El día en que el streaming rescató a Orson Welles
Mientras esperamos el estreno de la obra póstuma del cineasta el 2 de noviembre, Netflix se atreve con dos largometrajes .
Por Andrés Nazarala
Orson Welles fue uno de los cineastas más influyentes de la historia pero también el más frustrado. Durante toda su vida tuvo que luchar contra los caprichos de la industria y cuando murió, el 10 de octubre de 1985, contaba con una extensa lista de proyectos que nunca pudo terminar; entre ellos el largometraje que, según él mismo, sería su obra maestra: "Al otro lado del viento". No es de extrañar que la milagrosa noticia de que éste sería concluido por Netflix, y por un equipo liderado por el gran Peter Bogdanovich, se viera opacada hace unos meses por la decisión del Festival de Cannes de no incluir la obra póstuma en su última edición. Decimos que no es de extrañar porque el fracaso parece ser parte esencial del universo Welles.
Así y todo, nada podrá borrar el entusiasmo cinéfilo ante el evento histórico que remecerá las pantallas el próximo 2 de noviembre, cuando la película llegue finalmente al servicio de streaming tras un gran estreno en el Festival de Venecia. "Al otro lado del viento", filmada en los 70' y centrada en los últimos días de un cineasta que busca volver a la gloria, cuenta con un elenco fascinante (de John Huston a Dennis Hopper, pasando por Claude Chabrol y Peter Bogdanovich), una mezcla experimental de recursos (fotografías, cintas grabadas, imágenes registradas con distintas cámaras) y un espíritu corrosivo que funciona como sátira descarnada a Hollywood y el cine contemporáneo. Desde ya huele a declaración de principios, a obra maestra.
Para celebrar el acontecimiento, que vendrá acompañado de un documental sobre el proceso de recuperación del material fílmico ("They'll love me when I'm dead"), Netflix ha integrado a su parrilla dos películas dirigidas y protagonizadas por Welles: "El extraño" y "Sed de mal".
La primera, estrenada en 1946, cinco años después de "El ciudadano Kane", fue inicialmente un encargo de International Pictures para John Huston, quien estaba peleando en la guerra. Welles aceptó entonces reemplazarlo para narrar la historia de un investigador que busca a un agente nazi que vive encubierto en Connecticut. Aunque el cineasta firmó un contrato económicamente desfavorable, se encargó de reescribir el guión, incluir imágenes reales de campos de concentración nazi (nunca nadie había hecho este cruce) y teñir todo de una oscuridad gótica. "El extraño" fue el único éxito en salas de Welles.
En "Sed de mal" (1958) encontramos más rasgos de identidad como el asombroso plano secuencia inicial o la estilizada decadencia expresionista en torno a un caso que involucra a un agente de la policía de narcóticos (Charlton Heston) y a un desencantado policía local, interpretado por el mismo Welles. Una obra maestra sobre el poder y la corrupción que, como condimento adicional, cuenta con la presencia de una Marlene Dietrich en estado de gracia.