Animada espera tuvieron los asistentes a la misa en Lobito
Con cánticos y festivos bailes, grupos aguardaron la llegada del Papa Francisco a la eucaristía.
La alegría fue el mejor acompañamiento para las miles de personas que esperaron la misa del Papa Francisco durante la noche en el campus Lobito.
La mayoría de los feligreses llegaron durante la madrugada al lugar para salvaguardar un buen puesto que les permitiera divisar de la mejor manera al Sumo Pontífice.
Durante la madrugada, los cantos y bailes amenizaron la espera que se prolongaría por toda la noche. Por ello, los fieles aseguraron que no sintieron frío mientras estaban expectantes ante la aparición del sol.
Noelia Neira llegó a las 2 de la mañana y durmió de forma intermitente. "Rezábamos y cantábamos. Y nos alegramos con la llegada del Lolito, San José y la Chinita", contó.
Por su parte, Fresia Pizarro dijo que junto a sus acompañantes fueron los primeros en llegar a la fila a las 20.30 horas del miércoles. "Tomamos la micro en Bulnes y estamos con mucha emoción por recibir al Papa Francisco", manifestó.
Asimismo, los feligreses llegaron hasta playa Lobito portando frazadas, sacos de dormir y sillas. La comida también fue muy importante, ya que muchos llevaron alimentos y bebestibles para aguardar el comienzo de la eucaristía.
Extranjeros
Muchos extranjeros también llegaron a presenciar la misa del Papa. El joven argentino Gonzalo Ducca llegó a playa Lobito junto a cuatro amigos, con quienes fue de vacaciones hasta Machu Picchu. De regreso a su país se enteró que estaría el Santo Padre en Iquique.
"Soy muy seguidor del Papa y no sabía que iba a estar aquí entonces vinimos muy rápido. Es muy bueno terminar un viaje así", aseveró el argentino.
En tanto, la ciudadana peruana Doris Chavarría manifestó su emoción de ver al Papa en la capital regional. "Fue una odisea llegar, porque llegamos de la casa a las 3 de la mañana. Alcanzamos un furgón y nos vinimos 'soplados'", mencionó.