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Reviven la naturaleza y crean artesanías hechas con reciclaje

Carolina Rodríguez y César Zúñiga recorren la ciudad y la Pampa del Tamarugal buscando ramas y hojas.
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Crismary Castillo Marengo

Reutilizar todo aquello que bota la naturaleza es el principal material que usan Carolina Rodríguez y César Daniel Zúñiga en su taller "Ramasamí".

Sus trabajos se nutren de semillas de tamarugo, pequeños troncos de mango y guayabo, así como de ideas y combinaciones que se aplican a objetos de uso práctico.

Lámparas de sal con enrejado de semillas de tamarugo iluminan casas tanto de Iquique como de Canadá y Taiwán.

"Comenzamos haciendo cosas muy pequeñas para regalos y mucho después nació la idea de ofrecerlo al público. Lo formalizamos hace tres años y medio porque nos dimos a conocer en exposiciones y ferias de artesanía", explicó Rodríguez.

Su primer trabajo fue un par de lámparas de ramas pequeñas entrecruzadas que se destacó de entre los productos que estaban en el mercado.

"La persona que la compró nos animó a seguir haciéndolas y que nos concentráramos en este tipo de artesanía reciclada", recordó.

Reciclaje

Su trabajo es reciclar la naturaleza y para ello primero realizan un recorrido para recoger semillas, frutos secos, troncos, piedras, hojas.

"Salimos a recolectar y a veces estamos toda una mañana o la tarde entera buscando. Si alguien poda un árbol normalmente lo bota pero para nosotros es materia prima", manifestó la artesana y añadió que también aprovechan cuando el municipio poda las palmeras.

"Todo lo que sea de Tarapacá lo usamos y luego pasa por un proceso de lavado y tratado. No es llegar y hacerlo. Cuando tenemos todo preparado comenzamos a trabajar en las obras", dijo.

Por ejemplo, los artistas toman un espejo y en su borde, hay pequeños trozos de árboles de Pica, como el mango y el guayabo.

"La magia no está en el espejo sino en el marco. La madera que usamos la cortamos y tratamos con materiales. Los cortamos en rodajas o pedacitos y vamos reuniéndolos hasta hacer un mosaico natural", expresó.

Lámparas de semillas

Las pequeñas y redondeadas semillas del árbol de tamarugo que caen sin pedir permiso en la pampa son seleccionadas para hacer lámparas.

"Nos sentimos identificados con las lámparas de semillas de tamarugo. La pampa es un lugar donde encontramos cientos de estas semillas y están todas botadas", describió.

Su lámpara de sal con enrejado de semillas y ramas es un tronco con un trozo de sal. "Primero hacemos un plan de diseño. Daniel se encarga del trabajo más pesado de cortar los troncos. Nosotros no cortamos el árbol vivo, sólo recogemos lo que cae al suelo", recalcó.

Tanto Rodríguez como Zúñiga contaron que siempre tuvieron la intuición de que trabajar con reciclaje era algo que se les daría de forma sencilla, por lo que dejaron de lado sus carreras, Traducción e Ingeniería Metalúrgica, respectivamente.

"Aparte de las lámparas hacemos atrapasueños que sólo llevan ramas, semillas y los frutos secos. Hacemos maceteros con compostaje de todo lo que nos sobra", dijo.

Ramasamí

El nombre de su taller "Ramasamí" tiene un significado que se amarra literalmente a la naturaleza.

"Tiene nuestra identidad. Es como 'ramas vengan a mí', y todos nos conocen así. Nuestro objetivo es promover el reciclaje y la identidad que se ha perdido en la región ya que los verdaderos artesanos están escondidos", planteó.

Su idea es seguir trabajando y poder llegar a grupos como los adultos mayores o personas privadas de libertad.

"Nuestros padres son pampinos y vemos cómo los adultos mayores no son tomados en cuenta cuando tienen muchísimas cosas por aportar. A nosotros nos ayudarían con los trabajos que requieran más paciencia", cerró.

"Nuestro objetivo es promover el reciclaje y la identidad que se ha perdido".

Carolina Rodríguez, artesana que reutiliza ramas y hojas de la pampa del Tamarugal."