigo "Mono" Collao espera hacer de Iquique la capital de las motos

Desde que pudo adquirir su primera máquina comenzó a crear el movimiento de los motoqueros "old school".
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Francisca Cabello Iriarte

Lo que pudo ser un simple "sueño del pibe", Rodrigo Collao (44) logró concretarlo. Su pasión desde pequeño por las motocicletas se vio realizado por primera vez con la compra de una cuando solo tenía 22 años. Este iquiqueño sin tener un gran referente en el mundo de las tuercas, pistones y carenado, siempre manifestó una inclinación natural hacia ellas, por lo que se iba retroalimentando con series de televisión como "El Renegado" (1992) o leyendo revistas alusivas a este ambiente.

Sin saber manejar y mucho menos teniendo licencia, fue con un amigo en busca de la californiana que tanto quería, un modelo que lo identifica hasta ahora, ya que su sello siempre han sido las motos de paseo. "Esa tarde tuve mi primera caída (en el vehículo) y mi amigo me dijo, ya párate porque sino le vas a agarrar miedo y no vas a querer subirte más", contó Rodrigo quien se fue cojeando del lugar.

Muchos comentarios negativos se llevó con respecto a su nueva adquisición, pero sin importarle la opinión del resto siguió fiel a su convicción de que no era solo un capricho de niño, sino que comenzaba a tener el real estilo de vida que quería llevar.

Luego de eso generó redes de contacto en Santiago, donde ya se había dado un movimiento con la inauguración de la tienda Harley Davidson y California Moto, y como en Iquique ya habían personas que compartían esta misma pasión, inclusive un par de mujeres, empezaron a juntarse por las tardes o noches, y de esa forma nació la idea de traer una tienda donde se vendieran alforjas, puños, tatuajes y la tan infaltable ropa de cuero. Fue así como nació "Chopper Moto", la primera tienda que apuntaba a los motoqueros de principios del 1900, los de la vieja escuela y que estuvo ubicada en Céspedes y González con Vivar, a fines de los noventa.

Para generar aún más ambiente en Iquique, formaron "Cazadores del desierto" que en enero del 2018 cumplen 20 años, lo que para "Mono" Collao, como le dicen sus amigos, "es harto tiempo para un club y luego nacieron más, pero siento que están estancados, están muy lentos y eso pasa porque no viajan, solamente andan por la ciudad y viajan en Chile. Algunos me pueden decir que van a Tacna o a Chiloé, pero la cultura de moto no está en Chile, está en Argentina y en Brasil que nos llevan años luz, que son más fierreros", manifestó el también tatuador.

Desde ese entonces no ha dejado de estar acompañado de una moto, y con ella ha viajado desde Iquique hasta Mendoza ida y vuelta, siendo el tramo más extenso que ha recorrido, pero si de encuentros motoqueros se trata, ha presenciado la cultura de Europa, Argentina, Brasil, Perú y Bolivia. Sin embargo, sigue soñando con pisar la ruta 66 de Estados Unidos y conocer California, la cuna de este movimiento.

Uno de los hechos más significativos para él fue su gestión de replicar en Santiago la marca de uno de los clubes más antiguos del mundo, "Hells Angels" que nació en 1948 en Estados Unidos y que en la capital de Chile está desde 2005. En Iquique, en tanto, junto a su nuevo grupo "Vampiros Mc", asegura con orgullo que "fue el primer club house de Chile, donde la idea era alojar a motociclistas y tener un lugar donde hacer actividades", ese era el principal objetivo, así es que una antigua casa del barrio El Morro se convirtió en el lugar de encuentro que con su fachada rojo con negro y una cruz invertida atraía a algunos grupos religiosos quienes rezaban frente a ella, según las anécdotas contadas por el iquiqueño.

Hoy está trabajando para un ambicioso proyecto. "La idea es siempre mantener la cultura motociclista en Iquique, a mi me encantaría que así como Pichilemu es la capital del surf, que Iquique sea la capital de la moto", por esa razón es que en junio del próximo año realizará un encuentro que pretende ser una experiencia placentera como los paquetes all inclusive de vacaciones, pero que incluye obviamente la máquina de dos ruedas.

Por las calles del norte anda en su adorada Harley Davidson Road King 1700, pero asegura no ser la definitiva para culminar su trayectoria en compañía de estas máquinas, que según confiesa "son mi juguete y mi pasión".

"Me pueden decir que van a Tacna o a Chiloé, pero la cultura de moto no está en Chile".

Rodrigo Collao, Motociclista, productor y tatuador."