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Artesana de Colchane expone en Museo Precolombino de la capital

En diciembre del 2017 ganó el premio Sello Artesanía por rescatar la textilería aymara del poblado.
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Mariela Cabello Venegas.

Desde que tiene uso de razón estuvo rodeada de lanas y tejidos, y a los 5 años -según recuerda- comenzó a hilar para después a los 8 hacer su primer tejido, que fue una faja chinita. Es la historia de María Susana Choque Mamani, quien el año recién pasado ganó el premio del Consejo Nacional de la Cultura, Sello Artesanía, y hoy expone sus trabajos en el Museo Chileno de Arte Precolombino, luego de ser exhibidas en el Centro Cultural La Moneda.

Oriunda de Colchane, María cuenta que como antes no había televisión, ni celular y apenas algo de señal de radio, los niños del poblado jugaban alrededor del trabajo de sus madres y abuelas.

"Nosotros jugábamos mientras la mamá y las abuelitas tejían y con los pedacitos de lanas que les quedaban nosotros jugábamos a tejer y de ahí nace todo", explica la artesana, quien agrega que en la medida que "vas creciendo, te van enseñando a hilar, a tejer y el tejido también se hace más complejo".

Las artesanas

La ahora premiada artesana cuenta que el premio al sello le llegó de manera inesperada, puesto que ella estaba más preocupada de postular a sus congéneres que a ella misma.

"Quería que las artesanas de más edad fueran las reconocidas, para que recibieran una certificación antes que no estuvieran aquí", expresa.

Sin embargo, eso no sucedió pues nadie estaba interesado, entonces ella se postuló con el tejido de los Wak'aqallus de Lichiwayus.

La idea de este premio es rescatar las tradiciones, la cultura ancestral y las raíces, por lo tanto consideró que el rescate lo propondría a través de un trabajo tomado de una reliquia familiar hecha por las manos de su bisabuela, y que su padre mantenía guardado durante por años.

El premio

En cuanto al premio, fue entregado en Santiago por el ministro de Cultura. Sin embargo, debido a la enfermedad de su hijo ella no pudo viajar.

"No pude ir, porque estaba mi hijo enfermo, pero fue mi hermana, pero fue bonito igual porque el reconocimiento", dice sonriendo.

De la misma manera, confiesa que "yo no me esperaba el reconocimiento, esperaba que se lo dieran a la Teófila o la María , la verdad era que ellas se ganaran el premio porque eran las artesanas más antiguas".

El Wak'aqallus

Para quienes no conozcan, que es un wak'aqallu, se trata de una parte de la vestimenta de los músicos, denominados "Lichiwayus", que están presentes en las fiestas patronales del interior de nuestra región.

"Los 'lichiwayus' es un grupo de personas que tocan este instrumento que se llama lichiwayus que siempre tocan para las fiestas patronales, para subir al calvario, para esas cosas. Y dentro de sus vestimentas está el wak'aqallus , que se coloca sobre la cintura debajo de un faldón blanco y un pañuelo rojo", comenta María Choque.

Los colores rojizos que se utilizan para su confección, según señala la creadora, derivaron del ave características de los paisajes andinos, como es el flamenco.

"En esta época de lluvia los flamencos no son rosados, sino que todos van a estar rojos. Entonces todo está conectado con lo andino y tiene un sentido", expresa.

Técnicas milenarias

Sobre la técnica del tejido, María expresa que son milenarias, por eso es una pena que se esté perdiendo esta parte de la cultura aymara.

"Eso pasa por no transmitir a nuestros hijos más que nada nuestra cultura. Porque si transmitiéramos a nuestros hijos, y nuestros hijos a sus hijos y así, podríamos continuar con este rescate de la cultura", enfatiza.

En el caso puntual de su familia, su abuela le transmitió el aprender a tejer a su madre y a su vez su madre le enseño a sus hermanas y a ella.

"Pero va mucho también en lo que le gusta a la gente. Por ejemplo, yo tengo a mis hermanas y a todos nos enseñó por igual, pero a ellas no les gusta. Aprendieron a tejer y nunca más tejieron, emigraron a la ciudad y ahí quedó", asegura.

Su gusto por tejer

En su caso, ella ama tejer. "Me gusta lo que hago, me gusta estar entremedio de mis lanas, y hay también personas que trabajan por necesidad con las lanas, pero no le gusta. Hay diferentes intereses", precisa.

En ese sentido, cuenta, que actualmente se ha perdido la preocupación por un tejido ancestral.

"Aquí miran lo más fácil que es la madeja, pero no sé si es bueno o malo, pero para mi gusto o lo que yo voy a vender no, porque sé que tengo alpacas y trato de conservar lo natural, los teñidos naturales", confiesa.

Nuevas generaciones

Por ello, María Choque envía un mensaje a las nuevas generaciones a conservar y resguardar lo que les pertenece, que es su cultura.

"Como los abuelitos se mueren, se llevan todo su conocimiento. Yo me voy a morir también, pero ahí está el interés de los hijos, de los papás, de las mamás, que le enseñen a sus hijos de su cultura", dice.

Y en ese sentido, enfatiza en que no habla solo de las lanas, sino que "sobre el ganado, sobre el turismo. Hay infinidades de riquezas en este Colchane, pero no sabemos cuidarlo, ni explotarlo", puntualiza.

"No pude ir ( a recibir el premio) porque estaba mi hijo enfermo, fue mi hermana. Pero fue bonito el reconocimiento"

María Susana Choque,, sobre su premio del Sello Artesanía 2017."

"Me gusta lo que hago, me gusta estar entremedio de las lanas, y hay también personas que trabajan por necesidad".

María Susana Choque,, hoy expone sus trabajos en el Museo Chileno de Arte Precolombino."