Breve guía para quienes quieran adoptar a un gatito callejero
Llevarlo al veterinario para desparasitarlo, consultar con el especialista cuándo debe ser vacunado, adaptar un espacio para ellos en la casa, y hacerles cariño, son algunos tips para una adopción exitosa.
Valeria Barahona
Un gatito maullando en la calle, moquillento y con pulgas, es una imagen sobrecogedora, que mueve a la compasión y a las ganas de llevarlo a casa. Sin embargo, los expertos advierten que una adopción exitosa es la suma de factores físicos y psicológicos tanto del animal como de la persona, independientemente de la edad del gato.
En el caso de un animal pequeño, para saber si ya fue destetado hay que subirlo a una pesa, dice la veterinaria Pamina Horlacher.
"Cuando tienen mamá, deben subir cerca de 100 gramos semanales, sólo tomando leche, entonces, a los dos meses ya deberían estar en 800 o 900 gramos", ese es el momento ideal para separarlos de la gata, afirma.
El peso también está dado por la disponibilidad de comida que tuvieron, pero "en general, los gatitos callejeros están en pésimas condiciones cuando los adoptan, desnutridos o infectados en pulgas, con muchos parásitos", afirma la especialista.
Por otra parte, si el gato ya es adulto, "es mentira que no se adaptan", sostiene la estilista felina y responsable de la página de Facebook "Chile gatitos en adopción" -con más de 17 mil seguidores-, Andrea Sanhueza.
Los adultos, asegura, se acostumbran "mucho más que las guaguas, porque ya saben lo que es estar en la calle, ya lo pasaron mal".
Los felinos son reconocidos como dueños de un carácter particular, el que "se define a los cuatro meses", añade Sanhueza, razón por la que hay que tomar en cuenta que, si el gato tiene un año y es arisco, "va a estar mejor dentro de la casa que en la calle, pero nunca va a haber una conexión directa".
Independientemente de la edad, al recoger un gato de la calle hay que "ojalá llevarlo de inmediato a que el veterinario le haga un chequeo general y, después, esperar unos siete o diez días para colocar la primera vacuna, porque el primer día puede estar súper bien, pero al quinto empieza con algún problema, resfrío o gástrico, entonces hay que tratar esto rápido para que vaya a interferir la vacuna", explica Horlacher.
Frente a las pulgas "se pueden desparasitar el mismo día que lo recogen, con una pipeta", recomienda la especialista.
Adaptar la casa
Los gatos usan el espacio completo, por este motivo hay rascadores que incluyen casas en altura, pero también es bueno "ambientarles sitios de la casa para que ellos se puedan subir, como repisas", aconseja Horlacher.
Antes de que el felino entre a la casa, Sanhueza recomienda rociar el lugar con hormonas en spray (disponibles en farmacias) que "los hacen estar más cómodos en ambientes nuevos".
El uso de la arena "es casi innato: uno los pone en la cajita y ellos empiezan a rascar, ya saben que la tienen que ocupar, porque tapan", dice Horlacher. Pese a esto, cuando son muy chicos y, si la casa o el departamento es muy grande, "hay que tenerles el arenero lo más cerca de donde vayan a estar, porque si tienen que recorrer es probable que muchas veces tengan problemas de eliminación".
Si el lugar es un departamento, Sanhueza pide "tener mallas en las ventanas, porque ya sean guaguas o adultos, se caen".
Collar y campana
Accesorios como collares y campanas pueden, a juicio de la profesional, comenzar a usarse desde pequeños, para que se vayan acostumbrando. Dice que estos deben ser "de un material suave, no muy pesado, para que no le incomode tanto", señala la veterinaria.
La campanilla para disminuir la caza de pájaros o ratones es un tema "súper controversial: hay quienes dicen que les genera neurosis y otros que no pasa nada. No hay muchos estudios al respecto, así que, si el gato se acostumbra, no hay problema", dice Horlacher. Ahora, para que el gatito se acostumbre a su nuevo hogar, "lo ideal es tocarlo harto. Si no se deja, ojalá usar guantes para evitar algún daño, y hacerle harto cariño para que se vaya acostumbrando". En un mes, debería estar más dócil.
"Cuando tienen mamá, deben subir cerca de 100 gramos semanales sólo tomando leche, entonces, a los dos meses, ya deberían estar en 800 o 900 gramos".
Pamina Horlacher,, veterinaria."