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Deporte paralímpico en Tarapacá: sus carencias y dificultades

El Instituto Nacional del Deporte está en búsqueda de deportistas con capacidades diferentes, con miras al los Juegos Parapanamericanos de Santiago 2023. Al mismo tiempo entrenadores dan cuenta de los problemas de la actividad.
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Vladimir M. Hanshing

La región, y en especial Iquique se ha destacado históricamente por deportes convencionales como el boxeo. Hoy en día el judo regional ocupa un lugar de privilegio dentro del deporte chileno, y la halterofilia, mantiene un selecto grupo de representantes, pero cuando se habla de deportistas con capacidades especiales, la ciudad no cuenta con apariciones destacadas. Esto cambió en el último tiempo.

En Chile, recién a partir de agosto del 2013, se creó el Comité Paralímpico, bajo el alero del Comité Olímpico. En 2016, el ex Presidenta de la República, Michelle Bachelet, promovió una ley que reconoce a estos deportistas, bajo el nombre de "Deportes Adaptados y Paralímpicos", dándole un tratamiento igualitario con respecto a los deportes convencionales.

Pero la realidad en Tarapacá es mucho más compleja cuando se habla de los deportes paralímpicos. A pesar de que existen complejos deportivos con una infraestructura capacitada para atender a estos atletas, los recursos no cubren las necesidades para practicar actividades como el básquetbol y otras disciplinas. "Hay instalaciones. Nos prestan la pista atlética del Estadio Cavancha. Está el foso de salto, pero es difícil conseguir sillas de ruedas acondicionadas para el deporte", comenta Albina Zamora, entrenadora paralímpica.

El Centro de Entrenamiento Regional (CER), cuenta con ascensores, accesibilidad universal y baños acondicionados para atletas paralímpicos.

El director regional del IND, Luis Ávalos, asegura que el estadio Tierra de Campeones cumplirá con las medidas reglamentarias para el ingreso y desarrollo de los deportistas con capacidades especiales. "El estadio considerará todos los aspectos para gente en situación de discapacidad. Los deportistas utilizan las mismas dependencias que los deportistas convencionales, lo que tienen ellos son las pruebas especiales", comentó.

"La infraestructura está, lo que falta son recursos para que los jóvenes tengan técnicos y entrenadores permanentes y puedan tener las condiciones adecuadas para desarrollar el deporte paralímpico", cerró el director regional.

Por otro lado, el profesor del Centro de Capacitación Laboral (CCL), Juan Díaz, cree que a pesar de existir cierta infraestructura, el problema es la opción de utilizarla con los más jóvenes. "Lo más difícil, hoy en día es la implementación. Tener acceso una cancha de fútbol es difícil, no tenemos cancha de atletismo en la ciudad y eso complica. Cuando se compite en el alto rendimiento, no contar con infraestructura adecuada pasa la cuenta". El valor de una silla de rueda especial para practicar deportes como el tenis o el básquetbol, tiene un precio que varía entre los dos a tres millones de pesos.

Lo anterior se ve reflejado en la cantidad de personas con necesidades especiales que practican deporte competitivo. Mientras que Tarapacá cuenta con un registro aproximado de 500 deportistas convencionales competitivos, en todas las disciplinas y categorías, según palabras del director regional del IND, los representantes paralímpicos, de acuerdo al último llamado hecho por la Comisión Paralímpica de Chile (Copachi), solo llegó a convocar a 39 jóvenes con cualidades especiales (15 mujeres y 24 hombre) y aptitudes competitivas para representar a la ciudad en los próximos torneos.

Existen disciplinas específicas donde los especialistas de la ciudad potenciarán a los atletas. ¿Los objetivos? La competencia escolar nacional (jugada todos los años), los juegos paranacionales Santiago 2019 (que se efectúan cada dos años a la par de los juegos nacionales) y el objetivo final: los VII Juegos Parapanamericanos 2023, a disputarse en la capital del país.

Otra tarea que se llevó a cabo fue la clasificación de cada deportista, esto bajo la supervisión de un grupo de expertos de la materia, donde seleccionan a los deportistas de acuerdo a una serie de variables, con el fin de hacer la competencia lo más justa posible.

Se buscará entrenar a quienes estén capacitados para desempañarse en la alta competencia y representar a la región en cuatro disciplinas: el tenis de mesa, el atletismo en su rama de lanzamiento y carreras, la natación y la halterofilia.

Dificultades

Pero llegar a ser competitivo no es fácil. Uno de los problemas que se generan a la hora de entrenar a niños con discapacidades es que aparecen múltiples variantes. Albina Zamora, entrenadora paralímpica comenta. "Es diferente, a veces pierden la paciencia, porque no le salen las cosas, pero es lo mismo. El cambio es porque algunos necesitan silla de ruedas, otros movilizarse con dificultad, ese es el problema, hay que adaptar el entrenamiento y las técnicas", cerró.

Mientras que Juan Díaz del CCL, y que trabaja con niños con problemas de discapacidad mental añade. "Hay situaciones a veces con algunos estudiantes disruptivos que en algún momento presentan cuadros de crisis. Eso es complicado de manejar, pero entrenan regularmente como cualquier deportista", aseguró.

Representantes

Dentro de los destacados, está el tenimesista Francisco Chávez. El joven de 20 años, lleva compitiendo un año siete meses, luego de un accidente que le afectó la vértebra cervical C6, dejándolo en silla de ruedas de forma permanente.

A pesar del poco tiempo a nivel competitivo, Chávez cosechó una medalla de plata en la primera fecha del nacional de tenis de mesa. "Estoy 100% enfocado en entrenar y conseguir cosas. Quiero salir a jugar fuera del país, como el año pasado en los juveniles sudamericanos de Sao Paulo, donde saqué el quinto lugar", comentó.

El atleta que cuenta con dos competencias internacionales y cuatro nacionales, quiere mejorar su nivel, pero dice que sin el entrenamiento adecuado es difícil. "Quiero dedicarme a esto a tiempo completo. Es complicado, el año pasado entrenaba tres veces a la semana, desde enero puedo solo dos. Debería entrenar más días, pero no tengo donde", lamentó el tenimesista.

Clasificación

El fin de agrupar a los deportistas es para impartir justicia en cada disciplina. Luis Ávalos, director regional del Instituto del Deporte señala. "Cuando hay un grado de discapacidad hay que clasificarlos para que haya justicia. Una persona ciega puede correr rápido con alguien que lo guíe y siempre será más rápido que una persona que le falte una pierna, por ejemplo. Para eso hay que clasificar según el grado de discapacidad", explica Ávalos.

En la misma línea el metodólogo del IND, Daniel Stevens, comenta que en general, las disciplinas convencionales se compiten bajo las mismas reglas que las paralímpicas, con pequeños cambios como en el levantamiento de pesas. "En halterofilia convencional existen tres métodos: el arranque, el envión y total olímpico. Mientras que cuando es paralímpico una forma: powerlifting o levantamiento de potencia", precisó Daniel Stevens.

El levantamiento de potencia, es más sencillo de clasificar, ya que se prueba que el pesista esté capacitado para levantar cierto peso, mientras está acostado y de aprobar, se clasificará en función de su peso corporal. En este deporte, solo se permiten discapacidades físicas, para prevenir accidentes.

Esta iniciativa, según el IND, busca ser un primer paso para ir desarrollando todo una armada local que se pueda ir desarrollando a futuro y permita entusiasmar más personas con capacidades diferentes a practicar deporte competitivo.

"Estoy 100% enfocado en entrenar y conseguir cosas.

Francisco Chávez, tenimesista"