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El Papa Francisco convocó a 400 mil personas en Santiago

De todas partes de Chile, y otros países, llegaron los feligreses a escuchar al Sumo Pontífice, en su primera misa.
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Alas 09.37 de ayer, Francisco llegó a la calle Beauchef en Santiago, lugar donde abordó el Papamóvil para comenzar su recorrido por el Parque O'Higgins de Santiago, antes de iniciar la primera de las tres misas masivas que tiene contemplado celebrar en Chile.

Arriba de un jeep modelo Wrangler 2015, Francisco recibió los aplausos de las 400 mil personas que llegaron al recinto capitalino. Mientras el coro de la misa cantaba "Chile, una mesa para todos", Francisco sonreía a los peatones agolpados tras las vallas papales.

En el altar de más de 300 metros de largo lo esperaban laicos, sacerdotes y obispos. Entre ellos, el arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati y el obispo de Osorno, Juan Barros.

Tras bajar del Papamóvil, Francisco se dirigió a la parte trasera del escenario, para buscar la vestimenta diseñada especialmente para la misa: una tenida con una banda vertical color verde que representaba los cultivos de la zona central.

Mientras, personas de diferentes nacionalidades se repartían entre los asistentes chilenos, donde predominaron los argentinos.

Diez minutos antes de lo programado, a las 10.20, Francisco comenzó la misa.

Mensaje Papal

"Las bienaventuranzas no nacen de actitudes criticonas ni de la «palabrería barata» de aquellos que creen saberlo todo pero no se quieren comprometer con nada ni con nadie, y terminan así bloqueando toda posibilidad de generar procesos de transformación y reconstrucción en nuestras comunidades", dijo.

Esta fue la frase que marcó la homilía de Francisco, donde hizo un llamado a trabajar por la felicidad del otro, instancia en la que recordó la homilía de Raúl Silva Henríquez, quien fuera arzobispo de Santiago, entre 1961 y 1983, referida a la justicia de los hombres.

Tras ello, fueron siete las peticiones que se leyeron, apuntando a los ancianos, los jóvenes, los niños y la familia, entre otros. Mientras, 21 personas esperaban en el pasillo central frente al altar con sus ofrendas al Papa Francisco.

Cuando eso ocurría, fuera del Parque O'Higgins, un grupo de unas 200 personas se manifestaban contra la visita. Alcanzaron a avanzar 50 metros, cuando un chorro del carro lanza agua de Carabineros los detuvo.

Madrugadores

Pero la historia de la misa comenzó antes. Los primeros llegaron el lunes, pero la mayoría comenzó a llenar el parque de madrugada, con el objetivo de lograr una buena ubicación para ver al Papa, tras obtener su entrada gratuita.

Fue el caso de Irma Ampuero (55), originaria de Quemchi, en Chiloé, que lleva 30 años radicada en Punta Arenas por su trabajo de contadora. "Llegamos ayer en avión a Santiago y estuvimos desde las 03.30 AM esperando al Papa. Me gustó su mensaje, este país necesita alguien que llame a la unión y la justicia en nuestra sociedad", dijo.

"Me gustó su mensaje, pero esperaba algo más con respecto a los casos de abuso sexual".

Pedro Ponce"

"El Papa es como ver un pedacito de Dios entre nosotros. Estoy muy contenta de estar con él, a pesar de mi edad".

Orfelina López"

"Me encantó su mensaje, este país necesita a alguien que llame a la unión y la justicia en nuestra sociedad".

Irma Ampuero."