21 de Mayo
La imagino a los quince años, sería oscura entonces su onda de cabello en la frente donde me iba a gustar enredar mis dedos. Pienso que así habrá sido cuando trabajaba en la librería, frente a la Plaza Victoria, en Valparaíso. Quizás por eso, por su dulzura de niña, el jefe la mandó a que atendiera a señora toda de negro que buscaba una tarjeta de luto.
Escogió una de las que le mostró la vendedora y cuando fue a pagar el jefe hizo señas de que no le cobraran, su presencia era una distinción para la librería.
La niña, sobreponiéndose a la timidez, le quiso dar su pésame.
La clienta se levantó el velo y le sonrió.
-Fue hace mucho tiempo-dijo- todos los años, en octubre, le mando una tarjeta al Perú, a la señora de Grau como ella lo hace conmigo cada 21 de mayo.
Así fue como mi madre, siendo niña, conoció a Doña Carmela Carvajal Briones, viuda de Prat.
Marce Hugo Contreras Mondaca