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[reportaje]

La compleja realidad de quienes deben vivir en hacinamiento

Según el Censo 2017, la región tienen 11.514 viviendas en esta condición. Familias contaron cómo es compartir una pieza con tres o más personas, en tanto expertos advirtieron los riesgos que enfrentan quienes se encuentran en esta situación.
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Evelin Aguilar Paniagua

En el dormitorio de Erwin Salvatierra solo hay una cama de dos plazas la cual no ocupa pues prefiere que sus dos pequeños hijos duerman en esta; sin embargo, por ser la única habitación con la que disponen, él y su esposa colocan, cada noche, un cobertor en el piso para poder descansar. Y es que pensar en instalar otra cama o un colchón es imposible debido al poco espacio.

La realidad que enfrenta esta familia, que pronto sumará un nuevo integrante, no es algo extraño en la región donde, de acuerdo al Censo 2017, el 12,5% de las viviendas tienen hacinamiento, es decir, que 11 mil 514 casas poseen dormitorios donde conviven en promedio 2,5 o más personas.

Esta característica se cumple en las habitaciones de la vivienda de Asunta Hurtado. En una, ella duerme junto a su hija Liliana y una nieta; la otra, es ocupada por su hijo Ewrin y familia; en tanto, la tercera está lista para albergar a su hija Liliana quien llegará de Santiago con sus dos niñas.

"Vivir así es demasiado difícil para mí porque yo soy la mamá y he traído a mi familia a Chile en busca de una mejor vida", dijo entre lágrimas la mujer boliviana (57) quien hace cinco años llegó a Iquique y logró ocupar una casa en el campamento Laguna Verde.

Reconoció que la falta de recursos y los altos costos de arriendo impide que sus hijos puedan alquilar otra vivienda. "Nos tenemos que acomodar a lo que hay. Los niños ya tienen en su mente que no tenemos más lugar para ofrecerles", lamentó.

Los últimos resultados entregados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) revelan que la realidad más frecuente de hacinamiento en la región es que tres personas ocupen una misma habitación, o que cinco se distribuyan en dos dormitorios; situación que se evidenció en 2.671 y 2.334 casas, respectivamente.

No obstante, también se detectaron casos más críticos donde ocho personas o más deben ocupar una misma pieza o en el mejor de los casos, organizarse en tres dormitorios.

NO SOLO EN tomas

Para el director regional de Techo Chile, Manuel Silva, este problema es el resultado del déficit de soluciones habitacionales y los altos costos de arriendo lo que obliga a que las familias vivan en dichas condiciones, las cuales se afrontan -según dijo- no solo en campamentos.

Así lo evidencian los resultados de la encuesta realizada el 2017 por la fundación. Esta permitió determinar que el 63,8% de las familias que actualmente habitan campamentos en la región, vivieron hacinadas ante de instalarse en estos. Sin embargo, llegar a las tomas irregulares de terreno no fue una solución ya que "muchas mantuvieron esta misma condición".

Es el caso de Rubén Medina quien tras vivir con su esposa y tres de sus hijos en una pequeña pieza que arrendaba en el centro de Iquique, decidió ir en busca de una casa a un campamento. Si bien ahora cuenta con living, cocina y baño, el problema de hacinamiento persiste para su familia la cual creció con el nacimiento de un nuevo miembro y la llegada de su hijo mayor.

"Todos nos acomodamos como podemos, lo importante es que tengo a la familia reunida", expresó.

El día para esta numerosa familia, de la cual cinco miembros comparten una misma habitación, inicia a las seis de la mañana ya que, por el reducido espacio, "cuando uno se levanta, todos lo hacen porque se prende la luz, se hace bulla... ya no se puede seguir durmiendo".

Ante la falta de privacidad, por tener que compartir una habitación, la familia de Medina implementó una forma de organizarse. "Cuando hay que alistarse para salir, las mujeres se quedan solas en la pieza y se cambian, y luego entramos los hombres", contó.

Esta familia ya cuenta con un subsidio que les permitirá tener una vivienda propia en la segunda etapa de Altos de Playa Blanca. Eso sí, el jefe del hogar señaló que debido a que son siete personas, las tres habitaciones que tendrán en dicha casa, no serán suficientes.

Manuel Silva, director regional de Techo Chile, explicó que esto ocurre porque no se hace un análisis completo de la realidad de las familias que habitan en campamentos. "Se toman los postulantes pero no se hace un cálculo si con las viviendas o los subsidios que entrega el Estado se pueden construir casas con habitaciones necesarias para las personas que componen un hogar", criticó.

Sostuvo que para mitigar el problema de déficit habitacional y el hacinamiento que este conlleva, es necesario que se desarrolle un plan regional que contemple inversiones acordes a los costos reales de construcción en la zona y se aumente las soluciones habitacionales por año.

Consecuencias

No obstante, más allá de la incomodidad que el hacinamiento pueda ocasionar a los miembros de una familia, el médico Juan Alcántara, dice que esto constituye un riesgo para la salud ya que esta condición facilita la propagación de virus que producen enfermedades respiratorias.

"Hay mayor riesgo de contagio de resfrío común, neumonía, bronquitis, tuberculosis...", precisó el catedrático de la Universidad de San Sebastián.

