Está grave tras recibir un disparo en la cabeza
Es al menos la octava persona que recibe un impacto de bala este año en la región. Está con riesgo vital en la UCI.
En la noche del martes pasado, cuando ya terminaba el día, una mujer escuchó un disparo que se efectuó a unos 70 metros de donde ella estaba. Luego, otra persona encontró tirado a un ciudadano colombiano, de 29 años, en la intersección de las calles Sargento Aldea y Arturo Pérez Canto, quien minutos antes había recibido un disparo en la cabeza.
Estos datos son parte de la información que maneja el personal del OS-9 de Carabineros, que, por instrucción del fiscal jefe de Iquique, Gonzalo Guerrero, está a cargo de investigar el hecho, junto a un grupo de policías del Laboratorio de Criminalística (Labocar).
El jefe (s) del OS-9, capitán Celso García, dijo que entrevistaron entre 8 y 10 personas, que viven en el sector, para recopilar información del ataque, pero ninguna de ellas presenció el ilícito.
Respecto al trascendido de que la víctima, luego de recibir el disparo, fue lanzada al pavimento desde un vehículo de color gris, el capitán García respondió que esa información aún no se ha comprobado, ya que, de los entrevistados, nadie observó el ataque. Incluso, "por las pruebas orgánicas, se podría decir que el afectado estaba en la calle", añade.
El ciudadano colombiano fue trasladado al Hospital Regional donde fue operado ayer en la madrugada y hasta el cierre de esta edición, se mantenía grave, con riesgo vital, en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
Al sitio del suceso también concurrió personal del Labocar, que levantó pruebas orgánicas y balísticas, las que serán analizadas en sus laboratorios de química y balística forense, "cuyos resultados serán entregados a la Fiscalía", informó el capitán Pablo Leiva al sitio Soyiquique.cl.
García, por su parte, dijo que aún no hay detenidos y no se ha establecido la identidad del responsable del disparo y el motivo de la agresión.
Ocho víctimas
Este joven extranjero, quien no registra antecedentes penales y policiales, es al menos la octava víctima que recibe un disparo en los primeros 23 días del año en la región. Dos de ellos murieron.
Los dos primeros ataques ocurrieron el 1 de enero, en que una de las víctimas falleció en el campamento El Mirador de Iquique. Los otros dos afectados, ese día, recibieron un impacto en el muslo y abdomen, por una discusión que nació en una fila para comprar en una botillería.
El año pasado, hasta el 23 de enero, este medio publicó solo un caso de una persona baleada en Tarapacá.
8 personas del sector, aproximadamente, fueron entrevistadas las horas siguientes del ataque.