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Pasó de hacer hamburguesas en casa a tener un local de comida

Víctor Hugo Zapata inició vendiendo sus productos vía delivery. Ahora sueña con su propio restaurante.
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Evelin Aguilar Paniagua

Son las 11 de la mañana y Víctor Hugo Zapata (37) ya se encuentra tras el mostrador para recibir a los primeros comensales que llegarán a disfrutar de la tradicional comida de su amada Colombia, aquella que dejó un 20 de junio de 2012 con el sueño de conocer Chile y por qué no, forjar un nuevo destino.

Recuerda como si fuera ayer el día que partió de Pereira, pero no se arrepiente ya que al poco tiempo de llegar a Iquique consiguió trabajo como vendedor de celulares en una de las ferias que se ubica en el sector del Agro; sin embargo, esto no sería lo que esta ciudad nortina le tenía deparado.

A los dos meses de estar en suelo chileno, Víctor Hugo trajo a la ciudad a su esposa Viviana Martínez quien ingresó a trabajar a Zofri. No obstante, aún se sentían incompletos y por lo mismo a los ocho meses, tras ahorrar el dinero suficiente, trajeron a sus dos hijos, Juan José y Mariana.

Para asegurar que llegue a la mesa una arepa o un patacón-como él dice-, sus trabajos no eran suficientes. Fue allí que surgió la idea de tener un negocio paralelo: preparar hamburguesas colombianas en casa, promocionarlas por redes sociales y hacer delivery. "

"Las repartíamos en colectivos, y así nos dimos a conocer con la hamburguesa que es el fuerte nuestro", dice orgulloso.

Narra que cuando llegó a Iquique "no éramos tantos colombianos, había pocos productos de mi país y no encontrábamos nuestra comida, solo había un restaurante reconocido que quedaba en Thompson con Juan Martínez". Con el tiempo supo aprovechar esta carencia.

Su primer local

Partió vendiendo hamburguesas a sus compatriotas solo los fines de semana, pero luego poco a poco fue sumando días hasta que se dio la posibilidad de alquilar un pequeño local en el pasaje Esfuerzo.

"Empezamos con mucho esfuerzo, ya que gran parte del dinero que mi esposa ganaba en Zofri era para inyectar al local", cuenta al evocar aquel año de trabajo en el que fue su primer local.

Así como aumentó la acogida por estas hamburguesas que Víctor Hugo asegura que encantan paladares por su sabor agridulce, crecieron las ansias de este colombiano de seguir ampliando el negocio familiar.

Pero eso no fue fácil y es que algo que marcó a este emprendedor inmigrante fue enfrentarse al estigma que existe hacia sus connacionales. "Una vez llamé a pedir una habitación rentada y cuando me preguntaron qué nacionalidad tenía, me colgaron. Para mí fue muy frustrante porque realmente yo veía que no iba a ser capaz y que si todos me iba a tratar así por ser colombiano, entonces decía que iba a ser muy difícil", detalla.

Fruto del esfuerzo

Hoy se encuentra en su local de comida rápida "Donde El Calvo", ubicado en Juan Martínez, en el cual no solo ofrece hamburguesas, sino también salchipapas, arepas, patacones además de platos típicos como frijoles, arroz con pollo, lentejas y bandeja paisa.

Recalca que este es el resultado del esfuerzo no solo suyo sino también de su esposa e hijos. "En algún momento (mis hijos) durmieron en el piso, mientras la mamá y yo estamos atendiendo el local (...) o la mamá salía de trabajar para seguir haciéndolo".

Si bien el espacio físico no es propio, afirma que el negocio ya logró consolidarse al punto que no solo recibe clientes colombianos, sino también chilenos, peruanos, argentinos, venezolanos y hasta chinos a quienes puede demostrar, según él, que Colombia no es sinónimo de narcotráfico, sino que tiene mucho por destacar como es el caso de su gastronomía.

"Cuando uno ve que hay personas que confían, me alquilan un departamento o un local, eso me llena de satisfacción y más cuando en la noche veo mi local lleno", expresa.

Víctor Hugo trabaja todos los días y su sueño es llegar a tener su propio restaurante en la ciudad que un día lo acogió y cuya gente le dio la oportunidad de empezar a escribir una historia de emprendimiento.

"Mi sueño es llegar a tener un local propio aquí. Puede ser en 10 o 15 años, pero algún día lo lograré, así como un día llegué a tener esto".

Victor Hugo Zapata, dueño del local de comida "Donde El Calvo"."