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"Van a ver una loca desquiciada en lugar de la mujer clásica"

Verónica Castro, es la actriz mexicana protagonista de "La casa de las flores".
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Carolina Collins

Como una reina se mueve Verónica Castro (65) en el set de "La casa de las flores", la serie de Netflix que la tiene de regreso tras algunos años alejada de las cámaras. La diva, conocida por teleseries como "Los ricos también lloran" (1979) y "Rosa salvaje" (1987), protagoniza esta comedia negra creada por Manolo Caro (33), cineasta favorito de la crítica mexicana.

Una mansión ubicada aproximadamente a una hora de Ciudad de México, que dicen que alguna vez fue el hogar de un político acaudalado, se transformó en la casa de la familia De la Mora, de la que en la ficción Castro es la matriarca, Virginia. Ella lidera un imperio de florerías llamado "La casa de las flores" que, durante décadas, ha decorado las casas de la clase alta.

Una experiencia que para la actriz y cantante, que celebró 51 años de trayectoria en mayo, ha sido completamente nueva y a la que la invitó el propio Caro, conocido en México por taquilleras películas como "No sé si cortarme las venas o dejármelas largas" (2013) y "La vida inmoral de la pareja ideal" (2016), entre otras.

El director y creador de la serie cuenta que la primera idea que tuvo fue la de contar la historia de un matriarcado y que al momento de pensar en la matriarca "llegó el nombre de Verónica a mi cabeza". "Es un agasajo tenerla en esta serie y verla hacer algo completamente diferente y alejado de lo que hizo tantos años y le dio tantos reconocimientos y la convirtió en ese icono de la telenovela en Latinoamérica y en el mundo", dice Caro en el set de la serie al que este medio fue invitado por Netflix.

El realizador es muy amigo del hijo de Verónica Castro, Michel, productor y cineasta que, según ella misma revela, fue quien la convenció de aceptar este desafío, aunque también lo conversó con el más famoso de sus hijos, Cristian Castro.

Así fue que la mexicana llegó a liderar el elenco que completan Dario Yazbek Bernal, Aislinn Derbez y Cecilia Suárez, como los tres hijos de Virginia, Diego, Elena y Paulina, y Luis de la Rosa, el mismo que encarnó a la versión adolescente de Luis Miguel en la serie sobre la vida del cantante, que ahora encarna al nieto de la familia.

"Estoy feliz, excitada, emocionada, agradecida de la vida y de Manolo (Caro)" dice Castro.

Risas negras

"La casa de las flores" comienza con un suicidio que devela algunas verdades familiares que han estado ocultas en la casa de los De la Mora. La muerte de la amante del padre de la familia, fuerza la llegada de los hijos que éste tuvo de ese affaire.

Con una estética que recuerda a los cuadros de la mexicana Frida Kahlo, la serie arranca con un tono kitsh que no sólo está marcado por la presencia de la diva de las telenovelas. La primera escena está musicalizada con "Me colé en una fiesta" del grupo español ochentero Mecano y el set está lleno de flores y cuadros con retratos de la familia protagónica.

Ahí, en la habitación principal de la matriarca de la familia, Verónica Castro responde las preguntas sobre esta comedia que la tiene como gran atracción. Y ella lo sabe.

La diva que los mexicanos llaman cariñosamente "La Chapis" actúa como anfitriona. Entrega unos regalos que tiene preparados e insiste en tomarse una foto, pese a que desde la producción le advierten que no puede develar el look de Virginia.

-¿Cómo ha sido este regreso?

-Esto de televisión no tiene nada, o sea es como otro mundo. Vengo a hacer cine de diferente manera pero no tiene nada, nada, nada que ver con la televisión. Es lo que le dije a Manolo (Caro), estoy descubriendo un mundo que no existía para mí, yo nunca lo había trabajado esto de esta manera. Es totalmente nuevo, es otra forma de trabajar, de ser, de actuar, de moverse, de conducirse con la gente, de entregarse. Nada que ver con la televisión de antes, es como el cielo y la tierra. Pero, bueno, después de algunos años pues yo creo que tenía que ser justo un cambio radical e importante como este.

-¿Lo define como un segundo aire profesional?

-Yo espero que me dé aire porque la verdad no me han dado aire (se ríe). Sí, yo creo que fue una inyección de energía que me dio Manolo, que no voy a acabar de agradecerle nunca, porque me consiguió un personaje que jamás pensé que pudiera hacer en mi vida. Cuando me lo soltó pues allí sí me vino un infarto y dije "creo que no voy a poder, no sé si voy a dar, no soy, no estoy, cómo". "No sí claro que sí, tu eres actriz", me dijo. Le digo "sí , claro que te lo puedo hacer como actriz", pero me costaba trabajo agarrarlo porque obviamente es bien diferente a todo lo que he hecho y a lo que soy yo.

-¿Y cómo es?

-Es una mujer a la que le pasa todo, todo, todo, todo. Y no le pasa durante la serie, le pasa desde el primer capítulo, ¡todo! Se da cuenta de que sus hijos son un desastre, su marido es un desastre, su vida es un desastre, su trabajo es un desastre y ella en sí es un desastre. Esta pobre mujer siempre tiene que vivir así como con la apariencia de que todo está bien pero en realidad le pasa de todo.

-¿Qué piensa de las teleseries? ¿Tienen sus días contados?

-Lo que pasa es que es otro trabajo, otra forma de que la gente perciba. Tiene su público, no me atrevería a decir "ya, desapareció, que se muera", porque la verdad es que hay señoras en casa que sí les gusta, sí quieren esa continuidad diaria que les platiquen su historia diaria y que las dejen en un suspensito. Pero los chavos nuevos ya no se conforman con que les digan tres chácharas más, quieren ver una cosa así, que en los 13 capítulos pase toda la novela.

- ¿Pero para su carrera se acabó la telenovela?

-No sé, si se da más adelante por qué no. Trabajar para mis viejos sería adorable.

-¿Cree que el público que la seguía en las teleseries podría sumarse a este nuevo formato por su presencia?

-Ojalá que sí porque para mí es una oportunidad. Estoy haciendo un personaje bien diferente a todo lo que hice. Van a ver una loca desquiciada en lugar de la mujer clásica que siempre estuvo como correcta, acá soy incorrecta total.

-La vida de varios artistas, como Juan Gabriel, ha sido llevada a la televisión ¿Es una posibilidad para usted?

-El que quiera bienvenido, pero yo no, está demasiado ventilada ya mi vida como para lo poco que me quedó guardado enseñarlo, aunque sí es lo más importante (suelta una risa) pero no lo voy a hacer.