Además comentó que debido a que el hacinamiento está asociado a pobreza, puede haber más riesgo de enfermedades gastrointestinales como resultado de inadecuadas condiciones de salubridad.

En cuanto a los efectos en la salud mental y el normal desarrollo de los integrantes del hogar, el psicólogo Max Briceño afirmó que el hacinamiento predispone al estrés, frustración y enojo.

En el caso de los niños, detalló que afecta el rendimiento escolar como consecuencia de la falta de espacio y el clima necesario para estudiar; mientras que en los adultos, la falta de privacidad limita la vida sexual de las parejas lo cual, precisó, puede generar discusiones o incluso infidelidad.

Otra problemática más compleja que planteó Briceño es que al vivir en dichas condiciones es más fácil que se produzca abuso sexual intrafamiliar.

En su experiencia como psicólogo, Briceño aseguró que han sido recurrentes las atenciones de casos donde el hacinamiento fue un factor que colaboró en que se generen abusos sexuales, principalmente contra menores de edad. "No puede ocurrir en todos los casos pero es más fácil que esto se produzca en estas condiciones", remarcó.

Lidera en hacinamiento

De acuerdo a datos entregados por el INE, en el Censo de 2012 Tarapacá se ubicó como la segunda región con mayor porcentaje de viviendas con hacinamiento con un 20,3%, siendo superada por el Maule (20,6%). Esto cambió con los resultados del Censo 2017, ya que la Primera Región pasó a liderar a nivel nacional con un 12,5%.

El sociólogo de la Universidad Arturo Prat, Iván Valenzuela, apuntó que esto responde a que el ritmo de la construcción de viviendas a nivel local ha sido más lento que el crecimiento poblacional, marcado fuertemente por la llegada de inmigrantes. A pesar de esto último, recalcó que el hacinamiento no es un fenómeno que afecta exclusivamente a los extranjeros sino a la población en general, y que no se presenta solo en campamentos sino también en la zona urbana, siendo un ejemplo de esto los cités.

Desde su punto de vista, para enfrentar esta realidad "se requiere estudios más profundos donde los equipos profesionales del gobierno regional coordinen con aquellos que operan en las municipalidades. Es importante que haya una adecuada articulación entre instituciones, que haya desencuentros de índole política no contribuyen en absoluto".

Déficit y soluciones

En Tarapacá el déficit habitacional supera las 22 mil viviendas, de acuerdo a las estadísticas que entrega la Seremi de Vivienda.

Mauricio Hidalgo, autoridad de la cartera, reconoció que entre los principales problemas que enfrentan para entregar más soluciones habitacionales en la región está la escasez de suelos disponibles para construir, lo cual guarda relación con la falta de instrumentos de planificación territorial como son los planes reguladores intercomunal y comunales.

A ello añadió el alto costo de las construcciones debido al elevado valor del suelo, la edificación de viviendas sociales con mayor superficie y mejor estándar, y la necesidad de tratar el suelo salino. Esto genera -según detalló- que los subsidios habitacionales para población vulnerable que en promedio son 934 UF no permitan cubrir las 1.400 UF que cuesta la construcción de una vivienda social, por lo que se termina solicitando recursos adicionales al ministerio para cubrir la diferencia.

En ese sentido adelantó que a nivel nacional se trabaja para establecer formas de financiamiento que permitan cubrir, desde el inicio, el costo total del proyecto. Una alternativa, indicó, sería elevar el monto de los subsidios.

Además anunció que con la intendencia regional y la Seremi de Bienes Nacionales emprendieron una revisión del actual sistema de gestión para así concretar la construcción de más viviendas y optimizar los procedimientos para acceder a estas. Incluso dio a conocer que el propósito es levantar una vivienda por cada núcleo familiar para así reducir el hacinamiento. "Es el objetivo al que apuntamos con más viviendas en la región", subrayó.

No obstante, el presidente regional de la Cámara Chilena de la Construcción, Bernardo Alcázar, enfatizó que este problema no se solucionará si no se avanza a un ritmo acorde a la realidad local.

"Si se construyen no más de 800 (viviendas) al año, el problema crecerá", concluyó.

"Por estar en la misma pieza, cuando uno se resfría todos nos enfermamos

Rubén Medina"

En resumen


Techo: El hacinamiento impulsa a vivir en tomas

Según el director regional de Techo Chile, Manuel Silva, el hacinamiento es un motivo por el cual las familias optan por irse a vivir a campamentos. El 63,8% de familias que hoy habitan tomas, vivieron hacinadas ante de llegar a estas.


Hay 2.671 viviendas con una pieza y tres personas

De acuerdo a resultados del Censo 2017, de las 11.515 viviendas con hacinamiento, en 2.671 existen tres personas ocupando una misma habitación; en tanto en 2.334, tienen cinco personas que se distribuyen en dos piezas.

"Si se construyen no más de 800 (viviendas) al año, el problema crecerá"

Bernardo Alcázar"


Afirman que trabajan para construir más viviendas

El seremi de Vivienda, Mauricio Hidalgo, dio a conocer que realizan una revisión del actual sistema de gestión para así concretar la construcción de más viviendas y optimizar los procedimientos para acceder a estas.


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11 mil 514 viviendas censadas el 2017 tienen problema de hacinamiento en la región de Tarapacá.