Como egresadas y/o tituladas de la Universidad Arturo Prat solidarizamos con las demandas que exige el movimiento feminista en nuestra alma mater. Durante años, muchas fuimos testigos de tratos denigrantes, irrespetuosos, sexistas y/o derechamente misóginos. Los relatos de abuso por parte de compañeras estudiantes a lo largo del país en los que expresan las horrorosas vivencias que han debido sortear durante su experiencia estudiantil, nos suenan demasiado cercano y son experiencias que muchas de nosotras también hemos vivido, sido testigo o escuchado acerca de ellas. Nos hacemos cargo de la situación empatizando con las denuncias y ofreciendo nuestra más sincera colaboración.
Algunas de las generaciones que egresaron de la universidad, fuimos educadas por un grupo importante de docentes con formación machista que se regodeaba en la discriminación hacia las mujeres y en especial a las que compartían el estudio con la maternidad. Profesoras/es que al parecer no comprendían que estábamos dispuestas a salir de los espacios a los que la sociedad nos había relegado y podíamos ser profesionales siendo también madres. Profesores que ofrecían tratos especiales a cambio de cierto nivel de cercanía. Otros que se hicieron siempre los sordos y ciegos frente a las miradas lascivas hacia las compañeras de las nuevas generaciones que llegaban cada año. Y así tantas y más situaciones que hoy revientan en la exigencia de: que se instruyan de manera inmediata procesos sumarios a los docentes involucrados.
Que se suspenda de las actividades académicas a estos docentes.
Que se transparente la información con respecto a los docentes acusados de acoso, violencia y/o discriminación.
Establecimiento de medidas de protección inmediatas a las víctimas de esos hechos.
Entrada en vigencia inmediata del "Reglamento de prevención y sanción del acoso, violencia y discriminación arbitraria en la comunidad universitaria" y trabajar en espacios de mejora del mismo.
Creación de una unidad de acompañamiento integral para las víctimas.
Creación de una Dirección de Género y no discriminación.
Garantizar desde el primer año la educación no sexista e inclusiva de parte de profesionales con formación en temáticas de género.
Capacitación obligatoria y periódica de todos los estamentos de la universidad en temas de género.
Agradecemos a quienes sin necesidad de hablar de feminismo, vivieron su docencia desde el corazón de la educación, generando espacios democráticos, equitativos y participativos. Entendemos que seríamos injustas si afirmáramos que lo único que tuvimos fueron espacios de abuso, pero por esa verdadera educación, por lo que estos otros docentes sí nos legaron, es que nos parece fundamental que aquellos que están siendo denunciados por haber traspasado todos los límites de la humanidad y el respeto, deben ser por lo menos investigados.
Mujeres Egresadas y tituladas UNAP
(Declaración firmada por 137 personas)