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Entregan avances del altar del Papa que construyen en Lobito

Representantes de la comisión nacional y local dan cuenta de las principales características del presbiterio.
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Mariela Cabello Venegas

El próximo 12 de enero sería la fecha comprometida por la comisión nacional de la visita del Papa Francisco, para culminar los trabajos que se realizan en el campus Lobito para montar lo que será el presbiterio, donde el Santo Padre presidirá la misa que se desarrollará el jueves 18 de enero a las 11:30 horas.

Al respecto, Tomás González, productor nacional de la visita del sumo pontífice explicó que el sector cercado para el campo santo, tendrá una capacidad para al menos 450 mil personas, las cuales estarán distribuidas en 17 zonas.

"El Papa llega del aeropuerto a la misa, y la idea es que pueda circular por las 17 zonas en que van a estar distribuidas las personas, las cuales tendrán alrededor de 13 puertas, muy bien identificadas. La gente tendrá su entrada, más que nada por un tema de orden y seguridad. La idea es que no tengamos atochamiento, por eso se pensó en este sistema que ya lo vimos en Colombia y en Brasil y resultó para un millón de personas", dijo.

Características

Dentro de las particularidades del escenario que se monta en Lobito, el arquitecto a cargo del diseño, Yoing Koo, precisó que tendrá una altura promedio de 2 metros, la cual irá creciendo hacia los costados debido al desnivel que presenta el terreno.

"No quisimos dar una altura mayor para que la gente estuviera más cerca del Papa. Al dar una plataforma muy alta, la gente de la primera fila tiene que alejarse del altar para ver la figura del Papa, como ha sido el caso de otros países, que la gente debe retroceder para verlo", señaló.

Asimismo, Koo, indicó que el escenario que medirá 63 metros de largo y 16 de profundidad, quedará de espaldas al mar y frente al cerro por varias razones, entre ellas, el que se genera un anfiteatro natural, resguarda del viento y mejora la acústica, pero principalmente para proteger del sol a los fieles que acudan al evento masivo.

"Los rayos del sol no llegarán directo a la gente, y el Papa es el único que tendrá una sombra, por lo que tampoco tendrá dificultad con el sol a esa hora", dijo.

Otro de los temas destacados por Koo fueron los múltiples accesos del presbiterio para los distintos ritos de la eucaristía, incluyendo la presencia de los bailes que participarán de algunos momentos.

"Además habrá dos rampas y una especial para que acceda el Santo Padre, él acaba de cumplir el 17 de diciembre 82 años, y tiene 1 pulmón y medio, y todo exceso de escalera, empinación de rampa lo evitamos para que pueda celebrar la misa en las mejores condiciones. No hay que olvidar que él va a llevar 3 días de peregrinación en el país, y queremos hacer su estancia aquí lo más confortable posible", precisó.

Tranquilidad

En tanto, Sergio Villalón, coordinador de la visita del Papa en Iquique, llamó a la tranquilidad a la comunidad, porque si bien se espera a un gran número de peregrinos, se trabaja en coordinación entre distintos entes para que este encuentro resulte una gran fiesta.

"Queremos dar la señal de tranquilidad de la iglesia, intendencia, municipalidad, Carabineros de Chile. Es una de las redes logísticas más grandes que está trabajando, así que el llamado a la tranquilidad es muy grande", expresó.

Por su parte, el productor nacional de la visita, comentó que días previos a la misa papal, el escenario será revisado por una comitiva del Vaticano.

"Los rayos del sol no llegarán directo a la gente y el Papa es el único que tendrá sombra, por lo que tampoco tendrá dificultad con el sol".

Yoing Koo"

Pregonero de la misericordia

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Desde el inicio de su pontificado el Papa Francisco nos ha llamado a no ser espectadores de la vida. A no "balconear", sino que a "primerear" porque hemos sido "primereados" por Dios. Es decir, Dios nos amó primero enviándonos a su Hijo, y nos invita a manifestar ese amor a toda la humanidad: "Debemos amarnos unos a otros" (1Jn 4, 10).

El desafío que nos pone la vida frente a esta certeza profunda de ser amados por Dios es, en primer lugar, el de dejarnos amar por Dios, "¡Déjate misericordiar" y, en segundo lugar, el de "vivir misericordiando" a los demás. La Iglesia misionera se involucra con el mundo como lo hizo Jesús con sus discípulos, lavando sus pies. Un gesto de humildad cuyo significado profundo es el de saber ponerse al servicio de los demás.

"El Señor se involucra e involucra a los suyos, poniéndose de rodillas ante los demás para lavarlos. Pero luego dice a los discípulos; "Serán felices si hacen esto" (Jn 13, 17)", dice el Papa. Así tiene que ser una comunidad que "se mete con obras y gestos en la vida cotidiana de los demás, achica distancias, se abaja hasta la humillación si es necesario, y asume la vida humana, tocando la carne sufriente de Cristo en el pueblo" (EG 24).

En una sociedad que nos confronta con muchas vulneraciones a la dignidad humana y desafíos de equidad, el Papa Francisco nos recuerda que "nadie podrá quitarnos la dignidad que nos otorga este amor infinito e inquebrantable (el amor del Padre). Él nos permite levantar la cabeza y volver a empezar, con una ternura que nunca nos desilusiona y que siempre puede devolvernos la alegría" (EG3).