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Bombay lo vio nacer e Iquique formar su familia y su negocio

Este año cumplirá 28 años residiendo en Iquique. Llegó a los 16 a 17 años y cree que el chileno es "muy acogedor".
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Mariela Cabello Venegas.

Fue un 5 de agosto de 1980 que Harish Sadarangani llegó después de un largo viaje, de al menos 3 días, hasta Iquique. Proveniente de la capital de India, Nueva Delhi, donde creció, hizo de esta "Tierra de campeones" su hogar.

"Soy nacido en Bombay y criado en Nueva Delhi, desde esa ciudad llegué acá para trabajar en la empresa de mi tío como a los 16 o 17 años", cuenta Harish.

Como era un adolescente, para él no le fue difícil adaptarse a este nuevo mundo, pues fue como a los tres meses que ya empezó a dominar el idioma según recuerda.

"Cuando me vine trabajé como bodeguero y después me trasladaron a módulo y ahí me fue más fácil porque tenía más contacto con la gente y fue más fácil aprender el idioma", dice.

Y pese a venir de una tierra tan alejada a Chile, siempre se sintió acogido, especialmente por sus vecinos de ese entonces, a los que aún les une una gran amistad.

"Soy vegeteriano y en el año 80 acá vegetarianismo significaba pescado y pollo, pero para nosotros es verduras y legumbres. Entonces me acuerdo mi vecina me preparaba comida y me acogió en su casa. Vivía en mi casa, pero iba a almorzar y a desayunar a su casa y hasta hoy día tenemos contacto con ella. Su hijo lo tratamos como hermano porque es así, nosotros sentimos así", confiesa.

Su familia y su independencia

Siguiendo sus costumbres, Harish formó su familia con una mujer india que conoció por medio de su familia 6 años antes de casarse.

"Mi abuelo era muy cercano a mi, incluso más que mi padre. Mi abuelo fue el puente (para mi matrimonio) y en un viaje de vacaciones en el año 1984 conocí a la que hoy es mi señora. Nos casamos en el 90 y me la traje para acá", expresó.

Afirma que de su unión hoy tienen dos hijos.

En lo laboral, Harish, es un empresario de Zofri, que fue creciendo poco a poco, desde que se independizó y hoy sigue pensando en expandir su negocio.

Iquique

Sobre Iquique, cuenta que lo que más le gusta y destaca de los casi 28 años que lleva en la ciudad es la tranquilidad.

"El espacio es chico por eso no hay tanto movimiento de gente como en ciudades grandes, no es algo que se deba perder. Me vengo de la casa acá en 10 minutos, me puedo dar el lujo de ir a almorzar a la casa y volver y esa es una de las cosas que me gusta", sostiene.

Además destaca la posibilidad de reunirse con personas de distintas culturas gracias a Zona Franca.

"Es más fácil de involucrarse con todos, se conocen americanos, europeos, del Medio Oriente, de Asia, tenemos toda la clase de amistades acá y eso no sucede en otro lugar".

Incluso en su misma empresa, tiene trabajadores de Indonesia, Bolivia, Perú, de India, de Cuba, de Pakistán y "hasta una piqueña", sonríe Sadarangani.

La religión

Otras de las posibilidades que le ha permitido vivir en Iquique fue su cercanía con la religión India, pues debido a que su casa está cercana al templo hindú, es el quien lo administra.

"Además de ser templo tenemos reuniones de la comunidad. Y se generó como una asociación y soy encargado de la colonia, lo que hago para mi es un servicio", dice.

Siempre amable y atento, Harish, cree que fueron bien recibidos en este país, por su cultura. "Nosotros y nuestra cultura es así, no somos conflictivos, vivimos bien mezclados con la gente por eso somos los migrantes mas grandes del mundo, más que China", añade.

"Soy nacido en Bombay y criado en Nueva Delhi (capital de India) desde esa ciudad llegué acá (Iquique)"

Harish Sadarangani., empresario indio"