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La adaptación de familias con niños y jóvenes trans

La Estrella conversó con familias con niños y jóvenes trans que contaron sus experiencias desde que iniciaron el proceso de transición. Psicólogos, educadores y expertos expresaron las prioridades que se deben abordar a tiempo.
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Crismary Castillo Marengo

Chile discute desde el 2013 el proyecto de Ley de Identidad de Género que busca dar garantías y protección a la población trans (a personas transgénero y transexual). Está en su Tercer Trámite Constitucional.

La igualdad de género, vista por la UNESCO como una parte fundamental de la ecuación para un desarrollo más inclusivo y sostenible, se puede llegar a comprender conociendo los testimonios de quienes viven un proceso de transición.

El siguiente reportaje reúne tres historias de personas transexuales que en la Primera Región avanzan en su proceso, luego de reconocer su identidad.

Martina

A los tres años Martina comenzó a evidenciar con palabras y conductas que no se sentía cómoda. Es lo que recuerda su mamá, Jeannet Bollosa.

"Nosotros empezamos a ver actitudes femeninas en mi hijo y yo, que ignoraba el tema, pensé que podría ser gay. Lo dejé pasar y siempre le di la confianza para que pudiera hacer lo que deseaba", dijo Bollosa.

Fue hace un año que recibió un llamado del jardín infantil para conversar diversas observaciones que registraba su hijo en su historial de comportamiento.

"Nos dijeron que tuvieron una capacitación sobre personas transgénero. Yo comencé a hacerle preguntas a mi hijo y me dijo que quería ser niña", reveló la mamá de Martina.

A los tres años Martina inició su proceso de transición; una etapa compleja ya que la familia de Bollosa no estaba de acuerdo porque lo veían solo como una decisión que podía cambiar.

"Lo de mi hija era algo más allá que una etapa. Me decían que tenía que hacer como que nada pasara y lo intenté, pero me di cuenta que mi hija estaba sola y que necesitaba que la escucháramos".

El primer paso fue asistir junto a su esposo a una charla de la Fundación Selenna Iquique que apoya a familias transexuales.

"Él (papá de Martina) no quería pero le insistí que asistiéramos a esta charla y fue un cambio total, ya que mi esposo fue quien tuvo la primera idea de dejarle crecer el cabello".

Hace un mes que Martina está experimentando estos cambios en su apariencia y clóset, así como su nombre social.

"Mantengo mi posición de que, independiente de las otras opiniones, estaré junto a mi hija. Es mi orgullo porque miro su cara de felicidad y se nota un cambio total en su vida".

Cambios

Trabajar en la entrega de herramientas y la implementación de los derechos de las personas transexuales es uno de los motivos en Iquique de la Fundación Selenna.

Marcela Carrión es psicóloga y encargada del área de acompañamiento familiar. "Por lo general cuando una familia hace el primer contacto con nosotros lo que hacemos es una entrevista de bienvenida e ingreso para saber en cuál etapa están".

Las etapas que una familia vive son variables de acuerdo a cada caso, según Carrión.

La psicóloga precisó, además, que la primera etapa se entiende como la develación en la que el niño o la niña han mencionado querer ser niña o niño respectivamente, y sus padres encienden las alertas de que algo está pasando.

"La segunda etapa tiene que ver con ir abriendo los espacios para que se vaya dando el tránsito. Esto en algunos casos es inmediato y en otros más lentos, y tiene que ver con ir cambiando la ropa y empezar a llamarlos por su nombre social", planteó la psicóloga.

Posteriormente viene el proceso de acomodamiento en el cual los padres también van asumiendo el uso del nombre social de su hijo o hija.

"La familia entiende todo lo que está pasando detrás, pero en lo cotidiano cuesta llamarlo por su nombre social y, se siguen equivocando al llamarlo él o ella. Es distinto en cada familia", dijo Carrión.

A su juicio, también hay otra etapa en la que a muchos papás no les gusta llamarlos por su nombre social y ocurre una especie de duelo.

"Es el mismo hijo porque no se ha ido, pero romper con todas las expectativas asociadas a ese hijo que tenía y que ahora es hija implica muchos cambios internos en sus familias", agregó la especialista.

