Francisca Cabello Iriarte

En el mundo de las telas, los brillos y las lentejuelas, Patricio Pérez ha estado inserto durante toda su vida. Vivía en Vallenar pero a los 12 años se fue de su casa sin rumbo alguno, hasta que la danza lo cautivó y lo trajo hace 30 años a vivir a Iquique, una ciudad de la que no puede salir más de tres días sin extrañarla.

Como bailarín y coreógrafo llegó a trabajar a los clubes del centro, hasta que se dio cuenta de la poca remuneración que obtenía, y se hizo a un costado de las luces de los espectáculos para ser garzón y administrador, pero eso sí, nunca dejó de ayudar a sus amigas bailarinas, confeccionando los trajes que noche a noche utilizaban para sus shows.

"Yo quería más", confesó el productor con respecto a los ocho años que lo tuvieron sin pisar los escenarios, pero a las costuras nunca les dijo adiós, es por eso que se considera "un creador innato, todo lo que sé me lo enseñó la vida, soy autodidacta, y a pesar de que han habido tiempos en los que digo, ya no hago nada más, después me tientan con algo y empiezo a trabajar", contó Patricio.

Espectáculo

Para este productor el año pasado y el verano 2018 estuvo fuerte en términos de trabajo, las temáticas semanales que realizó el Casino Dreams, donde las famosas a nivel nacional se presentaban junto a un cuerpo de baile atrajo a los espectadores a presenciar un espectáculo donde existía danza, sensualidad y llamativos trajes que cambiaban acorde al país o película, salieron de la creatividad del Pato, como le dicen sus amigos.

Su trabajo es su vida, en simples palabras, le encanta lo que hace y hasta "yo creo que voy a morir haciendo cosas, porque si tu vieras las cajas y cajas inmensas que tengo", sostuvo junto a los trajes que con orgullo exhibe, ya que son fruto de su minucioso arte.

Cientos de trajes ha confeccionado a lo largo de toda su carrera, pero uno de los secretos que lo han llevado a trabajar con vestuarios de calidad es "ser busquilla". "Me ha salido barato porque busco y voy a la Quebradilla, al (terminal) agro de Hospicio, de Iquique, entonces encuentro telas bonitas. Yo más transformo que diseño, pero todo tiene su trabajo", sostuvo.

Hay veces en los que se dedica 100% en la confección y puede pasar hasta tres días trabajando en un traje, pero hay instantes en los que ocurren situaciones extraordinarias, "como la de Lisandra Silva cuando vino que no tenía traje, y yo me vine (a mi casa), pesqué algunas cosas, lo armé y le hice el traje en 20 minutos", comentó.

Otra de las anécdotas que han surgido en estas producciones fue en una versión de la Vedetón, un evento que realiza todos los años donde lleva a las mejores vedettes de Iquique. "Una vez traje a una chica de Argentina y me dicen, Pato por favor que no vayan a mostrar nada porque está la alcaldesa (...) Sale la niña, baila y yo le había hecho un corpiño de monedas, pero no se las tomé de la parte de abajo, entonces ella se da vuelta hacia el público, hace la araña y se van todas las monedas para atrás y queda con el pecho al aire".

Ha trabajado con un abanico de personajes como Marlen Olivari, Daniella Chávez y Nicole Luli Moreno, y ha sido una experiencia excepcional de la que se siente agradecido de su equipo por confiar en su creatividad y a los que se refiere como su familia porque "es la gente que trabaja conmigo porque siempre están, yo les digo amigo sabes que hay que hacer esto, y eso me da ganas de seguir trabajando haciendo lo que hago", expresó.

Patricio Pérez, el productor local que viste y desviste a las famosas

"Yo creo que voy a morir haciendo cosas, porque si tu vieras las cajas y cajas inmensas que tengo".

Patricio Pérez, vestuarista."