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Las consecuencias de las noches de carrete en las playas de Iquique

En verano aumenta naturalmente la cantidad de personas que prefiere reunirse en las noches y madrugadas en el borde costero, frente al mar, lo que acrecienta los efectos y excesos de los jolgorios, incluso la comisión de delitos.
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Carlos Luz Aguilera

Antonio Giannoni Rodríguez llega a las siete de la mañana a Cavancha, junto a su equipo de trabajo, para retirar la basura dejada en la arena. A diario, de martes a jueves, pueden llenar ocho bolsas grandes con escombros, incluyendo botellas, latas de cerveza y restos de cigarrillos, que son las sobras del "carrete" de hace solo unas horas atrás en la playa.

El fin de semana la basura aumenta en el balneario y los trabajadores de Aseo y Ornato del municipio de Iquique pueden llegar a completar 30 bolsas solo en el primer turno, que dura de 7 a 16 horas. Sin embargo, como la playa debe estar impecable temprano, ocho funcionarios dedicados solo a sacar los desechos de la arena, se demoran una hora y media en limpiarla.

El jefe (s) del departamento de Aseo y Ornato, David Ponce, informó que de viernes a domingo retiran a diario seis toneladas de basura en las playas de la ciudad, considerando los sectores de Playa Brava, Huayquique, El Morro, Poza de Los Caballos, Primeras Piedras, Marinero Desconocido y Cavancha.

"Van 480 toneladas desde el 1 de enero hasta el 9 de febrero y 700 desde el inicio de la temporada de verano (en diciembre pasado)", agrega Ponce.

Los desperdicios de quienes usan las playas como escenario de sus carretes, son uno de los efectos negativos de las reuniones en la costa. Los consumos constantes de bebidas alcohólicas y drogas por parte de jóvenes, incluso por menores de edad, es otro exceso en el borde costero.

Policía marítima

En la madrugada del viernes 9, a las 00:37 horas, cuatro marinos de la policía marítima comenzaron un patrullaje por la costanera para mantener el orden y evitar la comisión de delitos y faltas. Su primer procedimiento, sin embargo, no se relacionó con jolgorios, más bien con un joven de 20 años que desapareció en Palo Buque. A pesar de una intensa búsqueda de sus familiares y varias horas de angustia, seguía desaparecido desde el pasado miércoles 8.

A las 1:40 horas, el patrullaje siguió en Huayquique, una de las playas favoritas por los jóvenes por la falta de alumbrado público que en algo camufla el evidente consumo de alcohol y drogas. "El fin de semana los números de personas y hechos aumentan en gran medida, por lo que Carabineros nos coopera y de este modo podemos controlar el lugar. Tres o cuatro marinos no son suficientes", dice el teniente Rafael González.

En un extremo de la playa, los marinos observaron un vehículo que ingresó a la arena hasta distanciarse solo un par de metros del mar, lo que significaba un peligro por el oleaje que se acercaba de modo intermitente al automóvil sin patente. Además, dos normas prohiben que se instale, explica el teniente.

Ante la presencia de los policías, un joven descalzo salió del automóvil, mientras una mujer se quedó en el asiento del copiloto. Tras confirmar los uniformados que ninguno registraba una orden de detención en el sistema del Poder Judicial, la pareja se retiró pero con ciertas complicaciones de su auto gris ya que un desnivel de la arena hacia la calzada dificultó su salida.

"Los que carretean en las playas tienen entre 17 y 35 años, aproximadamente, y en lugares como este que son menos iluminados ocurre que la gente viene en sus autos y usan el sector como miradores y moteles", dice González.

A unos 100 metros de distancia, un grupo de tres mujeres y tres hombres llegaron en dos vehículos a Huayquique después de compartir en un cumpleaños. Algunos se sentaron en un muro de concreto que divide la playa con la calzada para beber cervezas. Otros se apoyaron en los automóviles.

Al menos un envoltorio de latas botado en la arena por algún integrante, alertó a los marinos quienes no se fueron hasta que el grupo retiró su basura. Una mujer de todos modos les preguntó si se podían quedar, pero fueron instados a irse. A su alrededor, doce vehículos seguían estacionados junto a un sinnúmero de observadores. Algunos cerca del mar.