Educación

El pasado 27 de abril de 2017 el Ministerio de Educación y la Superintendencia de Educación presentaron dos políticas públicas inéditas para el sistema educativo chileno: la Circular de Derechos de niñas, niños y jóvenes trans en el ámbito de la educación, y las orientaciones para la inclusión de personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex.

Así lo explicó el seremi de Educación, Natan Olivos, quien detalló que ambos documentos, elaborados bajo los principios de inclusión contenidos en la Reforma Educacional, fueron enviados a todos los sostenedores de los establecimientos educacionales.

"Con esto tenemos una herramienta que llama a modificar lenguajes, actitudes y comportamientos para educar desde el respeto. El incumplimiento de estas disposiciones constituye una infracción, que será sancionada en el procedimiento administrativo conforme a la gravedad de la misma", expresó Olivos.

A propósito de esta circular, el psicólogo y coordinador formativo de la Academia Iquique Bulnes, Tomás Huerta, indicó que fue este año que se les ofició en el mes de abril con estas disposiciones.

"En función de esto comenzamos una campaña para educar sobre esta temática porque hay muchos papás que están desinformados", dijo Huerta.

En ese sentido, se han presentado miradas diferentes sobre el tema. "Por un lado, el personal académico se mostró muy abierto en aprender, por ejemplo, cómo abordar una entrevista con un papá cuando se presente un caso de un niño o una niña transgénero", contó.

Por otro lado, durante la convocatoria, a través del Centro General de Padres, se invitó a cerca de 70 personas de las cuales asistieron doce. "Esto no pasa con los estudiantes. Es muy distinto. Muchos de los niños no hacen ese juicio que nosotros, como adultos, hacemos. Ellos lo pueden llegar a ver con naturalidad hasta que un adulto le dice 'esto no es normal y no corresponde'. Con estos discursos se comienzan a tener estas conductas discriminatorias", apuntó.

"Es algo nuevo para nuestro colegio y estamos sembrando semillas para reflexionar sobre esta temática para entregar herramientas a los padres", agregó Huerta.

La entrega de herramientas y capacitaciones las han realizado a través de la fundación Selenna.

Uno de los hitos que como fundación realizaron la semana pasada, según informó la directora de la Fundación Selenna, Andrea Lillo, fue el apoyo del Registro Civil para que en el carné de 15 jóvenes de la región se registre su nombre social.

"En el carné de mi hija, por ejemplo, ahora está registrada la observación 'Florencia, niña transgénero' y esto evita problemas ya que si bien el carné sigue con su nombre real porque no se puede hacer el cambio de nombre, sí aparece su nombre social", explicó Lillo.

Compromiso

Tomás Soto tiene 18 . Años atrás había comentado a personas cercanas y esperó hasta tener la mayoría de edad para contárselo a sus padres ya que si no tenía su apoyo, seguiría solo.

En una conversación por mensajes de la red social WhatsApp conversó con su mamá para contarle cómo se sentía en el cuerpo de una chica.

"Ella pensó que le iba a decir que era adicto a las drogas o algo por el estilo. Me dijo que ser transexual no era nada malo y que tendría su apoyo. Asistimos a la primera sesión del psicólogo juntos", explicó Soto.

Luego de seis sesiones con el psicólogo, el joven pasó por una evaluación psiquiátrica en la que fue bien evaluado por un especialista.

"Luego comencé a ir al endocrinólogo para el tratamiento de hormonas porque quería entrar a la universidad con los cambios", dijo.

Soto es estudiante de la carrera de trabajo social y, según contó, su meta fue terminar el ciclo de la enseñanza media. "Estoy súper contento porque mi entorno lo tomó bien. Ya comencé con el proceso de cambio de nombre legal para estudiar como Tomás y no tener ningún problema".

La seguridad con la que Soto conversa refleja los cambios que como sociedad el país vive. Sin embargo, a juicio del director de DD.HH. y Asuntos Internacionales de la Fundación Desarrollo y Progreso, Pablo Imaña, hay una deuda pendiente a nivel nacional ante la ausencia de leyes que rijan la identidad de género, la no incitación al odio, el matrimonio igualitario y la adopción monoparental. "La discriminación es algo que puede llevar a la deserción escolar y al suicidio y otras situaciones que vulneran los derechos de nuestros jóvenes en el sistema educativo".

"Estoy súper contento porque mi entorno lo tomó bien"

Tomás Soto"