Simce: Tarapacá sube en puntajes de cuarto básico y baja en segundo medio
Agencia de la Calidad de la Educación entregó los promedios alcanzados en la última década.
Una radiografía de los promedios regionales obtenidos en la prueba Simce, principalmente durante la última década, entregó ayer la Agencia de Calidad de la Educación la cual evidenció alzas de hasta 19 puntos como también bajas que oscilan entre uno y cinco puntos.
En esta entrega se destacó el avance de los alumnos de cuarto básico. Y es mientras en 2007 lograron un promedio en lectura de 247 puntos, el año pasado alcanzaron 266; en tanto en matemática pasaron de 241 a 256 puntos.
En el caso de octavo básico no todos los resultados de los estudiantes fueron positivos debido a que en su promedio de lectura bajaron cinco puntos ya que de tener 245 en 2007, el año pasado disminuyeron a 240. Sin embargo, en otras materias lograron un leve aumento pues de haber tenido un promedio de 249 puntos en matemática, subieron a 253; en tanto, en ciencias naturales pasaron de 250 a 251.
"Quizás las grandes noticias están en relación a cuarto básico que ha tenido un aumento sustancial no solo en los indicadores Simce sino también en los indicadores de desarrollo personal, y sin duda octavo básico si bien ha mantenido sus niveles y en los últimos años ha ido en aumento, ahí hay un foco importante de trabajo y tenemos que enfocarnos en la calidad", expresó el seremi de Educación, Natan Olivos.
Enseñanza media
Al analizar los resultados alcanzados por los alumnos de segundo medio la realidad es distinta y el tiempo de análisis entregado por la institución varía.
En matemática, los estudiantes de este nivel tuvieron un aumento de 14 puntos debido a que en 2006 lograron un promedio de 244 mientras que en 2017, 258.
No obstante en las otras dos materias los resultados no fueron positivos. En lectura tuvieron una caída de dos puntos al pasar de 247 a 245 entre 2006 y 2017; en tanto en historia, geografía y ciencias naturales, de 245 puntos obtenidos en 2015, el año pasado descendieron a 244.
Frente a estos resultados alcanzados a partir de las pruebas aplicadas durante el 2017, la autoridad regional de Educación dijo que "se enfrentan a varios desafíos" y enfatizó en que el Simce es una herramienta que permite a los establecimientos conocer cuáles son sus dificultades para transformarlas en oportunidades.
Desde su punto de vista, actualmente estos resultados ya no son lo único que las familias consideran al momento de elegir el colegio para sus hijos, sino que tienen una mirada más integral.
"Durante mucho tiempo el Simce era el gran indicador pero hoy día la mirada es mucho más amplia, los apoderados también se preocupan de otros factores que son importantes y que se están midiendo, como es la convivencia escolar, la motivación de hábitos de vida saludable", detalló.
Por debajo del país
Mabel Bustos, directora de la Macrozona Norte de la Agencia de Calidad de la Educación, recalcó que los resultados de esta prueba son para alcanzar una mejora continua. Además aclaró que "a nivel nacional no existe un (puntaje) máximo ideal sino que se va analizando en función e las respuestas que tienen los estudiantes, habitualmente se cree que son los 300 puntos, pero no".
Pese a ello, si los resultados logrados por la región el año pasado se comparan con los nacionales, en los tres niveles y en las distintas materias, Tarapacá se encuentra por debajo de los promedios del país, alcanzando una diferencia negativa de hasta siete puntos.
Factores y desafíos
Para Patricio Rivera, académico de la Facultad de Ciencias Humanas de la Unap, el aumento en los puntajes promedios logrado por los niños de cuarto básico se debe a que tienen un mayor acompañamiento de la familia no solo ayudándolos a hacer las tareas sino a que tengan hábitos de estudios, basados en el repaso diario. A ello sumó el perfeccionamiento docente y el cambio en la metodología de enseñanza.
En cuanto a la baja y estancamiento de puntajes en cuarto básico y segundo medio, el investigador sostuvo que se debe a la falta de hábitos de estudios y la posibilidad de que no se estén desarrollando complemente los programas de estudio.
En ese sentido planteó que para incrementar estos puntajes los esfuerzos se deben enfocar en la educación preescolar para solidificar la enseñanza de lectura y ciencias, por ser la base de la educación aunque "muchas veces los apoderados ven los jardines solo como guarderías". De igual forma dijo que es necesario que los docentes sean reforzados en didáctica.
"En la medida de que el alumno tenga el hábito de estudio de repasar la materia tendrá mejores resultados".
Patricio Rivera,, catedrático de la Unap."