La característica de sacrificarse por el otro del capitán Arturo Prat, y que floreció en el Combate Naval de Iquique, hace 139 años, no solo ha sido destacada y recordada por los iquiqueños, sino además por personas de otros lugares, inclusive del extranjero, luego de conocer la hazaña de los 201 compatriotas que en la humilde corbeta Esmeralda enfrentaron al poderoso Huáscar, de 1.130 toneladas.
La contienda desigual, sangrienta y heroica con el monitor peruano, la que duró cuatro horas a varios metros de la costa tarapaqueña, se convirtió en un acto de orgullo para los chilenos de norte a sur y causó asombro al mundo entero.
La conducta de Prat y de sus compañeros quedó tan arraigada en Iquique que hace más de un siglo los niños, adultos y ancianos, pero sobre todo los estudiantes, desfilan para homenajear a los héroes de La Esmeralda, y lo hacen en la Plaza 21 de Mayo, frente al monumento de Arturo Prat.
Hace una semana los estudiantes y trabajadores de Iquique han desarrollado esta insoluble tradición, desfilando en la avenida costera que lleva el nombre de Prat. En el caso de los ciudadanos de Alto Hospicio, marcharon en la arteria Ramón Pérez Opazo.
Sin embargo, es importante que los tarapaqueños, sobre todo los más pequeños, no solo participen y conozcan esta hazaña en mayo, sino que las cualidades del marino y abogado: de dedicación, lealtad, compañerismo y de no rendirse a pesar de las adversidades. Estas deben continuar siendo transmitidas incansablemente por los profesores, en los colegios y por las familias en los hogares.
La sociedad necesita adoptar con más fuerza los pilares de la educación cívica y este recuerdo solemne es una manera de impulsar e internalizar los valores propios de vivir en comunidad.
De este modo, además, las futuras generaciones, forjadas con las historias de Prat, Serrano, Riquelme, Aldea, entre otros héroes del 21 de Mayo, no solo marcharán por cumplir con sus colegios, sino que también rescatarán los valores que se avivaron luego de una contienda que enlutó a varias familias y ayudó, asimismo, a ganar el siempre lamentable conflicto armado.
"Este recuerdo solemne es una manera de internalizar los valores propios de vivir en comunidad ".