Cerrajero temuquense logró establecer su negocio en Hospicio
Hugo Lara vive desde hace nueve años en la comuna. Se formó de manera autodidacta en cerrajería y asegura que siempre estará aprendiendo.
Cuando Hugo Lara llegó a Alto Hospicio, hace nueve años, encontró en la joven comuna un lugar para mejorar tanto su salud como sus ingresos.
Este temuquense aprendió de manera autodidacta el oficio de cerrajería. Ahora, con casi una década de experiencia, tiene su local en el Terminal AgroHospicio Persa 1.
"En Chile no hay lugares donde enseñen cerrajería. Normalmente en los liceos industriales enseñan a soldar o electricidad. En otros países como Argentina o Perú sí hay, pero en Chile uno tiene que aprender cerrajería echando a perder", dijo.
Comprando cerraduras para desarmarlas y luego repararlas fue desarrollando su técnica. "Fui aprendiendo solo y estuve como cinco años haciendo únicamente llaves sencillas de forma esporádica. No vivía de esto", detalló.
Llegada a la comuna
Cuando llegó a Alto Hospicio se dedicó de forma completa a la cerrajería porque fue el oficio que le dio la oportunidad de obtener los recursos económicos para cubrir sus gastos y los de su familia.
"Me vine porque mi hijo terminó su carrera y lo trasladaron a Alto Hospicio. Entonces yo en Temuco pasaba casi todo el año con alergias y cuando llegué, sentí que mejoró completamente mi salud porque no tuve más alergias. Estuvimos diez días acá y me sentí muy bien", contó.
Además de su salud, la economía de Lara también mejoró gracias a la cerrajería. "Todavía estoy en el proceso de aprendizaje. Todos los días aprendo. Uno ya se siente más maestro cuando se maneja en el área automotriz. No es lo mismo con una chapa sencilla, porque después cambias a los autos y allí hay más variedad de marcas y modelos", indicó.
Con 60 años cree que es muy difícil emplearse en otro trabajo. "Pienso que esta la única opción que la vida me está dando. A una persona que no tenga profesión es difícil que la empleen", concluyó.