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Francisco responde a acusaciones contra Barros: "Son calumnias"

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Tras aterrizar en Iquique, Francisco defendió al obispo de Osorno, Juan Barros, de las críticas recibidas por estar presente en las misas de Santiago, Temuco e Iquique.

"El día que me traigan una prueba contra el obispos Barros, ahí voy hablar. No hay una sola prueba en contra, todo es calumnia", dijo Bergoglio, antes de subir al Papamóvil para celebrar su última misa masiva en el país.

El obispo Juan Barros es acusado extrajudicialmente de encubrir al sacerdote Fernando Karadima de los casos de abuso sexual cometidos en la parroquia de El Bosque, por los cuales fue condenado por el Vaticano en 2011.

A este cargo extrajudicial se suma la denuncia del publicista Francisco Gómez, exfeligrés de la misma iglesia, quien ha asegurado que en 1984 envió una carta escrita junta a otros jóvenes al cardenal Juan Francisco Fresno. La misiva habría sido recibida y desechada por Barros, secretario de Fresno en ese entonces, ha dicho Gómez.

"El Santo Padre, siempre ha sido conmigo muy cariñoso, muy apoyador y eso a uno como hijo de la Iglesia y sacerdote, lo alegra y fortalece", dijo ayer Barros al llegar a Iquique.

En conferencia de prensa, José Andrés Murillo, uno de los denunciantes de Fernando Karadima, rechazó los dichos de Francisco. "Hemos ido siempre con la verdad por delante. No podemos aceptar los dichos del Papa. El obispo Barros sabe de los abusos", afirmó Murillo.

Papa recibe a familiar de detenido desaparecido

El iquiqueño Héctor Marín Rossel, entregó una carta al Santo Padre donde pide que interceda frente al Estado para "saber dónde están nuestros seres queridos".
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Davied Jaime - La Estrella de Iquique

Acompañado de un grupo de cerca de 20 personas, Héctor Marín, presidente de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos y Detenidos Desaparecidos de Pisagua, llegó hasta la Gruta de Lourdes, con mucho nerviosismo y emocionado por el encuentro con el Papa. Pasó el control de Carabineros, mientras sus acompañantes lo esperaron tras las rejas.

"Es una oportunidad única y una gran responsabilidad de reunirme con el Papa para que el pueda mediar para que el Estado de Chile y el Ejército entreguen el lugar donde se encuentran los cuerpos de nuestros familiares", aseguró.

Luego de una espera de dos horas al interior del templo, llegó el líder del Vaticano, donde se realizó la bendición a los enfermos y recibió una carta de parte de Héctor Marín.

"Cuando saludó a la última persona, me acerqué nuevamente y le dije ´Papa Francisco, en su mano le entrego la esperanza de encontrar a nuestros detenidos desaparecidos´. Me sonrió, me dio la mano", aseguró Marín, quien agrega que recibió un rosario de parte del Sumo Pontífice.

Marín, de 61 años, destacó la importancia de ser recibidos por el Papa. "Quedó en el tapete a nivel mundial el tema de los detenidos desaparecidos, que estaban invisibles y para nosotros es un gran triunfo", aseguró.

Al mismo tiempo, Marín, quien sufrió la muerte de su hermano Jorge de 19 años en 1973, explicó que "nos haya recibido en la Gruta de Lourdes, un bastión tremendo de resistencia en dictadura y permitió agradecerle por la gran labor de la Iglesia Católica y el Cardenal Raúl Silva Henríquez que salvaron miles de vidas", concluyó el dirigente.

Tras ello, Francisco almorzó en el salón multipropósito de la residencia de los sacerdotes oblatos de Iquique, al costado del santuario de Lourdes, donde luego de ello se dirigió a una habitación que le habían preparado en el tercer piso, donde descansó por una hora, para luego, a las 15.27 horas, salir hacia el aeropuerto, en medio de la algarabía de los fieles que durante todo el día esperaron para saludarlo.

15.27 horas de ayer, el Papa salió de la Gruta de Lourdes hacia el aeropuerto.

Veinte enfermos fueron bendecidos en Cavancha

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A las 10 de la mañana comenzaron a llegar los enfermos y sus familiares al Santuario de la Virgen de Lourdes en Cavancha. Estaban ansiosos de lo que sería el encuentro con el Papa Francisco, lo que se concretó a las 13.45 horas, cuando el Sumo Pontífice, ingresó a la iglesia ubicada en calle Alcalde Godoy de la Península.

El Papa quiso saludar a los fieles apostados frente al Santuario, pero su jefe de seguridad lo hizo desistir e ingresó raudo al templo donde lo esperaban los 20 enfermos.

Uno a uno comenzaron a recibir las bendiciones del líder religioso y a cada persona le entregó de regalo un rosario.

Lisardo Omonte (19), quien sufre de microcefalia, fue uno de los que fue bendecido por el Papa. El joven que es acólito, llegó junto a su madre gracias a la gestión del obispo de Iquique, Guillermo Vera. "Estoy feliz, todo el mundo está feliz, le gusta el fútbol igual que a mí", dijo Omonte a la salida de la iglesia, pasadas las 14 horas.

Su madre, Margarita Olate, explicó que son muy creyentes y además devotos del Señor de Los Milagros.

También fueron bendecidos Pascual Cortés y Guillermina Rojas, quienes tienen 76 años de matrimonio. "Es algo hermoso, inolvidable, que no pensé fuera posible", dijo Cortés, de 95 años, quien llegó acompañado de su hija.