Chile es un país costero y ha tenido una larga tradición como país pesquero, beneficiándose de su diversidad de productos, teniendo su época de esplendor en la década de los ochenta. En dicho ciclo existieron más de una docena de empresas dedicadas al rubro industrial, lo que se tradujo en una época de bonanza, para luego caer en un deterioro brusco del recurso, unido a grandes cambios oceanográficos (corriente del Niño).
Según el economista Alejandro Fernández Beros, quien expuso hace unos días en nuestra ciudad, el desarrollo de la industria pesquera se ha visto y se verá grandemente afectada por lo que él denomina como "tragedia de los comunes", problema que afecta a las actividades de extracción como ésta, y que reside en la "ausencia de derechos de propiedad bien definidos", ya que no se puede asignar fácilmente dominio sobre los mares, como tampoco sobre sus recursos. De ahí que surge la "asignación de cuotas de captura", que viene a regular los flujos y licitación de los derechos, que hoy son por 20 años renovables.
La inversión en el sector es alta, lo cual unido a los elevados impuestos de la actividad, hace que las rentas generadas en el sector sean bastante inciertas. De hecho, en los últimos años el sector ha tenido pérdidas importantes.
No hay que olvidar que en nuestra zona norte, la actividad pesquera es eminentemente industrial (90% aprox.), destacando principalmente la pesca de anchoveta, produciéndose la harina de pescado, la cual es un comodities sujeto a fluctuaciones del mercado internacional. Todo esto, unido a la incertidumbre legislativa generada en los últimos años, tiene a la actividad "en las cuerdas".
Que vienen cambios en la actual ley de pesca es un hecho, pese a que la FAO señaló en su reciente informe, que es una ley moderna y enfocada en la sustentabilidad, requiriendo más bien adecuaciones menores. Así, el actual proyecto de ley en tramitación (ley corta y larga) tiene cosas buenas, existiendo si, a nuestro parecer, focos equivocados, como el hecho de que licitar por 20 años el 100% y sin renovación, va en contra de las tendencias mundiales y que traería aparejado problemas diversos, sobre todo en la inversión futura, los costos y competitividad, el desarrollo de proveedores, estabilidad de los trabajadores y, lo más grave, la sustentabilidad de los recursos. Es necesario analizar y conversar más con todos los involucrados, antes de llegar y legislar por presiones políticas.
"Que vienen cambios en la actual ley de pesca es un hecho".
Marcos Gómez,, gerente general Asociación de Industriales de Iquique"