Universidades en toma
La cuarta ola feminista, expresada en las distintas manifestaciones que han proliferado en torno a acusaciones de acoso y abuso al interior de los planteles universitarios del país, es una temática que debe ser abordada con gran responsabilidad y altura de miras.
En este sentido, es importante que tanto los planteles públicos presentes en la región, como es el caso de la Universidad Arturo Prat y la Universidad de Tarapacá, puedan relevar el tema con acuerdos que lleven a mejorar las condiciones de convivencia en la educación superior.
Es importante que las rectorías escuchen a las estudiantes respecto a sus denuncias, como las de los resultado de los sumarios, que muchas veces no tienen la celeridad necesaria, como también de las acciones disciplinarias a quienes hayan incurrido en acciones de acoso, de comprobarse los actos.
No obstante, también es importante que las estudiantes se puedan sentar a conversar con las autoridades educativas, más allá de que el rector esté presente en todas las reuniones, ya que desde los dos lados deben generarse acciones de consenso.
La mejor forma de llegar a acuerdos es conversando, pero si se ponen exigencias a priori es muy difícil conseguirlos.
Actualmente los estudiantes están perdiendo clases, lo que no es un dato poco relevante, por lo que deben agotarse los esfuerzos de uno y otro lado para iniciar el diálogo y que esta lucha no se transforme en un gallito que no conduzca a nada.
Ayer las estudiantes de la Universidad Católica llegaron a un acuerdo previo con la rectoría para retomar las clases y pese a que consideran que los cambios realizados por la casa de estudios son insuficientes, se puede seguir avanzado con un trabajo sostenido.
Es importante que en las universidades se aborde todo tipo de discriminación, no solo esa que afectan a las mujeres o minorías sexuales, sino también aquellas que se dan en aspectos étnicos o de vulnerabilidad económica.
Asimismo, también se debe avanzar en las mismas temáticas a nivel estudiantil, ya que el acoso, abuso o discriminación también se da en entornos de pares. La temática está puesta sobre la mesa, ahora hay que aprovecharla para avanzar hacia una sociedad más justa.
"La mejor forma de llegar a acuerdos es conversando, pero si se ponen exigencias a priori es muy difícil conseguirlos".