El reencuentro de Mauricio Soria con su mentor en el fútbol
El alcalde de Iquique entrenó como arquero en su juventud y fue formado por Julio Rodríguez, quien visitó Iquique junto a Claudio Bravo la semana pasada.
Separaron sus caminos hace más de 20 años pero fue el fútbol el que nuevamente los reunió. Se trata del reencuentro que tuvieron el preparador de arqueros Julio Rodríguez y el actual alcalde de Iquique, Mauricio Soria.
Ambos se conocieron en el período en el que el edil dedicaba su vida al fútbol y entrenaba como arquero para obtener una oportunidad en el torneo profesional. En esa época, Rodríguez era quien guiaba en Santiago el talento de futuros arqueros, y en esa labor conoció al hijo de Jorge Soria Quiroga.
Años más tarde, Rodríguez siguió con su tarea de preparar a las nuevas generaciones de guardametas y Soria empezó una carrera en la política que lo llevó a ser consejero regional, concejal y actualmente alcalde de la capital de Tarapacá. No obstante, fue Claudio Bravo, figura del Manchester City de Inglaterra, quien los reunió en Iquique, ya que el futbolista realizó una clínica deportiva en la ciudad, donde Julio Rodríguez era parte del staff.
Los abrazos y las remembranzas de aquellos años de fútbol no faltaron. Rodríguez aún guarda en su memoria las características de uno de sus pupilos.
"Tengo muy lindos recueros de Mauricio. El estuvo probándose con nosotros los años 94 y 95 cuando inicié mi carrera como preparador de arqueros. Lo pasamos muy bien", expresa el deportista que se ha desempeñado en clubes como Colo-Colo, Unión Española y Universidad de Chile.
Por su parte, Mauricio Soria también trajo al presente esos años en que defendía el arco. "Ya había terminado el colegio y me fui a estudiar Educación Física, además siempre en las vacaciones me iba con profes iquiqueños que estaban en clubes en Santiago para hacer entrenamientos especiales. En Colo Colo yo estuve entrenando y armaron un grupo de arqueros, donde estaba Gabriel Salas, Eduardo Lobos, Felipe Núñez. Yo me fui a jugar a un equipo de Tercera División y entonces volvía y entrenábamos siempre en Colo Colo y el profe Rodríguez estaba en esos tiempos. Así que estuve como dos meses entrenando de manera especial con los demás arqueros", cuenta el jefe comunal.
Soria recuerda que en esos tiempos nada más importaba y entrenaba "mañana, tarde y noche". "Lo único que no me gustaba era correr largas distancias", agrega entre risas.
El alcalde también recuerda cómo el preparador hacía los entrenamientos: "El profe trajo unas de las primeras máquinas que lanzaban balones. Además usaba elásticos amarrados a los palos y a la cintura de uno para enseñarte a achicar los ángulos. Todas esas cosas me sirvieron en la vida deportiva que tuve hasta lo que pude llegar y fue una etapa muy linda".
De acuerdo al alcalde de Iquique, Rodríguez aún mantiene su estilo, el que replicó con los cientos de niños que llegaron a las clínicas de fútbol que lideró Claudio Bravo.
Las vueltas de la vida
"Mauricio tenía muchas condiciones, pese a que era bajito para el puesto, era bien ágil, bien rápido, potente, le gustaba volar. Me da la impresión de que era admirador del 'Rambo' Ramírez por su estilo", cuenta el profesor Julio Rodríguez sobre las particularidades de Mauricio Soria. Sin embargo, el joven deportista de ese tiempo tuvo que dejar el fútbol atrás.
El alcalde de la comuna dice que alcanzó a debutar en el profesionalismo en El Salvador y estuvo tres temporadas en Tercera División. "En mis tiempos los entrenadores no eran muy asiduos a jugar con jóvenes en el arco y no sacaba nada con estar en la banca", manifiesta.
En los momentos de definiciones y buscar otros rumbos, Soria tras su paso por el fútbol decidió incursionar en otros asuntos, como en los negocios familiares y la designación como consejero regional.
Por su parte, Rodríguez siguió su labor con los metas, en que destaca su relación con Claudio Bravo de quien incluso escribió el libro "Atajando sueños (historia de Claudio Bravo)".
No obstante, las vueltas de la vida los reunió una vez más en una cancha. Esta vez fue en el antiguo Estadio Cavancha, donde los recuerdos de goles y atajadas afloraron como si hubiera pasado muy poco tiempo.
"Mauricio tenía muchas condiciones, pese a que era bajito para el puesto, era bien ágil, bien rápido, potente, le gustaba volar".
Julio Rodríguez,, preparador de arqueros."