Secciones

El odontólogo que ha subido más de 20 cumbres

Comenzó en el montañismo a los 40 años y en solo tres años ha escalado en volcanes y montes de Chile y el extranjero. El volcán Guallatiri fue la última cima que conquistó.
E-mail Compartir

Vladimir M. Hanshing

Carlos Cardemil desde muy joven comenzó a practicar deportes acuáticos. Los años lo fueron ligando al kayak, pero hace tres años, su hermano Andrés viajó a Bolivia y volvió con una nueva aventura para Carlos: el montañismo.

"Mi hermano fue a Bolivia y subió una montaña muy grande en 2015 y cuando volvió me dijo 'hermano subí una montaña y la experiencia es maravillosa, quiero subir acá el volcán Isluga, ¿me acompañas?', y a mí que me gusta la aventura, dije vamos a ver qué tal", recordó Cardemil.

De ahí en más terminó apasionándose con el alpinismo y los maravillosos paisajes que se ven a más de 6.000 metros de altura. En tres años suma más de 20 ascensos a volcanes y montes del país y del extranjero. Cardemil dice que este, al igual que otros deportes extremos, hay que enfrentarlos como tal y para eso ha tomado diversos cursos de montañismo y progresión glaciar (para saber cómo moverse de forma segura en zonas de nieve y hielo). "Me di cuenta que es muy similar al mar, es muy bonito, pero hay que hacerlo con cuidado y respeto, porque al igual que los deportes marinos si uno no se fija bien en lo que pasa puede terminar en una fatalidad", advirtió el montañista.

La última hazaña que se propuso Cardemil fue completar los últimos dos volcanes de más de 6.000 metros que rodean el lago Chungará, el Guallatiri y el Acotango, pero debido a las fuertes condiciones meteorológicas, solo lograron subir al primero.

El alpinista fue acompañado por el presidente y un miembro del Club de Montañismo Esmeralda, de Iquique, y recuerda que tuvieron que dejar la camioneta a 15 kilómetros de los pies del volcán y desde ahí comenzar el ascenso. "Sabíamos que habría nieve, pero no teníamos antecedentes de que habría tanta", precisó Cardemil.

El termómetro marcaba -8°C a los pies del Guallatiri, cerca de las 21:20 horas del jueves 21 de junio, cuando comenzaron el ascenso , pero luego vendrían las complicaciones de la expedición. "Hay que cuidar la alimentación porque lo que comes afecta cuando estás en altura", comentó. A eso de las cinco de la tarde del día siguiente, Cardemil y sus acompañantes lograron tocar la cima del majestuoso gigante nortino, donde la temperatura había descendido por sobre los 15°C.

Luego de apreciar el paisaje y tomar fotografías, había que bajar los 6.017 metros. Luego de siete horas habían llegado, nuevamente, a los pies del volcán. Pero todavía faltaba la travesía por el valle nevado que los llevaría de regreso al campamento donde tenían la camioneta. Después de 33 horas, los tres alpinistas llegarían a las 5:20 de la madrugada del día sábado, para emprender rumbo a su natal Iquique.

Cardemil, además de ser un activo aficionado por la montaña, es odontólogo, esposo y padre de cuatro niños. Al principio, sus hijos y su mujer Patricia no estaban muy seguros de su pasatiempo. "Mi esposa me dice que me cuide, que tenga cuidado, que piense en la familia. Y mis hijos me dicen 'pucha papá cuídate', al principio les daba un poco más de miedo, nervio. Pero ellos saben y entienden perfectamente que yo me cuido y tomo todas las precauciones que puedo", comentó Cardemil.

Hay una cosa que el odontólogo aprendió con el alpinismo, según explica. "Cuando vuelves, valoras mucho más las cosas, como dormir en tu casa, tomarse una taza de té. Todo se disfruta más", cerró Cardemil.

"Cuando subí el Isluga fue como abrir los ojos, lo encontré maravillo, increíble y dije 'cómo no haber hecho esto antes'".

Carlos Cardemil, Montañista. Recuerdos de su primer ascenso."