Nadie duda que las carreteras concesionadas ofrecen rapidez en los viajes, por un valor determinado. Sin embargo, en nuestro norte, tenemos una desagradable experiencia.
Primero, la construcción de las carreteras se hicieron sobre los caminos que todos los chilenos habíamos pagado con mayor o menor esfuerzo y que se encontraban en buenas condiciones.
Nada quedó de esas magnánimas construcciones.
Segundo, en todo país que respete a su gente, hay alternativas camineras para quienes no están en condiciones o lisa y llanamente no quieren pagar por un servicio de dudosa calidad; llamadas comúnmente como caleteras.
Ahora que se anuncia con tanto boato la posibilidad -de seguro cierta- de concesionar el tramo Iquique-Arica, bueno sería que las autoridades "democráticas y progresistas", piensen en "El Pueblo" y dejen los actuales caminos como alternativa al pingüe que son las concesiones; de esta forma, el rol subsidiario del Estado, se haría materia.
Anuncio de ruta concesionada II
Durante la inauguración de las obras de la cuesta Chiza, el subsecretario de Obras Públicas, Sergio Galilea, informo que las Direcciones de Vialidad de Arica y Parinacota y Tarapacá trabajan en una propuesta para optimizar el tramo, Humberstone - Arica, que sería de carácter concesionado por el alcance de la inversión, cercana a los US$240 millones.
Bonitas palabras, peligrosas palabras de políticos, que no es nada más y nada menos que la privatización de las carreteras públicas.
Está en el debate público el sistema de AFP, la gratuidad de la educación y otros. Sin embargo , debemos agregar la defensa del derecho que establece la Constitución Política de Chile: El derecho a la libertad personal y a la seguridad individual, en consecuencia: Toda persona tiene derecho a residir y permanecer en cualquier lugar de la República, trasladarse de uno a otro y entrar y salir de su territorio.
Obviamente, significa trasladarse libremente por todo el país sin pagar. Es tiempo de preguntar ¿por qué razones formamos el Estado? ¿Qué pasa si X ciudadanos no tienen dinero para pagar? Considero que no es para beneficiar el negocio y lucro extraordinario de las Concesionarias. Las carreteras son un bien público y deben ser gratuitas, pertenecen a todos.
Por último, valoro la actitud crítica al proyecto del alcalde de Huara, José Bartolo, por la simple razón que las autoridades elegidas representan los intereses de los ciudadanos. Es un acto que dignifica la política y a las prácticas de los políticos.
Luis Gómez Morales.
Luis Gutiérrez T.