En Chile llevamos un buen tiempo hablando acerca del problema social y sociológico del "microtráfico de drogas".
Junto a esto se aprecia el esfuerzo de organismos gubernamentales y otras instituciones privadas que actúan para brindar protección y apoyo frente a estos eventos.
No obstante, pareciera que esa 'lucha' para erradicar o, al menos, aminorar estas prácticas, no tiene ni tendría sostenibilidad en la actual escala de valores, ni a mediano ni a largo plazo.
Esto, por la sencilla razón que este se genera a partir de otro proceso económico industrial más amplio, como es el macrotráfico de drogas -si es que se permite el término-, y frente al cual algunos infieren 'encontrarse perdida la batalla de antemano'.
El tema es lioso. Hay opiniones que estas actividades llegan a constituir políticas de Estado y el conocimiento histórico corrobora al respecto.
Sin ir más lejos, puede retrotraerse el caso de "la guerra del opio" entre Inglaterra y China, acontecida entre los años 1839 y 1842. Esta se inicia cuando el emperador Daoguang ordenó a su ministro Lin Hse Tsu detener el tráfico de opio que se realizaba en ese país y que era trabajado por la compañía británica de las Indias Orientales.
En este caso, la Reina puso su Armada al servicio de esa económica causa, arrasan a los chinos y se incrementa el negocio.
Pero más allá de estas realidades, deben primar premisas constructivistas ante el tema problema.
Es así que, frente a este panorama global, las conclusiones son extremadamente amplias. No obstante, puede exponerse un par de ideas más frente al tema: por un lado tenemos la propuesta del Premio Nobel de Economía, Milton Friedman, 1976, en el sentido de legalizar esta actividad comercial, legitimándola y controlando sus repercusiones; tal como el tabaco, el alcohol y otros.
En segundo término, institucionalizar coaching en el territorio nacional, mostrando nuevos paradigmas éticos, psicosociales y culturales, donde se exhorte a la conciencia-conocimiento que todo ser humano posee - a actuar, puesto que es allí donde radica la comprensión acerca de la significancia superior de la vida humana.
Pedro Oróstica C.