Jóvenes talentos eligen a Iquique como escenario callejero
Músicos sureños itinerantes agradecen oportunidad de desarrollar su arte en espacios abiertos.
Asoma el mediodía en Iquique y entre los ruidos del tránsito típicos del centro histórico de la ciudad, se distinguen melodías de guitarra acústica y voz, gracias a los parlantes portátiles de los cantantes callejeros.
Provenientes desde el centro y sur del país, recorren Chile por el placer de desarrollar su talento musical en diferentes territorios, de preferencia, en espacios abiertos.
"En la calle aprendí a cantar en público y a quitarme la vergüenza de compartir mis composiciones" comenta Nicole Sanhueza Parra (23) alias "Mundana", mientras toma un descanso de la guitarra en su escenario temporal de calle Tarapacá con Baquedano.
Nacida en Villarica, los deseos de hacer música y de honrar a sus antepasados, de quienes asegura heredar su talento, la llevaron a crear canciones y formarse como autodidacta en la guitarra.
"Comencé tocando tres notas y atreviéndome a componer con lo que sabía en ese momento. En Santiago me subí a las primeras micros y supe que era una instancia donde podía aprender mucho tanto por la práctica como por las personas que iba conociendo", comentó "Mundana".
Fue en febrero del 2017 cuando llegó al norte y una vez en Iquique, se equipó de lo necesario para seguir tocando. "Primero salía a las micros, después a la Plaza Prat y así. Actualmente, por las tardes, doy taller de música y danza en una escuela", comenta la joven que incluso en abril del año pasado, obtuvo el primer lugar en el festival de la voz local, Elena Caffarena, lo que reafirmó su confianza en el que define como un "corto pero intenso camino".
"No solté más la guitarra, llevo 17 composiciones en un año y medio. La música me llamo a hacer esto, conociendo a otros músicos y participando en colaboraciones con artistas locales. Hoy es a lo que me dedico al 100%...", comenta, mientas una mujer la interrumpe para felicitarla por su voz.
Mejor que en casa
Unos metros más al este, ritmos clásicos latinoamericanos musicalizan los pasos de los transeúntes que caminan por el centro.
Es por efecto de los acordes de Álvaro Ortiz de Zárate (32), joven santiaguino que ya cumple una temporada de siete meses en la Tierra de Campeones.
"Yo soy un músico itinerante y viajo por gusto de tocar y compartir con la gente en la calle, que para un viajero es el mejor escenario, donde las cosas ocurren", aseguró.
Con una recopilación de folclore tradicional ha viajado por varias ciudades del país y aunque se detuvo más veces en el sur que de la zona norte, asegura que le encanta Iquique.
"Creo que la gente es muy abierta con la música: se paran a escuchar, se acercan a conversar, a comprar y preguntar por los discos", sostuvo.
Admitió que en otros lugares de Chile no se permite ejercer el arte callejero libremente, lo que limita el desarrollo de la cultura en estos espacios públicos.
"Es valorable que las autoridades permitan actuar en lugares transitados de la ciudad, lo que nos deja entrar en contacto con la gente y compartir el trabajo que uno hace", recalcó.
"Soy músico itinerante y viajo por el gusto de compartir con la gente en el mejor escenario , donde las cosas pasan".
Álvaro Ortiz de Zárate,, músico."