La historia de amor entre una panameña y un árabe
Ella llegó a Iquique a estudiar y él se enamoró de ella apenas la vió, de la unión nacieron cinco hijos.
P alestina y Panamá son países diametralmente opuestos, separados por 11.877 kilómetros de distancia, pero Iquique fue la ciudad donde nació y floreció la historia de amor entre George El Alam y Jineth Zúñiga, para quienes la religión, el color o las costumbres no fueron impedimentos para formar una familia.
Jineth recuerda que en 1990 llegó a terminar sus estudios de educación media, junto a sus dos hermanos, su madre y su padrastro, quien era marino mercante y viajaba durante largos meses.
"No tengo muy bonitos recuerdos de la escuela, porque por ser extranjera y de tez morena, me decían negrita y me escribían cosas en la pizarra, después con el tiempo aprendieron a aceptarme", narró Jineth.
Primer encuentro
Luego se graduó de laboratorista dental y, mientras esperaba su título, trabajó como vendedora en un local de la calle Tarapacá y allí conoció al amor de su vida.
La jefa de Jineth terminó siendo su cuñada, porque el joven visitaba a su hermana y aprovechaba la ocasión para conquistar a la chica panameña.
"Me enamoré de sus rulos, de su color de piel y de su carisma", confiesa El Alam.
Se conocieron en diciembre de 1996 y en febrero del año siguiente comenzó el pololeo.
En 1998 los padres de Jineth se separaron y su madre decidió volver a Panamá, junto a sus hijos, pero Jineth solo resistió estar 45 días lejos de su pololo.
"El amor fue más fuerte y volví a Chile, además de que mis suegros me pidieron que volviera", confiesa ella, a lo que añade que su suegro la trató como a una hija y llenó el espacio que Jineth sentía que le faltaba.
Familia
Jineth y George se casan por el civil en el 2012 y en el 2013 contraen nupcias por la Iglesia Evangélica Ortodoxa.
"Yo era católica, ahora soy cristiana, la única diferencia es que no se veneran imágenes en estatuas, sino en pinturas y se les dicen íconos", explica Jineth.
De esa unión nacieron 5 hijos: Geryes (17), Jihad (15), George (10), Jenin (9) y Jawad (2), cuyos nombres tienen un significado y forman parte de la tradición familiar del abuelo paterno, que consistía en que todos los nombres de sus descendientes debían comenzar con las letras "G" y "J".
Jihad significa esfuerzo o lucha, Jenin es una ciudad palestina, Jawad es victorioso, mientras que Geryes es George en árabe y significa "hombre que cultiva la tierra".
"No hemos tenido la oportunidad de viajar en familia a Panamá, porque somos muchos y los boletos aéreos son costosos, sale más barato ir a Miami, no sé por qué", comenta Jineth.
Sin embargo, después de 17 años sin volver a su tierra, Jineth logró viajar en el 2013 y encontrarse con sus seres queridos, aunque cuenta que su hermano vive en Iquique y está casado con una boliviana.
"Mi mamá se acaba de ir, después de haber estado con nosotros tres meses, para ella es sagrado viajar a Chile cada año", dice con orgullo.
Gastronomía
La familia El Alam Zúñiga tiene el privilegio de contar con una rica gastronomía, porque la jefa de hogar se encarga de regalonear a todos con sus preparaciones, unos días cocina comida árabe y otros se luce con platos panameños.
"Yo cocino de todo", dice sonriente, a lo que añade que de la comida de su tierra la favorita de su esposo y de sus hijos es el arroz con pollo, acompañado de "patacones" (plátano verde frito).
En cuanto a la comida árabe, Jineth aprendió a cocinarla de la mano de su suegra y dicen que lo hace muy bien.
Hace 12 años falleció la señora y ahora la familia sigue la tradición culinaria, con platos como el maklube, por ejemplo.
Jineth indica que el maklube "lleva una capa de pollo, arroz, verduras (berenjena, pimentón, zanahoria y tomates), se cocina tapado, al estar listo se voltea sobre una bandeja y se rocía con almendras tostadas, es como una torta invertida".
Hace un mes los esposos El Alam decidieron abrir un pequeño restaurante, justo al lado de su casa, porque a ella le encanta cocinar y a él le gusta ver a la familia unida.
Así que juntos ofrecen un menú de comida árabe y platos chilenos, donde el comensal puede pedir un shawarma (árabe) o deleitarse con la tradicional pichanga (chilena), donde no falta un buen café, una infusión o un refrescante jugo.
Esta familia también participa en el XV Festival de Colectividades Extranjeras, en representación del Mundo Árabe, siempre unidos por el amor.
"Me enamoré de sus rulos, de su color de piel y de su carisma".
George El Alam,, esposo palestino."