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"¿Por qué tiene que ser solamente la madre la que tiene el fuero?"

La reconocida abogada Gloria Delucchi entra en la discusión sobre el feminismo y aborda su experiencia liderando equipos de importantes instituciones, en donde muchas veces ella era la única mujer.
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Francisca Cabello Iriarte

En medio del fenómeno social que se está viviendo en Chile y el mundo con las manifestaciones y demandas feministas, en la Región de Tarapacá existe una mujer que erradicó esos estigmas y el factor de género no fue relevante para obtener logros en su vida.

Se trata de Gloria Delucchi, quien ha obtenido importantes cargos como presidenta de la Cámara de Comercio de Iquique, fue gerente de la Zona Franca en sus inicios, y hoy en día se dedica a ser docente de la carrera de derecho en la Universidad Arturo Prat. Triunfos que ha obtenido más allá de su sexo y por esa razón, alza la voz para dar su opinión sobre el actuar de su género.

-¿Cuál cree que ha sido el secreto para llegar a tener tal éxito a lo largo de su vida?

-Yo pienso que cuando uno se forma en una familia que, justamente es una familia de emprendedores, entonces desde muy pequeño empiezas a hacer una serie de cosas que probablemente no es lo que todo el mundo hace y en el caso nuestro, tuvimos padres que para ellos el sexo masculino o femenino era exactamente igual, nos trataban igual. Yo desde niña usaba pantalones para poder treparme a los árboles en Pica, hacer una serie de cosas dentro de todas las empresas que ha tenido mi familia. Entonces hay toda una formación que va desde el nacimiento, la equidad de género en el sentido de no discriminar, o sea, no hay juegos de niñitas y de niñitos, sino sencillamente somos todos seres humanos con una serie de cualidades y habilidades que nos permiten funcionar en sociedad, entonces eso es bien importante que nazca desde el propio hogar, es ahí donde se empieza a tener esos valores. Lo otro también es el valor del esfuerzo, o sea entender que las cosas se pueden lograr si podemos nosotros conciliar nuestros propios intereses con los de los demás, entonces así siempre vamos a estar formando equipos.

-¿Qué piensa sobre las manifestaciones que han estado realizando las feministas?

-Todas las actuaciones del ser humano son perfectibles. Siempre se puede avanzar en un ámbito, pero lo que sí es importante que al menos se vislumbre que hay algunas cosas que impiden que la mujer pueda desarrollarse con toda su capacidad, pero cada vez eso va siendo minoritario, entonces lo importante es perseverar, y eso parte por la formación desde no reconocer que por una situación de sexo se pueden hacer tales y cuáles actividades sí y cuáles no, en eso yo pienso que es la principal barrera a eliminar. (Es un llamado) a todos porque también el sexo masculino siente lo mismo, porque en algún momento determinado cuando se pasa por el nacimiento de un niño ¿por qué tiene que ser solamente la madre la que tiene el fuero? Y por lo tanto, es ella la que pierde también espacios de trabajo cuando puede ser intercambiado, puede ser unos meses la mujer, otros el hombre, pero esas son las cosas que van ayudando a que el sexo no sea un factor diferenciador negativo, sino que muy por el contrario, nos complementamos como sexo distinto y por ello tenemos que actuar en nuestra vida diaria de esa manera, y creo que logrando eso hemos logrado la principal de las batallas, que no es acá éstos contra éstos otros, juntos lo podemos hacer.

-¿De qué forma mira los actos donde, por ejemplo, las mujeres han defecado frente a una Catedral?

-Todo lo que es negativo es rechazado por la sociedad, incluso ni siquiera es una manera inteligente. Las cosas inteligentes se hacen cuando detrás de ello hay un beneficio, pero no cuando hay una disrupción o cuando hay sencillamente un acto que está dañando a otro. Nadie puede sentirse satisfecho con decir que la mujer salga a la calle desnuda para manifestar su rechazo a que no se le den todas las condiciones que aspira, parece como algo que es absolutamente negativo, eso no aporta nada, lo que aporta es sencillamente tratar de en cada ocasión que vemos que hay algo en desmedro de un niño, de una mujer, de un animalito, lo que sea, es actuar correctamente, tener principios válidos y en eso yo pienso que la diferenciación sexual cada vez tiene que ser algo que sea totalmente natural, o sea en ese sentido, reconocer al otro que tiene el mismo derecho que asumimos para nosotros mismos. Yo pienso que es por ahí por donde tenemos que ir siempre insistiendo.

