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Los obsequios del "Lolo" guardan testimonios de fe

Los devotos pagan sus mandas con regalos e impresos con oraciones y la imagen del santo, que reflejan su agradecimiento por los favores concedidos.
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Karina Sánchez

Las mandas a San Lorenzo son diversas y unas de las más populares es la de obsequiar recuerdos alusivos al santo patrono de Tarapacá.

Estampas, llaveros, camisetas y gorras forman parte de los objetos que los devotos regalan para agradecer al santo por los favores concedidos cada año.

La iquiqueña Otilia Mancilla tiene 78 años de edad y lucía una gorra de color rojo con el mensaje: "Gloria a ti San Lorenzo de Tarapacá", la cual forma parte de un conjunto que mandó a hacer en Tacna para regalar en estas fiestas patronales y fue bendecido.

Recuerda que desde pequeña su madre la llevaba al pueblo de Tarapacá. "Uno no consigue cómo pedirle al santito. Le dije 'tú, que estás más cerca de Dios y fuiste quemado en la parrilla por amor a Dios, por favor, escúchame', y como me escuchó yo le mandé a hacer los gorros", dijo.

Mancilla le pidió al santo de Tarapacá que no que le cortaran las piernas a su hermano, quien el año pasado sufrió un accidente.

"La creencia que hay es que si usted le pide y no le cumple, lo castiga con fuego", cuenta Otilia.

Esta feligrés recordó, además, una vez en la que una persona llegó al pueblo y no saludó al Lolo, luego fumó un cigarrillo, sin percatarse que estaba al revés, y se quemó la lengua. Tras lo cual lloró y pidió perdón.

Familia

Jenifer Catalán tiene 24 años y dos hijas, una de 11 meses y otra de 5 años, proviene de Pozo Almonte y esta vez llevó unos recuerditos para regalar y colocar como protección en el auto.

"Llevo unos 20 años viniendo, ahora me acompañan mis hijas y mis padres, yo tejo pulseritas para darle a los bebés, hacemos colgantes, llaveros, lo que podamos hacer nosotros mismos", dijo Catalán.

Llevaba dos años sin quedar embarazada, luego de tener a su primera hija, entonces le pidió al santo que le diera otro hijo y a la semana ya estaba encinta.

"Yo quiero mucho al Lolo", dijo sonriente la pequeña Jennely Silva, quien junto a su madre ayudó a repartir los obsequios.

Fervor

Desde Iquique llegó Laura Pizarro, tiene 60 años y mucha fe en el santo, junto a su hija repartió seis camisetas rojas con amarillo, y la idea es que la persona que la reciba debe mandar a hacer seis unidades y regalarlas el próximo año, como una cadena de mandas. Ella pide por su familia, por la paz y por la salud de todos.

Otra persona que llegó desde Iquique con su familia fue Enrique Pinilla, quien entregó llaveros con el carnet de identidad del Lolo, en agradecimiento por el bienestar y la unión familiar.

"Mi señora formó parte de los bailes hasta los 18 años y yo vengo junto a la familia desde el 2001", comentó Pinilla.

A lo que añadió: "Ha sido una experiencia muy linda la que hemos tenido aquí en el pueblo. Yo soy de Coquimbo y siempre me ha gustado esta tradición".

Todos los devotos tienen diferentes historias, provienen de variados lugares, sin límites de edad, todos tienen en común la fe y la perseverancia de cumplir sus promesas a San Lorenzo.

"La creencia que hay es que si usted le pide y no le cumple, lo castiga con fuego".

Otilia Mancilla,, iquiqueña de 78 años."