Servicios funerarios van desde $400 mil hasta $3 millones
Las familias iquiqueñas recurren a sus seguros de AFP e IPS, mientras que las colectividades extranjeras deben optar por préstamos, colectas o ayudas de los consulados, a excepción de los chinos que pagan en efectivo.
La muerte ya no es un tabú para los iquiqueños, quienes con anticipación ahorran para cuando llegue ese día y así no dejar esa carga económica a sus familiares.
"A medida que el tiempo pasa uno piensa qué va a hacer cuando llegue la muerte y se planifica para no causarle problemas a los hijos", comenta Nancy Oyanader, profesora jubilada.
"Ya me compré la casita debajo de la tierra, es para cuatro personas, ya enterramos a mis suegros, luego nos tocará a mi marido y a mí", agrega, sin querer revelar su edad.
Nancy sufrió un accidente cerebrovascular y su esposo padece de Parkinson, ambos agradecen a Dios por cada minuto de vida, ya que sus dos hijos viven lejos y ellos tienen que valerse por sí mismos.
Servicios funerarios
En Iquique todas las funerarias son conocidas, porque son empresas familiares que tienen más de 50 años de antigüedad.
Nelson Pérez, de Funeraria "La Humanitaria", opina que las personas se preocupan por ver si la pensión les cubre la cuota mortuoria.
Por ejemplo, la AFP cubre 15 UF, unos 405 mil pesos, y el IPS entrega un aporte de 532 mil pesos, lo cual sirve para pagar un servicio fúnebre básico o como pie para uno de mayor valor.
Los servicios incluyen el retiro del cadáver del hospital, llevarlo a una Iglesia, al domicilio o a la capilla velatoria, además de auto de acompañamiento, cafetería básica, libro de condolencias, inscripción de la defunción, entre otros trámites legales.
"Hay personas que tienen bóvedas o mausoleos en los cementerios públicos; los que no tienen compran nichos", añade Pérez.
Por su parte, Javier Araya, socio de la funeraria San Ignacio, cuenta que los precios van desde 400 mil hasta 3 millones y medio de pesos, dependiendo de la madera de la urna que se seleccione.
La urna presidencial es la más costosa, está elaborada con madera de raulí y se entrega con certificado de autenticidad, al igual que la de pino oregón americano.
Araya destaca que existen familias iquiqueñas que aún conservan la tradición de llevar bandas de bronce a los funerales.
La funeraria San Ignacio tiene clientes que pagan con anticipación los servicios y solo llaman al momento de que ocurre el deceso.
"La gente que no se prepara es porque la muerte ocurrió por accidente", afirma Araya.
Repatriación
Araya cuenta que esta semana falleció un camionero peruano y sus familiares recurrieron a un préstamo para cubrir los gastos, además de la repatriación del cuerpo y los gastos que implica el traslado de los familiares para el velorio.
La comunidad china, a diferencia de otras colectividades extranjeras, tiene dinero para costear los 7 millones que puede costar la repatriación del difunto, según comenta Araya.
Mientras que otras colectividades, como los bolivianas, colombianas, peruanas y dominicanas, deben hacer colectas especiales o pedir ayuda económica al consulado de su país para cubrir gastos mortuorios.
La repatriación más económica es hacia Oruro, frontera con Bolivia, que sale 250 mil pesos aproximadamente, allí un carro fúnebre del vecino país se encarga del traslado del cadáver hasta la ciudad de origen.
Testamento
"Muy pocas personas solicitan la redacción de un testamento, desde el 2012 hasta la fecha, solo una persona ha acudido a mi para que lo haga y declinó luego de que se le explicó todo el aspecto legal", comentó el abogado Nino Fortte, del escritorio jurídico B y K.
El profesional de las leyes dice que existen una serie de normas consagradas en el Código Civil que suplen la voluntad de la persona que quiere dejar un testamento, quien en vida no puede libremente disponer de la totalidad de todos sus bienes.
Las "asignaciones forzosas" pueden dejar invalidado cualquier testamento. "Se hace una especie de división imaginaria del patrimonio del causante en cuatro partes, de las cuales dos son para las asignaciones forzosas (esposa e hijos), una para mejoras (darle más a alguno de los herederos) y otra de libre disposición (puede asignarse a cualquier otra persona)", explica el jurista.
Según la experiencia de Fortte, las personas prefieren esperar a que sus hijos cumplan 18 años para hacer una compra-venta ficticia y así dejarle en vida algún bien.
Crematorio
La cremación llegó a Iquique hace un mes, de la mano de Funeraria Cubillos, empresa que instaló un crematorio en Pozo Almonte.
Rossana Ugarte, dueña de la funeraria, indica que en un mes han realizado 19 cremaciones, lo cual le hace pensar que es una opción atractiva para la población, ya que son la cuarta empresa que ofrece este tipo de servicio, siendo los otros puntos: Santiago, Antofagasta y Arica, cuyos costos van desde 790 mil pesos.
"Las familias vienen, preguntan, pactan un servicio y eligen lo que más les guste, les damos la opción de pagarlo de inmediato o en cuotas".
"Hace 20 años atrás era un tabú hablar de fallecimiento, ahora las familias son precavidas y se preparan con sepultura o cremación", añade.
Cementerios
Yenny Jorquera González es descendiente de pampinos y su abuelo reposa en el mausoleo de los trabajadores ferroviarios, en el Cementerio 1, pero su mamá quiere que la entierren en Huara.
En su opinión, "entre el parque El Sendero, el cementerio general y el crematorio, es mejor reducir a cenizas, porque se paga una sola vez. Solo habría que preguntarle a la persona antes de morir dónde quiere estar, si en casa de un familiar o que lo arrojen al mar".
En este camposanto no hay espacio para nuevos difuntos, ya que data del año 1898, tiene más de 5.500 nichos, tal como informó Nelson Toro, encargado de patio.
"La gente se prepara para el fallecimiento, vienen a preguntar, visitan las funerarias y reservan con tiempo, otras tienen mausoleos que han heredado o pertenecen a alguna institución que tiene capacidad dentro del cementerio", acotó.
En el Cementerio 3 hay 80 nichos disponibles para la venta, pero esta semana comenzó la construcción de un pabellón para 360 nichos, según lo informado por Oscar Valenzuela, administrador (s) de los cementerios municipales.
Los costos van por tramos de 5, 10 y 20 años, con cuotas desde 13 UTM, unos 611 mil pesos, hasta 900 mil pesos, sumados a otros costos si se requiere de exhumación, traslado, derecho a sepultura o reducción del nicho, entre otros.
Valenzuela explica que el valor de los nichos se puede pagar en su totalidad o dando el 50%, el resto se pagaría en 6 cuotas.
Al vencerse el plazo contratado hay que volver a pagar, de lo contrario el cadáver es exhumado y depositado en una fosa común, previa notificación a los familiares y luego de ser publicado en el diario oficial, además de colocar la información en la entrada del cementerio.
"La gente que no se prepara es porque la muerte ocurrió por accidente
Javier Araya,, Funeraria San Ignacio"