Carlos Luz Aguilera

Cuando el Papa Francisco llevaba sus primeros metros de su recorrido por Playa Brava saludando a la gente, cerca de la rotonda Oppido Lucano, conocida como Chipana, el caballo de la carabinera Ana Aguilera Casas, de la subcomisaría Chinchorro de Arica, se inquietó por los gritos y aplausos de los asistentes y levantó sus patas delanteras, lo que generó la caída de la policía en la calzada. Intentó mantenerse en el lomo, hasta se golpeó con el Papamóvil por los bruscos movimientos, pero la corpulencia del animal la superó.

Segundos antes de que la carabinera se cayera en la avenida Arturo Prat, el Sumo Pontífice pasó a un metro de ella en su Papamóvil, pero se percató de l accidente. Por lo que junto a sus guardias de seguridad, entre ellos Doménico Giani, inspector general del Cuerpo de Gendarmería del Vaticano, se bajaron del vehículo para socorrerla. Carabineros y otros escoltas de la máxima autoridad de la Iglesia Católica también se dirigieron rápidamente hacia ella.

Christopher Oyarzún, de 24 años, junto a su sobrina y tres hermanos, estaba a un par de metros de donde cayó Aguilera. Llegó hasta el borde costero para saludar a Francisco e inmortalizar su paso por la ciudad en un vídeo. La misma grabación registró el infortunio. "El Papa hizo detener el vehículo para ir donde ella". A un costado de la emergencia, un uniformado agarró el caballo nervioso y lo trasladó a la vereda.

Juan Alfaro también presenció el suceso y recuerda que "mientras esperaba, el caballo estaba inquieto y se movía para los lados".

Atención

Personal de salud llegó en una ambulancia y trasladó consciente a la afectada al Hospital Regional, donde le diagnosticaron policontusiones. Su cadera se dañó. Hasta ayer recibió atención en el centro asistencial, pero antes de retirarse se realizó una resonancia en una rodilla.

El general director de Carabineros, Bruno Villalobos, visitó y habló con Aguilera y los médicos que la atendieron: "Dentro de lo delicado de la caída, está bien. Está siendo atendida y haciéndose los exámenes correspondientes. Además, está de buen humor, consciente y contenta por la función que estaba cumpliendo como carabinero, y eso me deja contento a mí".

Sobre la alteración del caballo, explica que se "encabritó por los aplausos y gritos de la gente, lo que originó su caída (...). Es un caballo habituado al servicio policial. Estas son las contingencias que ocurren y a pesar de toda la planificación, no están consideradas". Respecto al diagnóstico de la joven oriunda de Osorno, respondió que son "lesiones que no serían de consideración".

Su familia, en tanto, fue informada por Carabineros del accidente que sufrió su pariente.

13 horas y minutos eran cuando la uniformada sufrió el accidente en la avenida Arturo Prat.

Cuando el Papa Francisco comenzaba la misa en el sector de Lobito, varias familias argentinas e iquiqueñas disfrutaban de una mañana en playa Cavancha. Prefirieron este panorama que ir a ver al Sumo Pontífice, y las razonas son varias.

Alicia Andrioli, de 35 años, llegó junto a su familia de Ushuaia, Argentina. Dice que son católicos, pero en parte por la falta de información del itinerario del Papa, prefirieron disfrutar del balneario. "Nos enteramos una semana antes que iba a venir. Además, no es algo que me interesa ver".

A unos metros estaba Esperanza Navia junto a su familia, su esposo, hija y nieto. Ella dice que no fueron a la misa por la lejanía de Lobito. "Yo pensé que la iban a hacer al lado del Casino, y pedimos entradas pensando que la iban a realizar ahí". Gustavo Henríquez, en cambio, decidió no ir a Lobito porque tienen dos hijas pequeñas y desconfía de las condiciones del sector.