Se cumplió otro examen de Eunacom y nuevamente se apreció una clara diferencia en la aprobación de los médicos con estudios en Chile versus con los del extranjero. En forma muy simple se podría afirmar que los egresados de nuestro país tienen más conocimientos y están mejor preparados para atender a la población de los problemas cotidianos de salud. ¿En verdad es así?
En mi opinión, este examen sólo permite saber que a los médicos extranjeros les cuesta más responder correctamente, en un tiempo muy breve, ante un cuestionario muy largo, con un tipo de examen al que no están acostumbrados y que muchos llevan largo tiempo lejos de las aulas y las exigencias académicas. ¿Hay algunos que saben menos que nuestros egresados? Casi con seguridad los hay, pero quizás sería bueno comparar grupos de examinados que tengan más similitudes que diferencias, antes de emitir un juicio facilista y quizás injusto.
Toque de queda
Como ya es sabido, el alcalde de la ciudad de Quilpué, Mauricio Viñambres, hace un tiempo atrás expresó su intención de restringir el libre tránsito de menores de edad a ciertas horas de la noche, con la intención de reducir la delincuencia y la prevalencia del consumo de drogas.
Pero, ¿como afectaría esta medida a la libertad que poseemos? Independiente de la edad que tengan, la libertad no es algo que se adquiera o se pierda porque alguien lo decide, es un derecho inherente e inalienable al ser humano, por lo cual a mi entender, si se llegara a aplicar esta norma con la sola intención de solucionar problemas, como lo es la delincuencia por ejemplo, a costa de uno de los derechos más importantes que poseemos, podría dar pie al comienzo de un autoritarismo extremadamente peligroso.
Ahora bien, si la aplicación de esta medida da resultado, estaremos en frente a un futuro incierto en donde la restricción de la libertad podrá ser usada para solucionar todos los problemas que surjan en nuestra sociedad, lo que es realmente alarmante.
¿Cómo podemos entender esta situación?, claramente es el resultado de querer afrontar el problema de la forma más fácil y rápida posible, dejando de lado el trasfondo real de esto, que es poder educar a la sociedad y sobre todo a los jóvenes respecto de la delincuencia y la drogadicción y como poder combatirla, pero claro, requeriría de más trabajo, tiempo y financiamiento, algo que al parecer, no están dispuestos a realizar.
Tomás Hennigs Díaz
Dr. Jaime Contreras P.,
decano Facultad de Medicina
U. Andrés Bello