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Para el británico Benedict Cumberbatch uno de los estímulos a la hora de protagonizar una película de superhéroes es acercar al gran público "obras más desconocidas".

El actor de 41 años que se hizo mundialmente conocido por interpretar al célebre detective de Arthur Conan Doyle en la serie "Sherlock", debutó en el universo Marvel en 2016 como un ambicioso neurocirujano en "Doctor Strange" y volvió a ponerse la capa característica del personaje para "Avengers: Infinity War", que se estrena mañana en las salas de cine nacionales.

Sobre su participación en esta adaptación del cómic al cine, Cumberbatch comentó a la agencia EFE que para él es genial porque "se pueden hacer cambios respecto a otros roles". "Esperas poder atraer gente de esta enorme franquicia a otros trabajos que has hecho. Es la posibilidad de movilizar al gran público a obras menos conocidas", dijo el actor.

"Infinity War" reúne a los Avengers por primera vez con otros personajes del universo de Marvel. Una gran cumbre de estrellas como Robert Downey Jr., Chris Hemsworth, Scarlett Johansson y Chris Pratt.

Pese a eso, Cumberbatch aseguró que compartir escena con tantos actores importantes puede provocar "sentirse muy lejos de los directores", pero destacó que con Joe y Anthony Russo eso no ocurre ya que son excelentes en su trabajo.

Una mente brillante

Cumberbatch, aseguró que adora a su personaje, Doctor Strange, por la "sensación de estar perdido en el mundo, pese a ser una mente brillante". "Su trabajo como neurocirujano, el accidente de coche por el que tiene que dejarlo... Esto le provoca perder su vida material, pero también espiritual. No sabe quién es y tiene que empezar de nuevo una y otra vez", comentó.

En "Infinity War", Iron Man, Hulk, Doctor Strange y Thor, entre otros superhéroes, tratarán de impedir que el villano Thanos, interpretado por Josh Brolin, destruya todo a su paso.