Cachimbo, el baile de los tarapaqueños
Pobladores locales fundaron una escuela que enseña este baile propio de pueblos y quebradas del interior de la región.
En medio de la gran cantidad de bailes religiosos que se presentan durante los seis días de la fiesta de San Lorenzo (entre el domingo 5 y viernes 10 de agosto), existen otros, que no tienen un carácter religioso, pero sí son tradicionales de la quebrada de Tarapacá y sus participantes son devotos del santo patrono nortino. Uno de los más antiguos y que lucha para no desaparecer es el cachimbo de Tarapacá.
Fermín Méndez y su esposa, Gladis Albarracín, son parte de una de las familias tarapaqueñas que han promovido este baile típico de su localidad.
El año pasado se reunió un grupo de pobladores del lugar y descendientes de la quebrada, que en conmemoración del natalicio de Fermín Méndez, fundaron, el 7 de julio del año 2017, la escuela cachimbo Méndez Albarracín, que busca enseñar esta danza a nuevas generaciones.
El presidente de la escuela de cachimbo, Rolando Aguirre, recordó cómo surgió la idea de formar esta academia y la enorme influencia de la pareja tarapaqueña para continuar el legado de esta danza. "Ellos (Fermín Méndez y Gladis Albarracín), tenían la idea de que el baile no muriese y a raíz de eso formamos esto. Ellos nos enseñaron a bailar y le fuimos enseñando a otros para seguir con la tradición".
El cachimbo de Tarapacá tiene un elemento que los diferencia de sus símiles de Pica, Camiña y Mamiña. El que se baila en la quebrada, se hace con teñida formal, donde los hombres visten camisa y cortaba humita, mientras que las mujeres utilizan ropa formal. "Es un baile señorial, no es un baile popular, no es un baile indígena. El cachimbo se bailaba en salones y estaba prohibido para los indígenas, por eso uno ve que se baila con camisa y corbata humita, representando esa tradición", señaló Aguirre. Esta conmemoración la hacen a pesar del calor, pero para sus integrantes, ese no es el problema, ya que la danza tiene un valor patrimonial importante.
El cachimbo es un baile cadencioso, tiene mucho coqueteo y finaliza con un duelo entre el hombre y la mujer. Acá el hombre tiene que seducir a la mujer y ellas oponen resistencia, que al final de la pieza musical, terminan uniéndose.
Además, Rolando Aguirre dice que otro punto que los motivó a enseñar este tipo de danza, fue que se dieron cuenta de que el cachimbo estaba desapareciendo y es uno de los pocos bailes que nacieron en esa zona. "La idea es difundir esto y que la sabia joven venga, lo tome y lo traduzca en un baile regional, cosa que cuando vengan los turistas no le presentemos bailes afuerinos como lo son las diabladas o los bailes que acá que se bailan en el norte, porque son una copia de Bolivia, en cambio el cachimbo es nuestro, lo que nos quedó de nuestros antepasados", indicó orgulloso el presidente de la escuela.
Por su parte, Julia Cabezas, de la organización ancestral de Tarapacá y miembro de la escuela de cachimbo, recordó cómo aprendió las claves de esta danza y que a raíz de su ascendencia, la motivaron a enseñar a los tarapaqueños el cachimbo.
"Yo aprendí de mis tías y antepasados. Yo tengo cinco generaciones que bailan esto y me gustaría que más personas se unieran y aprendieran esto que es muy lindo", precisó Cabezas.
Uno de los mayores miedos de Cabezas es que esta tradición desaparezca, debido que quienes practicaban el cachimbo, por razones de edad han ido dejando la actividad o han dejado de existir.
"Esto se ha ido perdiendo porque las generaciones van muriendo y no se va enseñando a las generaciones más chicas, por eso se formó esta escuela, para no solo enseñarles a los pobladores de acá, sino que trascienda a las demás personas, es un baile que pertenece al pueblo y hay que aprovechar de mostrar cómo se baila durante la fiesta de San Lorenzo. Acá la gente se las arregla para venir y cumplir con el santo patrono", señaló la instructora de esta danza.
En el segundo año que esta escuela se hace presente, los 20 integrantes realizaron dos piezas musicales, luego de meses de preparación para bailar durante la celebración del santo patrono y fiestas patronales de toda la región.
"La idea es que la gente aprenda este baile, es lo que nos quedó de nuestros antepasados.
Rolando Aguirre, Presidente de la escuela de cachimbo Méndez Albarracín ."