Secciones

El marinero de cuatro patas que recorre la bahía de Iquique

Kayser Milo es la mascota de la lancha de Servicio General "Iquique" y fue adoptado en febrero de este año.
E-mail Compartir

Crismary Castillo Marengo

Cuando la lancha de Servicios Generales "Iquique" de la Armada de Chile desembarca en el puerto, un cachorro es el primero que baja a recorrer e inspeccionar con su hocico marrón el muelle.

Es Kayser Milo, un perro que nació el cuatro de febrero en Alto Hospicio y gracias a un anuncio en Facebook llegó a la tripulación para ser parte de ella como marinero.

Como todo un guardián conoce todos los rincones del buque y es el preferido de sus colegas a bordo.

"Su nombre fue elegido mediante una ardua votación en la que decidimos ponerle los que más se repitieron. Kayser forma parte del cargo de maniobras porque le gusta jugar mucho con las espías", contó el teniente primero Carlos Elgueta, comandante de la lancha de Servicios Generales "Iquique".

Sus dos nombres fueron los más votados y el segundo se debe al color chocolate de su pelaje.

Según Elgueta, Kayser muy pocas veces se ha mareado y se le nota que disfruta mucho navegar porque le gusta ir en la cubierta.

"Cuando más disfruta es cuando llegamos al puerto, porque es el primero que está listo para bajarse y correr en el muelle. Primero nos pide la autorización para bajar y así hacer su recorrido; es muy alegre cuando llega al puerto", dijo el teniente.

El marinero

Kayser es un cachorro tranquilo a simple vista. Mientras sus colegas conversan y lo describen, él reposa en los sillones del comedor y se queda dormido en el regazo del teniente Elgueta.

"Llegó cuando tenía menos de un mes. Como unidad queríamos sumar a un nuevo miembro porque somos una tripulación muy amante de los animales", expresó.

Fue a través del canil de Iquique que se realizaron todas las gestiones necesarias para que Kayser abordara la lancha.

Su adopción fue recibida con honores en el buque y al pertenecer a la unidad de maniobras, está en todas las navegaciones.

"Está de guardia. Cuando el buque está navegando el Kayser siempre está con nosotros en el puente y participa en la fiscalización y el patrullaje que hacemos", manifestó.

En cuanto a su rutina en el buque Kayser está presente en todas las reuniones, en los almuerzos y diversas preparaciones para la navegación.

Adaptación

Cuando Kayser llegó a la lancha, el subteniente Gabriel Urrutia se encargó de los cuidados en cuanto a salud y alimentación del cachorro.

"Tiene el chip de registro en caso de pérdida, está inscrito en los controles de tenencia responsable de mascotas y es considerado uno más de la lancha Iquique", dijo Urrutia.

Kayser es, en efecto, uno más de la tripulación porque saluda de forma respetuosa a quien le habla y usa su uniforme naval como parte de la buena presencia en ceremonias y actos formales del servicio.

"Una de las cosas importantes que hicimos al comprometernos con Kayser a bordo, es que todos mensualmente aportamos una cuota para que estén pagados todos los gatos de nuestra mascota", añadió el marino.

El teniente Elgueta expresó, por su parte, que aunque esto signifique un gasto extra para los oficiales todos están de acuerdo. "Kayser llegó para entregarnos alegría cada día y es muy querido por todos nosotros".

El subteniente Urrutia también se refirió a los cuidados que tiene con Kayser. "Lo llevamos a control veterinario para su peso, tiene todas sus vacunas y es una mascota sana y juguetona".

Como buen marinero se conoce los horarios del chef a bordo y cuando son casi el mediodía, se acerca sigilosamente a la entrada de la cocina y se hace el dormido mientras su olfato advierte los olores del almuerzo.

"Creamos una política interna con los horarios de Kayser. El perrito toma desayuno a las siete y media de la mañana, luego al mediodía almuerza y a las 18 horas tiene su última comida", indicó.

Otros de sus lugares favoritos en el barco es la cámara. "Siempre está rondando por acá y en la cubierta paseando. Aunque donde más lo vemos intruseando es en la cocina... no sabemos el porqué".

Travesuras

Todos en el buque concuerdan en el cambio que vivió su nave desde que llegó la mascota porque es un compañero fiel que los apaña en todo momento.

"Como Kayser es un cachorro siempre anda jugando. Una vez uno de sus juegos fue tomar parte de la ropa que estaba a su alcance y fue pérdida total porque le rompió el pantalón a uno de los sargentos", recordó Urrutia.

Sus fines de semana son para descansar de sus jornadas en el barco porque cuando llega el viernes Kayser baja a tierra para ir a casa de alguno de sus compañeros.

El cabo Roberto Donoso es el principal encargado de hacer que el cachorro se vincule con un entorno familiar. "A Kayser todas las familias de la lancha lo conocen. Cuando termina la jornada laboral Kayser queda al cuidado de la guardia", apuntó.

Sin embargo, no todo es comer y pasear para Kayser porque como marinero también debe cumplir las rutinas de entrenamiento y ejercicios junto a su teniente Urrutia.

"El sale a Playa Brava a trotar y hace cerca de cinco kilómetros. El está muy bien adaptado a nuestros horarios y aprendió a hacer sus necesidades cuando sale a cubierta o al muelle", expresó.

Además, Kayser tiene un vecino perruno de la lancha "Salinas" que fue adoptado meses después. "Se la pasan jugando entre un buque y el otro. Son vecinos y se entienden muy bien como colegas de cuatro patas", finalizó.

"Queríamos sumar a un nuevo miembro porque somos una tripulación muy amante de los animales"

Teniente primero Carlos Elgueta, sobre porqué adoptaron a Kayser."

"Uno de sus juegos fue tomar parte de la ropa que estaba a su alcance y fue pérdida total"

Subteniente Gabriel Urrutia, sobre las travesuras de Kayser a bordo de la lancha."