En Cavancha, pasadas las dos de la madrugada, un grupo de 12 jóvenes, ocho de ellos adolescentes, bebían pisco Mistral con Coca-Cola y cervezas en la arena. Otros fumaban. Lo hacían mientras tres personas dormían a unos metros de distancia, una pareja a unos 50 metros ocupaba el asiento de los salvavidas y otros cinco conjuntos de personas también carreteaban a lo largo del balneario. Sin embargo, algunos prefirieron abandonar el sector al ver a los marinos.

"En las madrugadas del sábado y domingo, la cantidad de jóvenes en Cavancha aumenta al menos el doble, y llega luego del cierre de las discos, después de las cuatro, y en la previa hasta la medianoche", dice González, quien agrega que la droga favorita de las jornadas es la marihuana.

Según la Capitanía de Puerto de Iquique, en 2017 se cursaron 829 citaciones a tribunales por consumo de alcohol en la vía pública, siete por porte de drogas y una por venta de bebidas alcohólicas.

En 2016, en cambio, se cursaron 201 citaciones por consumo de alcohol. Este año, en tanto, la Armada informa que ya van 103 por esta falta.

Carabineros, por su parte, informa que este año han cursado 61 infracciones en el borde costero, siendo el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública la que más se repite (20 veces). La sigue la conducción sin licencia y la presencia de personas en estado de ebriedad. Además, han detenido a seis personas por manejar ebrios.

La institución comunica, además, que para disminuir la comisión de delitos en las playas, reforzó su servicio hace unos días con la alianza de patrullajes motorizados, de infantería y en bicicletas.

Afectado

Alan Vogt Lorca, de 32 años, es profesor de surf y bodyboard, ex seleccionado nacional de stand up paddle y es uno de los primeros en llegar a Cavancha de lunes a domingo, donde instala su carpa con trajes y tablas para sus alumnos.

Cerca de las 8 horas detecta residuos del carrete que aún no son retirados. "El municipio realiza una buena labor de limpieza, pero igual de repente se ven botellas. En otros sectores, como Huayquique, el Marinero Desconocido y Las Urracas que son los lugares que yo frecuento para surfear, se ve más basura y gente que se quedó durmiendo".

Agrega que a un costado del edificio Atalaya, en el balneario, "uno ve latas, vidrios, cigarrillos y personas que siguen carreteando hasta altas horas de la mañana. Y por ser periodo estival, la playa sufre más". Él también ha sufrido, dice: "Una vez caminando por la playa me corté el pie con un trozo de vidrio de una botella de alcohol".

Vogt reitera que la labor de aseo del municipio se ha reforzado en estas fechas (aumentó el personal a 23 trabajadores) y que hay más tachos de basura. Sin embargo, cree que el balneario seguirá ensuciándose si los visitantes no son conscientes de los efectos de dejar sus desperdicios en cualquier lugar. "Cuando recibo gente temprano, afecta que el entorno esté sucio (…) Quienes vengan a disfrutar, les pido que no la dañen".

En enero de 2016 se sacó 330 toneladas de todas las playas de Iquique. El mes pasado, en cambio, fueron 354. Todo indica que en febrero se mantendrá el alza y el carrete no acabará.

"Los que carretean en las playas tienen entre 17 y 35 años"

Teniente Rafael González"

En resumen


La basura y la comisión de faltas y delitos

Desechos y faltas y delitos son dos de las consecuencias que genera el carrete en las playas de Iquique, principalmente en Cavancha, Hayquique. La Armada también menciona Playa Blanca como un destino favorito por los jóvenes.


Jóvenes entre 17 y 35 años visitan las playas

Principalmente jóvenes se ven en las noches y madrugada del fin de semana para compartir con amistades, dice el teniente Rafael González. Muchas veces lo hacen consumiendo alcohol o drogas, a vista de las demás personas.

700 toneladas de basura ha retirado el municipio de Iquique de las playas de Iquique. Solo en enero pasado se recogieron 354 toneladas.

829 citaciones a tribunales cursó el año pasado la policía marítima por el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública.