Frenar la violencia
El ataque contra tres mujeres y un carabinero en la última marcha a favor del aborto libre en Santiago, es una señal de alerta más ante hechos de violencia enmarcados en un clima de intolerancia política.
El gobierno se hizo presente el jueves con una querella en contra de quienes resulten responsables, con el fin de perseguir a los autores de estos delitos, donde los principales sospechosos serían miembros del Colectivo Social Patriótico, contramanifestantes durante esta intervención urbana.
Este hecho nos hace recordar a uno cometido en Iquique y que afectó al ex candidato presidencial José Antonio Kast, quien vivió una jornada de insultos y golpes al interior y exterior de la Universidad Arturo Prat, donde no pudo realizar una conferencia que tenía programada.
Si bien parecen casos puntuales, el debate en distintas temáticas se está saliendo de la discusión filosófica para llegar a acciones de violencia física, paso que sin embargo, se da previo a una violencia verbal, la cual está cada vez más presente en el discurso de los distintos sectores.
Muchas veces este discurso suele ser mucho más violento que una agresión física, pues abarca a un sinnúmero de personas y por ello, es importante detenerse a reflexionar como ciudadanos respecto a cuál es la forma en que esperamos abordar una determinada discusión que busca tener un mejor país.
El Estado y sus instituciones deben propiciar las bases para que este ambiente de tensión pueda resolverse en forma pacífica en los distintos temas de la agenda actual. En este sentido, pensar distinto no puede ser un motivo de denostación, pero tampoco determinados grupos pueden imponer criterios de regulación a toda una sociedad.
Es importante que podamos avanzar en fortalecer nuestra democracia, donde por un lado las decisiones sigan siendo tomadas por la mayoría electoral, pero que las minorías también logren una representación equilibrada.
Chile está en un momento donde las demandas de los ciudadanos dejaron de ser solo las básicas, de salud, educación y trabajo, sino que buscan resolver temas pendientes en cuanto a libertades personales, lo que deberá realizarse en base al respeto mutuo y el estado de derecho, si lo que se busca es un avance para la sociedad.
"Chile está en un momento donde las demandas de los ciudadanos dejaron de ser solo las básicas".