Catastro identificó a 48 cementerios indígenas en provincia del Tamarugal
Huara es la comuna con el mayor número de estos recintos en uso.
La Secretaría Regional Ministerial de Bienes Nacionales en Tarapacá, realizó un catastro de los cementerios indígenas en El Tamarugal, como parte de un convenio nacional suscrito con la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena.
Además de conocer la cantidad, el catastro también apunta a regularizar esos terrenos, para que las comunidades puedan resguardar el lugar donde descansan sus deudos.
Carol Hernández, encargada de convenio, catastro e identificación de cementerios indígenas, de la Seremi de Bienes Nacionales, informó que el convenio les permitirá administrar terrenos que hasta ahora son fiscales.
"La idea es que las comunidades indígenas se hagan cargo. Habitualmente estos espacios terminaban siendo administrados por los municipios o el Obispado, la Diócesis de Iquique", indicó.
Activos y en desuso
Tras el catastro, realizado en 2017, se identificaron 48 cementerios, los que fueron catalogados entre los que están activos y aquellos en desuso.
"En uso significa que todavía son ocupados por familias que viven en esas localidades para enterrar personas. Nos fuimos dando cuenta también de que habían cementerios en calidad de vestigios arqueológicos, a los que llamamos sin uso", explicó.
Los cementerios en desuso, agregó la socióloga, corresponden a periodos prehispánicos y coloniales, los que en su mayoría no están siendo protegidos, a excepción de localidades como Huarasiña y Suca, aunque "la gente no transmite esa información porque van personas a saquearlos, a llevarse cráneos de recuerdo".
Y aunque la mayoría, asumió Hernández, no están en buen estado, los cementerios de la quebrada de Camiña son los de mejor conservación, pues "hay personas que siempre están yendo a cuidar, regar y limpiar".
Problemas
En su trabajo, Carol Hernández identificó que el cementerio más grande en el Tamarugal es el de San Lorenzo de Tarapacá.
"Tiene más de mil tumbas y es un cementerio en uso, el problema es que no hay donde inhumar más cuerpos. No hay más espacio y tiene problemas porque las personas que van a la fiesta de San Lorenzo han hecho muchos destrozos", manifestó.
La información fue reforzada por Javier Aguirre, presidente de la Comunidad Indígena de San Lorenzo de Tarapacá.
"En el cementerio antiguo prácticamente sus cruces desaparecieron, la gente cuando llega a la fiesta del santo patrono las toma para hacer fogatas. Ya no tenemos evidencia de que era un cementerio. Ahora parece una planicie. En el cementerio actual, su capacidad está completa. Cuando hay un nuevo difunto se extrae lo que queda de uno antiguo y se hace una cabida", reconoció el dirigente, quien espera cercarlos en un futuro próximo, pues está "bastante" preocupado.
"No hay registro. Cualquier persona trae un cajón, a sus deudos y los sepulta. Eso debemos regularizarlo. Que cualquier finado venga con su registro", comentó.
En Bienes Nacionales explicaron que, como todo terreno fiscal, una vez que los cementerios sean regularizados, sus comunidades podrán optar a beneficios del Estado, lo que les permitiría un mayor resguardo de los mismos.