-¿Qué les diría a los hombres que han cometido femicidios?

-Siempre todo es perfectible, o sea para mí no hay situaciones que uno prácticamente diga 'no, aquí ya no hay nada más que hacer' o 'aquí no puedo hacer nada'. Yo pienso que esa es un actitud de vida, es una actitud normal. El ser humano por naturaleza aspira a lo mejor posible, pienso que quienes toman la otra posición de decir, yo espero y exijo derechos y una serie de cosas, la pregunta inmediata es ¿de qué manera tú te vas a comprometer para que ello sea posible? ¿tú quieres tener un mejor trabajo? Estudia ¿tú quieres realmente coordinarte mejor en tu propia familia? Respeta también los derechos de cada miembro de la familia, ayuda a quien está en una situación de desventaja, entonces si todos tenemos una actitud positiva frente a la vida, yo creo que realmente es la mejor escuela que podemos formar y en eso sí podemos transmitirlo, sí podemos realmente ser también consecuentes con lo que decimos, porque hay personas que predican muchísimo pero no practican realmente lo que debieran hacer, así que es un llamado general que no resiste diferenciación de sexo ni de condiciones de ninguna naturaleza (...) Yo creo que buena disposición, buena entrega, pero al mismo tiempo también ser capaces de detectar nuestros errores, nuestras limitaciones para que juntos podamos llegar a un feliz término, yo lo transmito mucho en cada persona con la cual tengo algún tipo de relación, digo "mientras más estemos con ese mismo discurso es que se va haciendo todo más fácil".

-¿No hubo algún momento en su vida en que se sintió discriminada?

-Nunca he sentido esa sensación de que realmente alguien me considera más o menos por mi calidad de ser mujer, como eso nace desde la cuna que a uno lo tratan así, entonces cuando uno ve esas diferencias suenan un poco extrañas. Me pasó muchísimo cuando estaba como gerente de la Zona Franca de Iquique, viajé por todo el mundo promoviéndola y me encontraba en muchos lugares donde sencillamente, hasta en cosas religiosas, en el Muro de los Lamentos, solo pueden rezar acá los hombres y para el otro lado las mujeres, no pueden estar juntos. Entonces uno ve ese tipo de cosas y la primera lamentación que hago es que esto es un disparate, es decir, realmente empezamos a ver eso a través del mundo, a través de distintos lugares y cada vez vamos sintiendo más que esto es una lucha constante, probablemente, pero que cada vez es como que se va aquietando las aguas. (...) A mí muchas veces, muchas personas me dicen "pero y usted cómo logró estas cosas...". Hablemos en los años en que se crea la Zona Franca o cosas incluso anteriores, no era natural que una mujer lo hiciera, y efectivamente en mi recorrido por el mundo, cuando comencé con la Zona Franca, era la única gerente mujer en todo el mundo que tenía el cargo, entonces yo decía que me parecía algo anecdótico, porque realmente era algo extrañísimo. Ahora nadie se sorprende de eso, pero en años atrás por supuesto que era una cosa bastante curiosa, así es que yo pienso que sí, sigamos las mujeres adelante con nuestra sensación de que es bendito el hecho de ser mujer, o sea yo digo los hombres no saben lo que se pierden con la sensación de saber que somos tan importantes en el nacimiento de una criatura. Es decir, el solo hecho de asumir ese rol que nos hace madres y nos hace eternas reproductoras de la raza humana es especial y, por lo tanto, en vez de preocuparse cuáles son las dificultades y los problemas que trae ello, es sentirse pero más que favorecidas por quien sea quien nos ha creado, así que yo lo veo así y lo trato de transmitir siempre de esa manera, no siento que esté haciendo nada especial ni nada extraordinario, siento que es lo que todos debemos hacer.

"Tuvimos padres que para ellos el sexo masculino o femenino era exactamente igual"

"A mí muchas veces, muchas personas me dicen "pero y usted cómo logró estas cosas..."."