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Investigadores realizarán excavaciones en el antiguo templo de La Tirana

Indagarán sobre el origen de la festividad para ir más allá del mito de la Ñusta Huillac y comprobar su influencia de origen en las fiestas de la sierra peruana.
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Davied Jaime

Todos los años más de 17 mil promesantes llegan al corazón de la Pampa del Tamarugal para bailar a la Virgen del Carmen. Es la fiesta religiosa más importante del norte de Chile y cuyos orígenes han sido difuminados a partir de la leyenda de la Ñusta Huillac o Tirana.

Hoy un grupo de investigadores del Departamento de Ciencias Históricas y Geográficas de la Universidad de Tarapacá, a través del un proyecto Fondecyt, buscan desentrañar los orígenes de la celebración popular a partir de un modelo distinto al de los últimos estudios relevantes que datan de 1980 y que se basan en un modelo vertical, que supone una influencia altiplánica.

Según Alberto Díaz Araya, quien lidera la iniciativa, las hipótesis tradicionales vincularon la festividad con expresiones que eran altiplánicas, sobre todo con la fiesta del santuario de Copacabana, Bolivia. "Sin embargo, nuevos hallazgos de carácter archivístico proponen que hay un vínculo más allá del altiplano, relacionado con el Cuzco y principalmente con la fiesta de Paucartambo, donde, al igual que en La Tirana, el 16 de julio celebran a la Mamacha Carmen".

La investigadora Paula Martínez, especialista en estéticas andinas, explica que en La Tirana hay una tradición musical, artística, coreográfica "pero también cultural que es posible acercar a elementos y prácticas de origen colonial, con otras marcadamente con la historia colonial tardía y de la república peruana, mucho antes de la influencia de la industria salitrera", asegura la lingüista.

Martínez explica que la época del salitre marca un antes y un después en la festividad, "al congregar ahora no solo a indígenas, mestizos y afros, sino que ahora a mujeres y hombres de la pampa".

La investigadora dice que recién hacia mediados del siglo XX, llega una influencia boliviana a través de las diabladas, pero esta se desarrolla desde la década de 1980 en adelante. "Se suele pensar que las manifestaciones artísticas y culturales solo provienen desde Bolivia, pero eso es un error. Hay una larga tradición de bailes que son tarapaqueños o de la sierra, tal como los Chunchos o los diablos, que son muy distintos a las diabladas orureñas".

Excavaciones

Entre las acciones que se van a realizar, está la excavación en el antiguo templo de La Tirana para lo cual ya están en las gestiones con el obispado y la rectoría del santuario, lo que "nos va a permitir indagar sobre las evidencias de la cultura material del antiguo templo de La Tirana y de los buitrones desde un punto de vista científico, tarea que nunca antes se ha realizado", asegura Alberto Díaz.

Para encontrar los antecedentes necesarios para reafirmar la hipótesis de la investigación, que se extenderá por cuatro años a través de un proyecto Fondecyt, se pretenden sistematizar varios tipos de evidencia en recintos. Además de recabar pruebas documentales, en Cuzco, Copacabana, el norte de Chile, Sevilla y el Vaticano.

Actualmente por documentos de la Iglesia hay antecedentes de que la fiesta partiría en el siglo XVIII, sin embargo la investigación pretende comprobar la existencia de algún oratorio en el pueblo a inicios del siglo XVII.

Respecto al relato de la Ñusta Huillac es de autoría del escritor tacneño, Juan Cúneo Vidal, que si bien lo publicó a inicios del siglo XX, este fue difundido por Carlos Alfaro en 1930 y "a partir de ello se construye un imaginario que nadie pone en tensión, por eso nuestra investigación se denomina La Tirana más allá del mito", afirma Díaz.

"Nuestra investigación se denomina 'La Tirana más allá del mito'"

Alberto Díaz, investigador"