distancias
Desde Iquique
Huara
77 kilómetros
Pisagua
162 kilómetros
Tarapacá
102 kilómetros
Pachica
117 kilómetros
Mocha
149 kilómetros
Huara
77 kilómetros
Pisagua
162 kilómetros
Tarapacá
102 kilómetros
Pachica
117 kilómetros
Mocha
149 kilómetros
N o es lo mismo ver un vídeo sobre las maravillas del mundo submarino, que colocarse una vestimenta de buzo, lentes y el chaleco con tanque de oxígeno, lanzarse en las profundidades del mar y experimentar la sensación de observar todo en vivo.
El "bautizo submarino" es una de las opciones que ofrece el instructor Carlos Guerrero, en el Centro de Buceo Iquique, ubicado en el kilómetro 12, camino al Aeropuerto Diego Aracena.
Con un costo de 40 mil pesos, el usuario recibe la vestimenta y el equipo, además de una clase introductoria, donde le enseñan a respirar con el regulador de oxígeno, primero fuera del agua, luego en la orilla de la playa para sentir confianza y, finalmente en las profundidades del sector La Poza.
"Es una inmersión guiada por instructores certificados y autorizados por la Armada de Chile, lo pueden practicar personas mayores de diez años. La única contraindicación es que no sufran de claustrofobia, epilepsia o problemas cardíacos severos", explica Guerrero.
El instructor recuerda que "al sumergirse se debe tapar la nariz y soplar, a fin de igualar la presión interna con la externa de los oídos".
Las prácticas se realizan entre las 10 y las 15 horas, de lunes a domingo, a una profundidad de 6 metros.
Durante la práctica del buceo se pueden admirar diversas especies que conviven en el fondo del mar, su comportamiento, la manera cómo se protegen de sus depredadores y su hábitat natural.
Corales, peces, algas, cangrejos, camarones, almejas y demás especies, se mezclan aportando colorido y belleza al mundo submarino.
Las jerguillas, por ejemplo, son peces que se alimentan de algas y viven entre las rocas.
Por otro lado, los lenguados son especies que aprendieron a camuflarse en el fondo del mar. Se mantienen inmóvile, así buscan pasar desapercibidos y sobrevivir.
También se observa una que otra borrachilla roja, descansando sobre esponjas, una especie típica de las costas chilenas que se alimenta de pequeños crustáceos.
Guerrero advierte que se debe tener especial cuidado de no tocar a la "actinia ortiga", porque posee dardos irritantes que causan picor y que usan como arma de defensa.
Además se observan jaibas, pulpos, cabinzas, chasques y el pez aguja, este último se esconde debajo de la arena, se mueve rápido y se alimenta de huevos de crustáceos.
Algunos logran observar al pez San Pedro, en peligro, un verdadero tesoro debajo del mar.
Uno de los sectores poco conocidos del sur de Iquique es la playa El Fraile. Para llegar a este lugar debe necesariamente pasar por Playa Blanca. Viajando en vehículo el trayecto es de 9,4 kilómetros al sur.
Los turistas que han disfrutado de este apartado lugar, señalan las bondades que ofrece, como aguas tibias, arena blanca, entre otras cualidades que solo este sector puede entregar.
Además, una de las bondades de este sector es que no se encuentra intervenido por el hombre, lo que permite experiencias como disfrutar de una playa silenciosa y sin mayor público e incluso disfrutar de una arena más limpia que la tradicional. Todo esto ofrece la playa El Fraile ubicada al sur de Iquique.
Si bien el sector es de gran belleza y siempre es adornado por el mar, de visitarlo debe recordar que no es un playa apta para el baño, por lo que se requiere tomar todas la precauciones, especialmente con la presencia de niños.