Maikel tuvo que abandonar la medicina para lograr salir de Cuba
Lleva un mes en Iquique pero le costó ocho días de viaje y muchos obstáculos llegar en busca de un mejor futuro.
En medio de las travesías que los migrantes viven a diario para poder ingresar a Chile en búsqueda de nuevas oportunidades, se encontraba el cubano Maikel Sequeda Bouza, quien vivió de todo en los ocho días que se demoró para llegar hasta Iquique.
Se tituló de médico general y estaba haciendo la especialización en terapia intensiva, algo que lo amarraría a su país sin permitir su posterior salida, así que lo pensó dos veces y decidió embarcarse en un bus con destino a Guyana, donde los cubanos pueden andar a libre albedrío, pero pasó por diversas situaciones que le dificultaron el viaje.
"Desde Guyana hacia acá tienes que pasar por una selva alrededor de 23 horas donde puede pasar cualquier cantidad de cosas, asaltos y otras(...) Porque, a pesar de que estás legal en el país, siempre tratan de quitarte el dinero", sostuvo el médico quien describe a sus compatriotas como ingenuos, y "aunque seamos un poco acelerados de pensamiento pasamos como bobos porque somos muy inocentes, muchas veces se aprovechan de esa situación y nos timan, entonces a mí me pasó eso con los policías", contó Maikel, quien al menos tuvo ese problema porque "hay muchas más personas que pasan más situaciones, les roban todas sus prendas, su dinero, se quedan botados en el camino, los violan, miles de situaciones", agregó.
Dejando esta mala experiencia de lado, se fue rumbo a Brasil y luego pasó por Bolivia, donde tuvo su segundo obstáculo. "En el grupo que nosotros veníamos nos perdimos un día completo, entonces son situaciones en las que a veces te quedas sin comer, llegas a la casa de una persona que supuestamente te tiene ahí y te dice que la cosa está mala cuando no es así", confesó el oriundo de Santa Clara.
En cuba
A pesar de hablar inglés y francés, creyó que con su lengua madre se podría sentir más cómodo, así es que luego de hacer un estudio de mercado para saber el mejor destino de Latinoamérica para vivir, su resultado arrojó Chile.
En Villa Clara, provincia ubicada en la zona centro de Cuba, llevaba una vida con la que no estaba conforme. "Es muy incómodo para una persona porque tiene que seguir de cierta forma leyes y cosas que no son leyes como otros países, sino impuestas (...) de cierto modo vivimos en una isla prisión, no puedes tener deseos ilimitados, solo limitados", manifestó el joven de 28 años.
Y a pesar de sus malas experiencias en este viaje que lo han dejado con siete kilos menos, siente que "vale 100% la pena. "La ventaja es que con un salario mínimo aquí puedes vivir de una forma discreta pero puedes alimentarte y tener cosas básicas (...) Tengo en contra que mi familia está en Cuba, que uno extraña a su gente realmente porque la sociedad, la política y el gobierno cubano por muy bonito que sea el país, uno no lo extraña tanto, es duro pero hay que decir como se siente", reflexionó, ya que el sueldo que ganaba por ser médico se traduce, según sus palabras, a $30.000 mesuales.
Este cubano apasionado por la medicina lleva un mes en Iquique, donde ha trabajado en la construcción y no le hace el quite a ninguna labor, sin embargo, "mi deseo es trabajar en este país, si puedo como médico sería espectacular, no por el hecho de la remuneración económica, sino por el hecho de ayudar a tantas personas y tratar de difundir la medicina que tanto me gusta".
"De cierto modo vivimos en una isla prisión, no puedes tener deseos ilimitados, solo limitados".
Maikel Sequeda Bouza, médico general."