¿Llegaremos a Marte? El profesor Maza responde
El destacado científico expresó que Marte es mucho más árido que el desierto de Atacama. No hay aire no agua, explica.
Once y cuarto. Faltan quince minutos para que empiece la conferencia "Marte, la próxima frontera", con la que el astrónomo José Maza Sancho (70) aporte su conocimiento en la Expo Ciencias Latinoamericana ESI-AMLAT 2018 realizada en Antofagasta, pero el número de personas que estaban esperando en el auditorio de la Universidad Católica del Norte es el mismo que actualmente habita el planeta rojo: cero.
La razón está en una actividad previa que al parecer se demoró más de lo pensado. Maza, Premio Nacional de Ciencias Exactas 1999 y autor del súperventas "Somos polvo de estrellas" (ya van 30 mil copias vendidas en todo el país), ajusta la proyección de su charla con la ayuda de un trabajador de la universidad. No había mucha gente, pero era cosa de tiempo. Igual que en Marte.
Al hacerse la pregunta de si en algún momento el hombre llegará a invadir los desiertos y lejanos paisajes de nuestro planeta vecino, José Maza primero se remonta a lo mucho que nos costó llegar a la Luna.
-Uno no dimensiona del todo lo que fue ir a la Luna. Fue un golpe de esfuerzo de los Estados Unidos inmenso, pero inmenso. Los de EE.UU pusieron casi al límite todas sus fuerzas por ir a la Luna, gastaba como el 3 o el 4% del PIB del país en la NASA para ir. Cada uno de los Saturno 5 tenía un costo de mil millones de dólares.
La llegada de Armstrong, Aldrin y Collins a suelo selenita en 1969 no solo supuso un hito trascendental en la historia de la humanidad, sino que impulsó la tecnología y sus avances cambiaron la vida cotidiana de las personas. De las radios Telefunken a tubos de esos años, unos trastes que a poco funcionar se calentaban casi para quemar las manos, hoy una radio perfectamente puede ser más chica que la uña del dedo meñique, dice.
El trasfondo de la idea de los avances post Apolo 11 pareciera ser que el haber intentado una tarea tan difícil -y lograrlo-, fue vital para ir avanzando en otras cosas. Maza pone un ejemplo:
-Uno dice 'quiero subir el Himalaya, para qué quiero subir el Everest'. Pero resulta que si en la vida cotidiana yo subo y bajo el San Cristóbal en Santiago mil veces, bueno, a lo mejor valió la pena que hiciera el intento de llegar al Everest, porque después empecé a hacer otras cosas gracias a las habilidades que desarrollé para ir allá. A uno le sirve como para hacerse fuerte, o morir en el intento.
Eso sí, las dimensiones del esfuerzo para llegar a Marte son mucho más grandes: si a la Luna el viaje de ida toma unos dos días, a Marte son nueve meses. De ida. José Maza explica que si uno necesita aproximadamente unos dos mil metros cúbicos de oxígeno al día para poder respirar, en el equipaje de una misión para allá habría que cargar un termito de 3 litros de oxígeno líquido solo para los respiros de un día. Suponiendo que van diez personas y que esas diez personas van a tener que respirar los nueve meses de viaje, la cantidad de oxígeno que habrá que cargar en ese cohete tendría que ser espectacularmente enorme.
-Entonces el cómo se va a poder hacer el viaje, logísticamente es muy difícil. Todo lo que uno puede pensar es muy difícil, pero por eso mismo muy excitante. Cuando uno resuelva poner tomate y lechuga en Marte, aquí en el desierto vamos a poder cultivar lo que queramos, porque va a ser "papaya" cuando tengamos las herramientas. El cambio de vida en la Tierra va a ser enorme si es que queremos ir a Marte.
Ciencia para todos
El auditorio ya tiene un puñado de gente. Una joven que estudia enseñanza media se acerca al científico para decirle que admira mucho su trabajo, que es un honor conocerlo. "Muchas gracias", le responde Maza. Después de las fotos que se toma con la chica, el astrónomo cuenta que desde que empezó a ir como invitado frecuente a la tele y a la radio para hablar de ciencia -además de múltiples apariciones en la prensa-, las personas lo reconocen en la calle.
Mucho de esa popularidad que lo hizo conocido para el ciudadano corriente está en la simpleza con la que Maza explica lo que sabe. Una aburrida ecuación puede escribirse en una pizarra con muchas equis, i griegas y zetas que para el común de los mortales se transforma en un jeroglífico indescifrable, pero que el astrónomo puede plantear en cuántos completos se pueden hacer con 20 lucas, tomando en cuenta los tomates y paltas que hay que comprar.
Ese mismo lenguaje desapegado del pizarrón es el que está en "Somos polvo de estrellas", texto que habla de cómo los átomos que están en nuestro cuerpo tuvieron su origen en el Big Bang. El libro ya va en la undécima edición y lo convirtió en un referente de los textos de divulgación científica al alcance popular junto a la astrónoma María Teresa Ruiz, autora que mete hasta chistes de Condorito en sus textos para hablar de astronomía.
-En el libro yo no tuve el interés de demostrarle al lector que yo sé. Muchas veces, un autor de libro te dice "yo le voy a hablar de..." Como que te habla desde la sabiduría. Yo me pongo al lado del lector y trato de hablarle lo más transversal posible y no en forma vertical. Justo por estos días, el autor está lanzando "Marte, la próxima frontera", libro que habla y profundiza del mismo tema de la conferencia que dio en Antofagasta y que, faltando para el mediodía, aún no empezaba. Dentro del auditorio había unas diez personas.
¿qué haríamos allá?
Si el desierto de Atacama ya es conocido por su mundialmente famosa aridez, en Marte la situación es mucho más extrema. José Maza explica que no hay aire ni agua, y saca la cuenta: la atmósfera es apenas el 1% de la que tenemos en la Tierra, casi no hay oxígeno y si quisieran ir a buscar agua, en los polos, ¿cómo llegarían al ecuador marciano para poder cultivar? Y cuando se cultive, con esa gravedad que es un 40% de la de acá, ¿cómo irán a salir las plantas? ¿iguales que en nuestro planeta?
Las autopreguntas que se hace el científico empezaron a motivar a las personas que fueron llegando a la conferencia. Maza pone el enfoque en qué va a pasar si llega mucha gente a Marte ¿Quién va a poner las leyes? ¿Qué legislación? ¿De qué país?
-Cuando nazca el primer marciano en Marte- responde un señor del público.
José Maza le contrapregunta quién le va a dar carnet de identidad a ese niño.
-Es un desafío enorme, pero es súper interesante, precisamente porque uno no sabe cómo se hace, es lo que lo hace más interesante aún.
Maza dice que llegar a Marte es tan difícil que todos estamos convocados a pensar cosas. No le gusta esa idea de dejar 'que los gringos lo hagan' porque Chile puede ir probando para llegar a ese objetivo que parece tan lejano. De ahí vuelve a la idea de sacar a los jóvenes de la 'educación de pizarrón' para que experimenten en lo concreto, porque la ciencia es una actividad de laboratorio. Y si no resulta, la experiencia no se pierde.
-Si de diez ideas, una resulta, ya estamos haciendo un aporte.
Eran las doce y cuarto. Ya ha pasado una hora y el auditorio está lleno de gente. Algunos llegaron apurados de la última actividad, pero lograron sentarse. Y recién ahí, la conferencia comienza.
"Si de diez ideas, una resulta, ya estamos haciendo un aporte".
José Maza,, sobre la importancia de la experimentación en ciencia."
"días tiene un año marciano. El día es un poco más largo que el nuestro: 37 minutos más."