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Roshne Mahtani: la mezcla cultural entre India y Chile

Hace 27 años confió su futuro a una tierra entre cerro y mar. Hoy se siente "más chilena que los porotos".
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Crismary Castillo Marengo

Roshne Mahtani tiene una gran sonrisa que se abre a quien le saluda. Sus pronunciados ojos negros de origen indio dan cuenta de la diversidad de nacionalidades que se pueden encontrar en Iquique.

Ella llegó junto a su esposo en 1991 a Iquique. Una ciudad que la asombró desde el momento en que tuvo que aterrizar en el aeropuerto al medio de una avenida al lado de Playa Brava.

Nació Bangalore, una metrópoli de la industria de la alta tecnología de la India y capital del estado de Karnataka en el sur del país asiático. Tras 27 años en el norte de Chile su español es de fácil entendimiento y la alegría que se cuela por el acento da muestras de su afable carácter.

Trotamundos

A los ocho años Roshne Mahtani trasladó su vida a la capital de Filipinas ya que su padre emprendió un negocio dedicado a los relojes en la ciudad de Manila, pero el destino le tenía preparado un nuevo rumbo y, después de estudiar, volvió a la India.

En su país natal conoció a su actual esposo y se casó. Dos años más adelante tomó un avión junto a su marido que los trajo a Iquique.

"Yo sabía de Chile pero no de Iquique. A veces mis amigas pensaban que estaba cerca de Japón porque estábamos en Asia y no, era en Sudamérica", recordó.

Su relación con Iquique quedó marcada desde el aterrizaje según describió. "Cuando el avión aterrizó en el aeropuerto y al minuto que vi Iquique me encantó por el mar, su tranquilidad y esta ciudad me aceptó muy bien. Yo estoy orgullosa de estar acá,", manifestó.

Este buen recibimiento iquiqueño se sumó a su facilidad de hablar idiomas por lo que no tuvo mayores problemas para aprender el español chileno.

"Hablo inglés, español, filipino y dos lenguas hindúes. Para nosotros los hindúes no es difícil hablar idiomas, es normal y por eso no fue difícil para mi entender", expresó.

Para siempre

Su estadía en la capital tarapaqueña pretendía ser por un tiempo determinado mientras se establecían los cimientos para su trabajo. Pero aquellos que llegan a Iquique entienden la magia que esconde el dragón que los atrapa para siempre.

"Iquique no te deja ir, tenemos negocio en Santiago pero yo me quedo acá. Estoy junto a mi esposo y aquí también vive mi hermano y mi mamá", dijo.

"Yo soy más chilena que los porotos. Así me dicen mis amigas. Soy una persona que se adapta fácilmente. El hindú es como el agua que se adapta a cualquier taza o tetera", afirmó.

Precisamente esa adaptación llegó de la mano con la comida. Si bien reconoce que la cocina no es su fuerte, encontró en la cúrcuma y el curry los aromas que le llevaban de nuevo a su país. "Antes era muy difícil pero ahora tenemos restaurantes especializados y en Zofri se consiguen todos los ingredientes", expresó.

¡las empanadas!

Al consultarle sobre cuáles son los elementos culturales que tomó de la cultura chilena no lo pensó dos veces y respondió entre risas: ¡las empanadas!.

"La gente es muy amable con los extranjeros. Cuando llegué a Iquique tenía más amigas chilenas que indias. Tenía una vecina chilena que hablaba inglés y ella me ayudó mucho a entender, fue una de mis primeras amigas", comentó.

Para Mahtani el hecho de haber crecido en Filipinas le enseñó la virtud de tener una mente abierta hacia otras culturas y esto le sirvió para el resto de su vida.

"Aquí aprendí que todos somos uno. La cultura sí es muy diferente, pero eso no significa que sea una barrera para conocer a otras personas, sin perder tu esencia", aseguró.

Esta visión la ejemplifica con su modo de comer ya que es vegetariana y cree que esto no debe ser problema si ve a alguien comiendo carne. "Yo no juzgo. Si la persona hace esto es porque sabe que ese es su camino. He aprendido a no juzgar y a aceptar", dijo.

Agradecimiento

Al consultarle sobre qué siente por Iquique Mahtani respondió que esta es su casa. "Si una persona viene de una gran ciudad y ve a Iquique como algo pequeño, debe cambiar ese pensamiento y venir con mente y corazón abiertos. Allí verá las bellezas y riquezas que tiene para ofrecer Iquique", expresó.

Para ella las bellezas de la ciudad están en sus atardeceres y en que no hay que pagar, como en Hong Kong, para vivir frente a la playa.

"La cultura sí es muy diferente, pero eso no significa que sea una barrera para conocer a otras personas".

Roshne Mahtani, migrante india, sobre la adaptación."