Cómo se vive la preparación
Los obispos de Chile habíamos estado con el Papa Francisco en enero, en el marco de la Visita ad Límina. Una vez más le dijimos lo importante que sería su visita a nuestra patria, él manifestó su deseo de venir, aunque no adelantó fecha, sí nos animó mucho a aprovechar muy bien pastoralmente el año 2018. El Papa tenía claro que esta es una fecha importante: 200 años de la independencia efectiva de nuestro país, 200 años del voto de O'Higgins, por lo tanto nos animaba a que fuera tiempo de un fuerte impulso evangelizador. ¡Qué bueno entonces que al decidir venir en enero del 2018, él mismo nos ayude con su presencia y enseñanza a hacer de este año un tiempo de gracia, de encuentro, entre los chilenos!.
El 19 de junio se anunció la Visita, gran alegría en las comunidades cristianas, expectación en los medios, comentarios varios en las calles, disputas acerca de los lugares que debiera visitar. Muchos decían que La Tirana (pueblo que alberga el santuario de la Virgen del Carmen) era el lugar adecuado para ser visitado. Junto a todas estas opiniones comenzó también la tarea de implementar aquellas comisiones que dieran impulso a todo el trabajo que se debía realizar para que esta Visita se diera dentro de un ambiente de seguridad, participación, tranquilidad, y pudiéramos sacar de ella los frutos deseados. Aquí debo destacar la generosidad de mucha gente, sacerdotes, diáconos, religiosos y muchos hombres y mujeres laicos, que desde un primer momento dispusieron lo mejor de sí, de sus capacidades profesionales de su amor a la Iglesia y de su tiempo para apoyar todo el trabajo que venía por delante. Es de destacar la importancia que cobró en todo esto la conformación de la Comisión Nacional, que con su permanente apoyo nos ha ayudado a organizar algo que a nosotros solos nos hubiera costado mucho poder realizar. Ha sido la unión de fuerzas, de voluntades, en donde también he de destacar el apoyo de las autoridades tanto regionales como comunales, lo que va haciendo posible que la Visita del Papa a Iquique sea de verdad un momento de gracia para los que creemos, y un momento histórico para todos los que lo viviremos.